Hay una serie de «consejos para hombres» o «cosas que tu padre tal vez te dijo» que lleva rulando por internet un tiempo en inglés, y que a mí me parece igualmente válido para mujeres. Aquí os los dejo traducidos para vuestro aprovechamiento y disfrute general (mis notas van entre paréntesis):
- No te cortes al intentar conseguir a mujeres que percibes como «fuera de tus posibilidades». Te sorprenderás a ti mismo (no puedo estar más de acuerdo. Esto me ha costado asumirlo, pero las recompensas son tremendas).
- Nunca intentes tirarte a alguien que no lo quiera tanto como tú (esta es una ley que nunca decepciona. Lo que sí decepciona es hacer lo contrario).
- Nunca pegues a alguien, a no ser que se trate de una defensa frente una amenaza directa (esta es obvia, aunque tal vez no tanto para algunos).
- Todo sombrero debería tener una función propia (aplíquese también a zapatos y barras de labios).
- Nunca la lleves al cine en la primera cita (yo es que no creo en eso de las «citas», pero seguro que se nos ocurren diez sitios mejores que un cine para impresionar a alguien).
- Aprende a afeitarte en húmedo (eeerm, ¿vale?).
- Nada queda mejor que un traje hecho a medida (sí. Un corsé hecho a medida).
- En la primera pasada de cuchilla, aféitate en la dirección en la que crece el vello (esto me lo dijo mi madre cuando tenía trece o catorce años).
- Mírale siempre a la gente a los ojos cuando les hables (esta me cuesta, soy dispersa y distraída).
- Compra un desatascador antes de que necesites un desatascador (gran consejo).
- El ejercicio te hace feliz. Corre, levanta pesas y haz deporte.
- Cepíllate los dientes antes de ponerte la corbata (o la camiseta nueva monísima).
- Una pequeña cantidad de tus ingresos mensuales debería ir a una cuenta de ahorros (si tienes ingresos, claro).
- Llama a tus padres todas las semanas (fundamental).
- Nunca lleves una corbata de clip (son un poco cutres, sí).
- Saluda con la mano firme (o, si vives en Andalucía, da los abrazos con sentimiento. Pero asegúrate de que las manos del otro no bajen de tu cintura).
- Dile que te gustan sus zapatos (esta depende. Si tienes confianza con la chica, sí. Si eres chica, desde luego. Si eres chico y no hay confianza, mejor no hacerlo. Queda un poco baboso).
- Nunca dejes una pinta sin terminar (eso en mi tierra es pecado mortal).
- Si no eres una persona con confianza en ti misma, finge que lo eres. Vendrá sola.
- Puedes juzgar la grandeza de un hombre (o una mujer) por las cosas que le preocupan (desde luego. Si lo que más le preocupa es cómo está jugando su equipo o si le conjuntan las medias con el collar, tal vez convenga buscarse a otro compañero de mesa. Ahora, si al que le preocupa lo de las medias es hombre, igual conviene darle otra oportunidad, por aquello del genderfuck y tal).
- Sé consciente de tu lenguaje corporal (esto no es un consejo, es una maldición).
- Solo puedes apuntarle a alguien con una pistola si tu intención es disparar (ya estamos con la mentalidad estadounidense. Sustitúyase la pistola por un pene y nos reímos todos).
- Ponte de pie al darle la mano a alguien (lo mismo; ponte de pie para dar dos besos. Es educación pura y dura, aunque lo de quedarse sentados y obligarlos a que te den un achuchón medio-agachado tiene su gracia).
- Nunca prestes algo que no puedas permitirte perder (¡libros!).
- Pregunta más de lo que respondes. A todo el mundo le gusta hablar de sí mismo.
- Guarda ropa de recambio en la oficina.
- Compra herramientas de buena calidad, para que solo tengas que comprarlas una vez (esto es aplicable a cualquier producto, creo yo).
- Lo que hace a un hombre un hombre no es su habilidad para cuidarse a sí mismo, sino su habilidad para cuidar también a otros (ídem con las mujeres, los intergénero y las personas, así en general. Otro día hablaré de lo que entiendo por cuidar a los demás, ya que es un tema complicado. Hay un límite en lo que puedes y debes hacer por los demás, sobre todo si en vez de por afecto lo haces por obligación).
- A la hora de decidir, decídete por aquello que luego se convertirá en una buena historia (un consejo brillante. Tiendo a hacer caso de esto y mi vida es mucho más interesante).
- Cuando andes, mira adelante y no a tus pies (a no ser que seas yo. Si eres yo, mira bien donde pisas, que siempre andas tropezando).
- Los chicos buenos no llegan los últimos. Llegan los últimos los aburridos (chúpate esa, friendzone).
- Encuentra aquello que te apasiona y averigua cómo conseguir que te paguen por ello (espera, que me acaba de dar un ataque de risa).
- No dejes que la cabeza pequeña piense en vez de la cabeza grande (como solo tengo una cabeza, sustituyamos lo de la cabeza pequeña por «corazón», así en general. Y anda que no hay frases superpuestas sobre imágenes de puestas de sol que dicen lo contrario).
- No importa su trabajo o su estado vital: todo el mundo merece tu respeto (trata bien sobre todo a personas empleadas en el negocio de la hostelería, la limpieza y el transporte. Las ventajas de tener amigos camareros, cocineros, barrenderos y conductores son incontables).
- La cosa más importante que puedes aprender es la responsabilidad personal. Pasan cosas malas; te toca a ti superarlas (y decidir que todo es culpa de los demás y que ellos te tienen que sacar las castañas del fuego no ayuda en absoluto).
- El primero que se cabrea es el que pierde (regla de oro).
- Haz lo que tengas que hacer sin quejarte. Quejarse no ayuda a que termines más rápido.
- Nunca dejes de aprender.
- Sal siempre a la calle vestido como si fueras a conocer al amor de tu vida (esta es poco práctica pero me encanta. Un poco como el «lleva las bragas buenas por si tienes un accidente»).
- No te cambies a ti mismo para hacer feliz a alguien, a no ser que ese alguien seas tú.
- Si eres la persona más lista de la habitación, estás en la habitación equivocada (muy útil).
- La suerte favorece a los preparados.
- A las mujeres la confianza en uno mismo les parece increíblemente sexy (y viceversa. He conocido hombres y mujeres que según el canon oficial serían feos de narices y que tienen a todos los de su alrededor cayendo a sus pies. Y personas guapísimas obsesionados con su aspecto que no interesan a nadie).
- Dedícate a lo que quieras en la vida, pero sé el mejor en lo tuyo (difícil de conseguir, pero una buena meta para mejorar a pasos agigantados).
- Nadie ha dicho en su lecho de muerte que ojalá hubiese trabajado más. Disfruta de tu vida.
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Imagen por cortesía de arztsamui / FreeDigitalPhotos.net