Como os contaba a algunos ayer en la lista de correo, este mes hace dos años que he estado escribiendo todos los días, sin fallar ni un día. Para mí ha sido un gran logro, y se lo recomiendo a todo el que quiera darse a esto de la escritura.
La creación del hábito de escribir es, sin duda, el primer paso más importante para cualquiera que quiera tomarse en serio lo de ser autor. Puedes leer todos los libros que quieras e ir a todos los talleres que quieras: si no pones en práctica lo aprendido, tu progreso será mínimo.
Yo diría que hay dos formas de pensar en lo que se refiere a escribir. Están los que creen que debes dedicarle años a un libro hasta obtener una gran obra de arte, y aquellos que creen que debes producir todo lo que puedas en el menor tiempo posible.
Aunque lo lógico sería pensar que es el primer grupo el que tiene la razón (y en un mundo ideal la tendría), la realidad del asunto es que casi todos los escritores que están en movimiento, que publican y que son leídos, se acercan más a la segunda categoría. Y es que hay dos pequeños secretos a voces en la industria, dos puntos que, aunque al principio me chocaban, veo en las recomendaciones de autores de éxito una y otra vez:
–Se aprende más escribiendo cinco libros en cinco años que un libro en cinco años (más sobre ese tema en este artículo); y
–la mejor manera de vender todos tus libros es tener una novedad en el mercado.
Claro que hay grandes autores con un solo libro publicado que se han hecho de oro (lo cual no quita que tengan dieciocho manuscritos rechazados en el cajón), pero son las excepciones. Digamos que hay que terminar, cerrar un proyecto, para poder aplicar en condiciones todo lo aprendido en el siguiente. Y hay que tener varios libros en movimiento para que las ventas se acumulen y retroalimenten.
Esto no quita que determinadas obras y géneros necesiten de cinco, diez o treinta años de trabajo, claro. Una buena documentación puede ser imprescindible y tiene lo suyo. Pero hablamos del acto mismo de escribir, de producir material. Hablamos de autores que (¡dioses!) reciben ingresos por sus obras. La triste realidad del mercado es que puedes producir una maravilla en la que has invertido diez años de tu vida, pero:
1ºHabrás aprendido menos que si hubieras escrito cinco libros en ese tiempo y
2ºSi el libro fracasa (que, desde un punto de vista estadístico, es lo más probable), no tienes otras obras que puedan proporcionarte ventas, público, etc.
3ºAdemás, te obsesionas con esa obra. Se convierte en tu hijo adorado. Cuando escribes mucho, aprendes a desligarte emocionalmente de tu obra una vez terminada, con lo que puedes aplicar mejor las críticas y seguir bregando pese a los inevitables miles y miles de rechazos.
Con esto no estoy abogando por hacer y publicar churros, por supuesto. El tiempo de corrección y edición es innegociable. Pero sí que podemos acelerar (y por mucho) nuestro tiempo de producción de material.
Hace poco leí un libro llamado 2k to 10k: Writing Faster, Writing Better, and Writing More of What You Love, de la autora Rachel Aaron. Cuando empecé con lo de la escritura diaria, me comprometí a escribir un mínimo de 200 palabras. Con el tiempo esa cantidad fue ascendiendo a 500. Y últimamente solía escribir unas 800-1000 palabras, según el día y el tiempo que tuviera disponible. Además de dar muy buenos consejos sobre cómo planificar un libro y cómo editarlo y corregirlo, Aaron propone tres pequeños trucos para duplicar nuestra velocidad de escritura. No puedo hablar por todo el mundo, desde luego, pero a mí me están funcionando a las mil maravillas. He pasado a las 2000-3000 palabras diarias* y, sobre todo, ha aumentado mi capacidad de disfrutar de lo que estoy haciendo. Y es que, como dice Aaron, “si para ti escribir es como si te sacaran una muela, es que lo estás haciendo mal”. No pretendo llegar a los niveles bestias de Aaron, que se escribe una novela de 90000 palabras en 12 días (de los cuales dedica 3 a la planificación), pero tampoco puedo permitirme las 7 horas diarias que ella le dedica a escribir. Y sí, antes de que pongáis el grito en el cielo (¡mercantilismo! ¡Estáis reduciendo el arte a números y mediocridad!), repito que se trata de producir un borrador en el menor tiempo posible con la máxima eficiencia posible (Aaron luego dedica bastante tiempo a la edición y corrección, aunque también tiene optimizado este proceso). En definitiva, no se trata de sacrificar nuestro arte, sino de ser más eficaces.
Así que, aunque entiendo que a muchos de los que soléis leerme todo esto os puede producir desconfianza, os animo a probar los tres trucos de Aaron (y si leéis en inglés, leed su libro; no os arrepentiréis). No solo por lo de escribir más rápido, sino por lo de escribir de forma más ordenada y eficiente.
Aaron se basa en el siguiente trío:
Conocimiento – Tiempo – Entusiasmo
Conocimiento (Knowledge):
La cosa más tonta del mundo, y sin embargo tremendamente útil. Aunque ya tengas planificaciones en general para tu libro (esquemas, notas, fichas, escaletas…), tómate cada día 5 minutos antes de empezar a escribir para hacerte un esquemita en papel de lo que vas a narrar en esta sesión.
Ya os digo que parece una chorrada.
Es útil de narices. Se acabaron los bloqueos. Se acabaron los ratos perdidos mirando al vacío. Ahora sabes exactamente qué vas a hacer. Claro que luego puedes pasártelo por el mismísimo, dejar que se te revolucionen los personajes y la historia (¡y eso es lo divertido!), pero tienes una guía, una brújula que puedes usar si la necesitas, y ya no tienes por qué perderte.
Tiempo (Time):
Esto lleva un poco más de… de eso, de tiempo. Es un poco más complicado, pero os aseguro que también merece la pena. Cada vez que escribas, toma nota de tu velocidad (palabras por hora), de la hora a la que estás escribiendo y de tu entorno (¿estás delante del ordenador con internet? ¿Estás en una cafetería? ¿Estás en tu jardín con el gato ronroneando a tu lado? ¿Estás en la mesa de la cocina mientras tus hijos gritan como posesos para que les hagas caso?).
Anótalo y compara. ¿En qué lugar y a qué hora tuviste tus sesiones más productivas? El resultado podría sorprenderte. La propia Aaron dice en su libro que siempre se sentía más energética por las mañanas, y sin embargo sus sesiones por la tarde (en un cafetería, sin conexión a internet) eran de largo las más productivas (tened en cuenta además que hay estudios que dicen que uno es más creativo cuando está cansado).
Una vez averigües cuál es tu entorno y hora ideal, procura escribir en esas condiciones y verás cómo sigue subiendo tu ritmo productivo.
Entusiasmo (Enthusiasm):
¿Cuándo escribimos más deprisa? Cuando tenemos ideas, cuando las musas nos visitan, cuando nos lo estamos pasando bien. En resumen, cuando nos entusiasmamos.
¿Cuándo escribimos más lento? Cuando estamos bloqueados o atascados, cuando estamos en una escena difícil o lenta.
Hay un consejo muy frecuente en los talleres y libros de escritura: “Si te estás aburriendo mientras escribes una escena, piensa en cómo se va a aburrir también el lector».
La idea de Aaron es que si empiezas a aburrirte, cambia la escena. Haz que pasen cosas que a ti te emocionen, que a ti te entusiasmen. Si te atascas, toma otra dirección. La planificación está bien, pero no está grabada a fuego. ¡Sáltatela! Si te aburre lo indecible contar cómo llega tu personaje de A a B, introduce una variable que lo haga todo más interesante. Al fin y al cabo, tú eres Dios en este mundo. Siempre que haya coherencia interna, puedes hacer lo que quieras. Y si no te cuadra, aquí hay otro consejo de lo más útil: mete un unicornio y di que es fantasía*.
La verdad es que no sé si este consejo le servirá a todo el mundo (no el del unicornio, ese está claro que le sirve a todo el mundo). El del entusiasmo, quiero decir.
A mí me parece alucinante.
Mis artículos de blog los produzco sin parar. Escribo 1500 palabras sin levantarme de la silla. ¿Por qué? Porque solo hablo de temas que me entusiasman. Estoy loca por darle al botón de “publicar” para compartirlos con vosotros, para que hablemos del tema y ver qué opináis.
Ojalá hubiera empezado a aplicar eso antes a mi narrativa. He aprendido que de nada sirve la obsesión por hacerlo todo precioso y perfecto.
Eso es para la fase de edición. Ahora mismo, pásatelo bomba.
*Editando (a 27/07/15): Como es evidente, mi vida general de blog+trabajo+lectura+promoción+ver-la-luz-del-día-de-vez-en-cuando+etc. no me permite el tiempo necesario para poder seguir escribiendo 2000-3000 palabras diarias. Descubrí enseguida que esto tiene otro peligro: te encuentras con una cantidad ingente de material por corregir. De hecho, TODAVÍA estoy corrigiendo el material que escribí durante esa época ultraproductiva. He descubierto que trabajo bien con pequeñas cantidades diarias (esas 200 palabras mínimas), y con algunas jornadas maratonianas donde sigo los consejos de Aaron, con excelentes resultados. Como en todo, lo importante es experimentar y ver qué le funciona mejor a cada uno. Para los que necesitáis de producción rápida (por encargos editoriales, fechas de entrega y etc.) y podéis dedicar vuestras buenas horas a la escritura, este sistema es, a mi juicio, inmejorable.
**Que alguien me diseñe una portada así, POR FAVOR.
Si te ha gustado este artículo, acuérdate de compartirlo. También puedes apuntarte a mi lista de correo (envío artículos que son solo para mis suscriptores, solo dos veces al mes). Y si te gusta el contenido del blog en general y quieres leer más cosas mías (o simplemente echarme una mano), prueba a hojear alguno de mis libros:
70 trucos para sacarle brillo a tu novela: Corrección básica para escritores. ¿Has escrito una novela o un relato y no sabes cómo enfrentarte a la revisión? ¡Yo te ayudo! Disponible en Amazon.
- Puedes ver reseñas del libro en la propia Amazon y en Goodreads.
Lectores aéreos (relatos con toques de fantasía tenebrosa): Disponible en Amazon y Lektu (¡solo 2,99 €!) y en papel aquí, en Amazon.
- Puedes leer un avance gratuito aquí.
- Puedes leer reseñas aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí y aquí. Y hasta en 20 Minutos, aquí.
- Si tienes un blog o web de reseñas y te apetece leer y reseñar este libro, puedes pedirme un ejemplar de cortesía en gabriella(arroba)gabriellaliteraria.com.
Puedes ver más libros míos aquí.
Leí hace mucho el artículo de 2k a 10k y me dejó fascinada!! Sobre todo la obviedad esa: No escribas lo que te aburre. Si tú te aburres, el lector se aburre. ¡Cuánta razón!
Yo no lo había leído y solo encontré el libro hace poco (creo que fue una de esas recomendaciones que me hace Amazon por la cantidad ingente de libros sobre escritura y productividad que le compro); no es muy largo, pero es impresionante la cantidad de información práctica y útil que mete Aaron en tan poco espacio 🙂
La verdad es que cada entrada que te leo, más ganas me dan de hacer cosas. Lo de escribir a diario he tenido un parón de casi tres años por volver a la universidad pero quiero ponerme otra vez.
Pues nada, tendré que escribir unos cuantos artículos más para que ya te animes de forma definitiva y cojas papel y boli (o teclado y pantalla). 😉
Hola, Gabriella.
¿Qué tal? Muy interesante y largo este artículo. La verdad, es que a mí no me produce desconfianza y es cierto que leyéndote dan ganas de ponerse a practicar lo que recomiendas (seguro que esto te hace sentir la mar de bien). Estoy de acuerdo con todo lo que comentas. Tiene lógica. Además, es muy inteligente por tu parte lo de que hablemos de tus escritos en el blog para proporcionarte materia sobre la que debatir al día siguiente. Gracias por compartir con nosotros estas cuestiones que, a menudo, desconocemos (por muy sencillas o tontas que puedan ser a veces). Voy a enviar tu post a otras personas interesadas en este noble y misterioso arte que es la escritura. Besos.
«Además, es muy inteligente por tu parte lo de que hablemos de tus escritos en el blog para proporcionarte materia sobre la que debatir al día siguiente»–> Jaja, es que me inspiráis, qué quieres.
Estoy de acuerdo con tu artículo porque lo he empezado a comprobar gracias al NaNoWriMo 😀 (yo me apunté sin esperanzas de sacar nada muy decente, la verdad). No llegué más que a las 30000, pero he continuado pasito a pasito a partir de entonces, escribiendo todos los días y me siento bastante orgullosa de mi historia y de lo «fácil» que se me está haciendo seguir con ella. Me gustaría tener mucho más tiempo >.< Pero por ahora tengo el entusiasmo y estoy trabajando un poco en el conocimiento, jaja.
Un placer leerte, Gabriella ^^.
Creo que ejercicios como eL NaNoWriMo pueden ser muy útiles para empezar a coger velocidad y aprender a separar nuestro cerebro creativo (escribir) de nuestro cerebro crítico (editar). Yo no diría «no llegué más que a las 30000», creo que esa es una suma bastante impresionante; ahí ya tienes material para seguir trabajando. Mucho ánimo, ¡y asegúrate de no perder la costumbre! 😉
Hola Gabriella.
Ya sé que soy un pesado, pero es que disfruto un montón leyendo tu blog.
Si algún día nos cruzamos por la calle, te voy a dar un beso y un abrazo. No sé en que orden.
Tu blog está entre mis favoritos, junto con los de James Clear, Leo Babauta y Tim Ferris. Todos ellos los he conocido gracias a ti, y los leo en ingles, aunque sólo me entero de un 20% … como diría Pareto.
Espero que con este comentario tan bonito que te he escrito, consiga este mes uno de los dos libros que regalas.
En caso contario…
Si algún día nos cruzamos por la calle, soltare un esputo y te haré una zancadilla. No sé en que orden.
Ay, yo que me estaba emocionando con la primera parte del mensaje… ¡Debí supone que tanta amabilidad tendría un precio! 😛
[…] En Gabriella Literaria, Gabriella Campbell y Cómo escribir el doble de rápido: […]
Me encanta esta entrada. También me encanta escribir y tus entradas me parecen super útiles. Cuando he hecho lo de los esquemas lo cierto esq he escrito con mucha más segiridad. Y lo de no aburrirme lo voy s poner en práctica a la de ya. Algunas veces me cuesta mucho cambiar de escena, hilar unas con otras sin contar rollos. Imaginate que he estado casi 40 páginas de Word en un mismo paraje. Gracias por tu entrada. Un besote y feliz 2014
La verdad es que es difícil lo de medir las distancias; a mí siempre me parece que o bien he acelerado demasiado una escena, o que me he metido en algo eterno que se alarga mucho más de lo necesario. Pero creo que poco a poco esas cosas se van aprendiendo con la práctica.
Muchas gracias por leer y feliz año nuevo 😀
[…] En el momento en que realmente me di cuenta de esto, de la separación entre ambos aspectos del trabajo artístico, la liberación fue alucinante. Desde entonces he vuelto a disfrutar del acto de escribir (además, escribes mucho más rápido). […]
[…] investigado técnicas para escribir más rápido. Funcionan, madre mía si funcionan. Funcionan tan bien que ahora me doy la panzada de escribir durante una sola tarde a la semana, y […]
Me encantó la entrada, voy a tratar de tener en cuenta estos consejos, a ver si puedo escribir un poco todos los días de una buena vez. Y nada más cierto que lo de que hay que disfrutar el momento de la escritura, para mí es fundamental.
Por cierto, ¿me parece a mí, o soy la única que se divierte editando también?
Mató el consejo del unicornio, después de ver lo que hay detrás del link, no hay vuelta atrás o_O Deberían enseñar cosas como ésa en la facultad, jajajajaja
No eres la única. Pero sois pocos, muy pocos 😛
[…] Aunque realmente este sistema solo me está permitiendo unas 3000 palabras a la semana, está facilitando todo el proceso de revisión avanzada y de estructuración, que me ahorrará mucho tiempo de corrección una vez la novela esté finalizada. Para autores más bestias, los tres días de escritura pura y dura podrían ser de tipo maratón, con más de 3000 palabras por día. […]
Hola Gabriella!!!
Excelente post!!! Y muy cierto en todo. Con organización, vamos al grano y no perdemos tiempo pensando en tonterías. Es como escribí en un post en mi blog: si te haces con una rutina de escritura le estarás diciendo a las musas en dónde y a qué hora podrán encontrarte ellas a ti. Así siempre estarás lleno de inspiración.
Un abrazo.
La rutina tiene un papel fundamental, desde luego. Yo encuentro que escribir siempre a la misma hora y en el mismo lugar ayuda mucho; cuando salgo de esa costumbre me cuesta la misma vida 🙂
Besos y muchas gracias por leer y comentar.
Excelente artículo, me encantó. Procuraré poner en práctica los consejos de Aaron. Pero a mí no me ha llegado tu último mail 🙁 esperaré para ver si durante el día llega…
Ah, no, es que este artículo es viejo (de diciembre 2014), ese comentario está obsoleto 🙂
[…] 3 sencillos consejos para escribir el doble de rápido […]
[…] al método copo de nieve, pero he incorporado también métodos para cada sesión de escritura, como explica Rachel Aaron, que multiplican mi velocidad e impiden que me atasque. Y si me atasco, meto un unicornio, o una […]
Muy buenos consejos… sobre el último, me ha entusiasmado… jajajajaja
El artículo maravilloso como siempre, a ver si supero otra vez el miedo a la página en blanco y empiezo la siguiente novela, ¡que ya he conseguido hacer el esquema gracias a tus consejos de planificación! Veré si esto de las palabras diarias funciona. Imagino que con el hábito, cada vez costará menos.
Y recuerda, Gabriella, que cuando tú quieras una portada, yo te hago una portada encantada de la vida 😀
Tengo que hablar contigo, que tengo una propuesta muy indecente. A ver si encuentro un hueco un poco tranquilo para escribirte en condiciones.
¡Saludos, Gabriela! Me han encantado los consejos que has dado. Voy a serte sincera e ir directamente al grano porque siento que me volveré loca. He en tenido la suerte de que compartieran ésta entrada en un grupo donde pertenezco y le he dado clik de inmediato con la esperanza de conseguir una solución a mi problema. Pues resulta que yo soy escritor amateur desde hace poco más de un año, en el camino he aplicado cada uno de estos concejos que das sin siquiera proponermelo, simplemente algo que hecho naturalmente, cómo si una parte de mi cabeza me estuviese diciendo inconscientemente que estos -y otros que también aplico-, me ayudaban a mejorar. Pero desde hace un par meses, no importa qué aplique, no logro salir del hueco en donde me encuentro sumergida: No tengo problemas de inspiración, al contrario, me encuentro en un punto donde con cualquier cosa que lea, vea o oiga, surge una nueva idea. Pero cuándo quiero escribirla, simplemente no puedo, no salen las palabras, lo cual hace que sentimiento de impotencia se apodere de mí, lo que me generas un dolor tan agudo hasta el punto de llorar. ¡Es horrible! Para mí escribir es cómo respirar. Me gusta tanto, que hasta veces pasaba horas sin siquiera acordarme de comer, sólo por plasmar una escena más. Pero ahora con éste problema me siento incompleta. Por eso te pido de todo corazón, si haz leído alguna vez de un caso parecido y que hayan encontrado una posible solución, que me la hagas saber, por favor. O si ya has escrito sobre esto, te agradecería que me facilitará el link.
Me despido, esperando su pronta respuesta.
María, es posible que estés teniendo algún tipo de bloqueo. A menudo se debe al perfeccionismo y a nuestra propia inseguridad. Te estás obligando a escribir bien en vez de dejar que las palabras fluyan y disfrutar de la experiencia. He escrito mucho sobre el tema en el blog y en la lista de correo, pero tal vez sea este artículo el que tenga soluciones más prácticas: https://www.gabriellaliteraria.com/diez-trucos-para-acabar-de-una-vez-con-el-sindrome-de-la-pagina-en-blanco/
A mi me cuesta horrores concentrarme pero una vez que lo hago, puedo escribir tres hroas seguidas 4000 palabras aproximadamente. Creo que lo bueno es encontrar la propia técnica y el propio momento y escribir, escribir y escribir. Me pasa a veces que me siento frente a la pantalla blanca con la mente igual, pensando que no se me va a ocurrir nada, y en cuanto escribo las primeras palabras ya está.
Ray Bradbury (uno de mis grandes envidiados) decía que hay escribir un cuento por semana, lo que sea, lo que a uno le salga de la cabeza. En un año contaríamos con 52 cuentos, si podemos rescatar 10 estamos hechos! 😀
Nunca lo hice pero la idea es genial jaja
Buenas tardes,
veo que compramos los mismos libros en inglés. Si me adelantas y descubres un buen micro para el dragon en un android, comparte 😉
Hola, como siempre muy interesante. El día que logré poner en practica la rutina y las 200 palabras seré la mujer más feliz del planeta. Ojalá pronto te pueda decir que lo conseguí.
¡Mucha suerte! Si te cuesta, prueba con 100 😉
Hola Gabriela!
La verdad es que esta publicación me la ha enviado mi novio porque sabe que a la hora de escribir muchas veces me saturo yo sólo. Creo que, de los tres puntos que comenta Aaron, el que a veces me falla es el tercero. Me centro tanto en seguir el plan que a veces fuerzo a la historia. Desde hoy voy a tratar de cambiar de mentalidad. Me ha encantado este post >.<
Un Devorador de Libros que te admira,
Rush
[…] >como-escribir-el-doble-de-rapido […]
[…] reflexionado ya en este blog sobre cómo escribir más y más rápido. Más adelante hablaré más sobre eso. De cómo escribir 10000 palabras, por ejemplo, en un día*. […]
[…] 3 sencillos consejos para escribir el doble de rápido […]
[…] que te ayudará leer los consejos de Rachel Aaron para escribir mejor y más deprisa, que puedes ver aquí (y si quieres conocer su método completo, aparece en su libro). También te ayudará esta serie de […]