El boletín de Gabriella Campbell

Respecto al relato, seguro que crees que ya lo has oído todo.

Escribe buenos personajes, crea diálogos interesantes y escenarios muy visuales. ¡Necesitas un conflicto! Etc., etc., etc.

También recordarás lo que te decían en el cole: para escribir un cuento necesitas exposición, nudo y desenlace (y otras cosas que, cuando te has hecho mayor, descubriste que no eran tan exactas como te las pintaban).

¿Y si diéramos con un solo factor que le diera forma a tu cuento? ¿Un solo concepto que te permitiera crear verdadero impacto emocional en tus lectores?

¿Y si ese concepto estuviera escondido en un librito en inglés de un profesor de escritura que igual ni te suena?

Pues aquí estoy yo, tu lectora favorita (espero) de libritos olvidados, para desenterrar ese concepto.

Es una idea tan clara que cuando la veas dirás: "aaaah, ¡pero eso es evidente, Gabriella!". Y sin embargo muchas veces ni la tenemos en cuenta. Los cuentos que he visto que fallan o que he olvidado a los cinco segundos tienden a cojear en este punto (por muy bien escritos que estén).

Vamos a verlo en el vídeo de hoy.

(Y, por cierto, si la llegada de septiembre te tiene como con ofuscación y aturdimiento, recomiendo muy mucho mi vídeo de hace dos semanas, que es sobre cómo hacer un reseteo para enfrentarte con motivación renovada a lo que queda de año).

Tres recursos

1. Aquí está. El concepto de James Scott Bell que ha cambiado mi manera de entender el relato. Eres una fuente inagotable de cosas chulas, James, gracias:

2. En un mundo de redes sociales donde el pay to play y las burbujas sociales parecen ya casi la norma y el alcance orgánico cada vez es más reducido, ¿podría ser BlueSky una opción más interesante para escritores?

Llevo poco tiempo en la plataforma y la sensación ahora mismo es de "Twitter primigenio", con la diversión que eso implica y un alcance más realista a mis seguidores (por ahora muy poquitos, claro). ¿Podrá crecer el cielito azul lo bastante para competir con las grandes? Ahora mismo solo se puede acceder mediante invitación. Si te gustaría probarlo, responde a este email con la palabra "Bluesky" y te añado a mi lista de gente a quien mandar códigos conforme los voy consiguiendo.

3. Ahora mismo estoy leyendo la serie Chrestomanci de Diana Wynne Jones y me recuerda, una vez más, que hay autores increíbles de infantil/juvenil que son igualmente "disfrutables" para adultos. Si no sabes quién es, Miyazaki se basó en uno de sus libros para hacer El castillo ambulante. Por suerte, en España tenemos los libros de Chrestomanci publicados por Anaya (que no os engañen esas portadas infantiles) y más obras geniales suyas publicadas por Nocturna.

Que septiembre sea leve con vuestras cabecitas y corazones. Si os está costando la idea de regresar a la rutina, a veces ayuda pensar que nadie nos obliga a escribir, que es algo que hacemos porque queremos... y que ese es un gran privilegio.

¡Hablamos dentro de un par de semanas!

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