¿No decían que había muerto el blog? ¿Que Facebook lo había matado a sangre fría, vestido de azul, con una llave inglesa en la biblioteca?
No, no, aquí sigue. Aquí estoy, escribiendo palabras en la ventanita de WordPress, os lo prometo. No soy una inteligencia artificial: algunos de vosotros hasta me conocéis en persona y tendréis que admitir que para ser un androide estoy la mar de bien articulada. El blog ha sabido reinventarse y sigue siendo un combatiente de peso en la eterna guerra entre formatos, medios y métodos en el amplio abanico de posibilidades de la comunicación en línea.
La primera pregunta, claro, es la más necesitada, la que nos hacemos todos los que escribimos: ¿sirve un blog para vender libros?
No hay una respuesta única, pero podemos resumir más o menos lo siguiente: no, un blog no sirve para vender libros directamente, pero sí para conseguir un seguimiento que, con vista y tesón, podría llegar a tener alguna conversión a ventas.
Uf, cuánto trabajo para vender unos poquitos libros, ¿no?
Yo creo que la pregunta más importante se hace mucho menos:
¿Es un blog lo que yo necesito?
¿Deberías tener un blog? ¿Tú? Ya he hablado de la importancia de tener una plataforma, un lugar donde puedan encontrarte. No tiene que ser, por narices, un blog. En EBook Hermanos, por ejemplo, hablan de las posibilidades de marketing para autores sin blog, que pueden utilizar una sencilla página de lanzamiento, combinada con técnicas avanzadas de venta en Amazon. Un blog implica un esfuerzo bastante grande: no se trata solo de actualizar con contenidos de manera periódica, sino de mantener una interacción responsable y cordial con los lectores. Y no solemos hablar mucho de dinero, pero también hay costes involucrados: servidor, diseño, interfaz para la lista de correo… Estos costes, además, suben cuanto mejor funciona un blog.
Pero yo cavaría más hondo. Creo que la necesidad (o no) de mantener un blog se reduce a una pregunta crucial que nos hace Elisa Gabbert en la columna para escritores que lleva en Electric Literature.
¿Qué tipo de escritor eres?
Gabbert y nuestra personalidad bloguera
Gabbert cuenta la anécdota de una mujer que conoce que tiene cierto liderazgo religioso en su comunidad, lo que los estadounidenses llaman una pastor. A menudo se le acercan a esta mujer otras señoras que quieren hacer algo con su vida religiosa y sienten cierta vocación de ayudar y liderar a su rebañito particular. Ella siempre les dice que hay que saber diferenciar entre la vocación interna y la externa. Uno puede ser muy creyente y muy todo lo que quieras, pero eso no quiere decir que tenga las habilidades necesarias (y las ganas) para lidiar con la vida religiosa de otras personas.
Gabbert cree que esta cuestión se aplica muy bien a los escritores. Uno puede amar la escritura con todas sus fuerzas, pero eso no significa que a) quiera ser leído con todas sus fuerzas y b) tenga la habilidad y la «vocación» para una relación intensa con sus lectores. Es más, no todo el mundo tiene esa vocación «externa», por la que son otros (los lectores) los que reclaman tu presencia en línea y los que reclaman más información sobre tus libros.
Creo que este paradigma se puede aplicar muy bien a la escritura. Con frecuencia, los escritores sienten que merecen ser publicados, pero que tu trabajo salga en revistas o en un libro no es un derecho humano. Es el resultado de esa llamada externa: no solo quiere escribir el escritor, los lectores también quieren leer lo que ha escrito.
A veces la escritura se trata de responder a una demanda que hay para tu trabajo (véase el gran grupo de fans de George R. R. Martin), y a veces se trata de crear esa demanda para tu trabajo. Otras veces, claro, no hay demanda: igual eres un genio y es que «la plebe no te entiende», como dice un/a amigo/a mío/a, o tal vez es que tu escritura es aburrida, ofensiva o simplemente horrible, y por tanto nadie quiere leerte, en cuyo caso, eh, siempre puedes mejorar.
De aquí extraigo dos conclusiones fundamentales:
- Nadie tiene «derecho» a ser publicado. Ni siquiera a vender. No es una recompensa inmediata que recibes por tu esfuerzo, por desgracia.
- Si trabajas en un género con poca demanda, o si escribes muy muy mal o sobre temas que a nadie importan, posiblemente sea una pérdida de tiempo hacerte un blog. No quita que no puedas hacerte uno, si lo que te apetece es hablar de lo que te dé la gana cuando y como te dé la gana y que te lean tus amigos y familiares, lo cual también está muy bien. Pero no te desanimes si no alcanzas la gloria de superventas que habías soñado.
Hala, la de tiempo y dinero que os he ahorrado.
Si aun así creéis que podéis darle duro a esto del blogueo, acordaos de hacer todas estas cosas de las que os hablé, y además os dejo aquí la listita de Gabbert:
- Descubre qué es lo que te hace único, qué valor puedes ofrecerle a tus lectores que no estén encontrando en otro sitio.
- Promociona lo que escribes: sí, vas a tener que aprender a usar las redes sociales, el networking y todas esas cosas de marketing con las que siempre me pongo pesadísima.
- Usa el SEO para conectar con tu público objetivo. Y si no sabes lo que es ni cómo aplicarlo, puedes empezar con este artículo excelente de Ana González Duque.
- Fíjate en lo que funciona. Aquí Gabbert nos deja con esta reflexión práctica:
Una cosa chula de los blogs es que vienen con datos. Puedes ver con facilidad cuánta gente está leyendo lo que publicas y de dónde vienen. Si pruebas algo que funciona (es decir, que consigue muchas visitas, enlaces, comentarios y compartidos), ahí tienes tu «llamada externa» que te indica que tienes que hacer más de eso.
Y ya que estamos con el tema de los blogs, y el SEO y el SMO y todas esas cosas, me gustaría compartir con vosotros algunas perlitas de sabiduría de grandes expertos en redes sociales. Y si os quedáis con ganas de más, ya sabéis que podéis hacerle caso a Guy Kawasaki.
VVAA y los mejores consejos para social media
Podéis ver el artículo completo aquí, pero os traigo los recortes que me parecen más importantes para entender cómo funciona realmente eso del social media. Algo en lo que insiste la mayoría de los entrevistados es en recordar que a través de las redes sociales (¡y del blog!) no buscáis hacer ventas directas, sino afianzar vuestra imagen personal (sí, todo el branding y demás) y crear confianza con el consumidor/lector. Porque si no buscáis eso, insisto, podéis caer en la trampa del spam, del «compra mi libro» y de todo tipo de prácticas propias de todos esos autores que en algún momento os han caído muy mal por Facebook.
Esto es lo que dice Ramon Ray de Smart Hustle:
Da un 80-90% de información útil. Deja el restante 10% para la parte de «pedir» (el enlace de regreso a tu web o lo que sea).
Ray se refiere a que en redes conviene dar, sobre todo, información útil para nuestros seguidores, y reducir a un porcentaje pequeño la parte en la que enlazamos a nuestros propios contenidos y donde pedimos cosas.
También me gusta esto.
Piensa en el acrónimo FREA: Frecuencia (si no estás a la vista, no existes), relevancia (comparte con el público adecuado), enganchar (no seas aburrido) y análisis (mide lo que haces).
Así que si nos acordamos de la diosa Freya creo que vamos bien: ella está siempre presente (comparte lo bastante como para que la recordemos, pero no llega a agobiar), es relevante (trata con quien tiene que tratar, no llena el Valhalla de peticiones de Candy Crush ni vídeos de gatitos), engancha (sus historias son siempre entretenidas) Y analiza (mide las reacciones de sus enemigos para aprender cómo destruirlos con mayor eficiencia).
Me quedo también con lo que dice Daniela Uslan de Daniela Uslan:
La mejor forma de usar social media para incrementar tus ventas es usarlo para construir relaciones. En vez de pensar en las redes sociales como un sitio de transmisión y promoción, modifica tu forma de pensar y acércate a Twitter, Facebook, Instagram, etc., como sitios donde encontrar y conectar con tu gente. Dedícale tiempo a responder y a hacer preguntas, a compartir contenidos de otras personas, de hacer cosas por los demás. Cuando tus clientes potenciales confien en ti y vean que te importan, habrá más posibilidades de que te compren.
Esto es importante, pero hay que tener en cuenta que, al igual que ocurre con los blogs, solo funciona cuando das con el público exacto. Encuentro que las redes sociales y el blog no han sido el mejor sitio para vender mis libros, por ejemplo, pero sí han dado resultados muy positivos para los servicios que he ido prestando en su momento, específicos para escritores. Y he visto algo curioso: cuando alguien me pedía un presupuesto a puerta fría casi nunca me lo aceptaba (generalmente, alguien que pregunte por costes sin conocerte lo que está es buscando la opción más barata), pero cuando se trataba de un seguidor de mi blog, con quien tenía una relación de confianza establecida, el nivel de aceptación era alto.
Es difícil llevar esto al terreno de lo literario. Considero que la única forma de hacerlo es mediante la búsqueda de autores similares a ti, mirando cuál es su público, para luego interaccionar tú con él. Hay escritores que hacen esto muy bien, con excelentes resultados. Claro está que ayuda moverse en géneros populares, como el thriller, la novela histórica, la novela de fantasía juvenil o la romántica.
Es Ricky Figueroa, de Blog Launch Insider, quien deja más claro qué funciona y cómo. Para él, el secreto está en tu embudo de ventas, ese proceso por el que persuades a tus contactos de que tu producto es lo mejor que existe desde que alguien se puso a fermentar uvas y descubrió que aquello emborrachaba:
Este mensaje tiene mucha miga como para limitarme a ofreceros una traducción cutre. Vamos a ir paso por paso:
Traffic + STRATEGY = Conversions.
Las conversiones a ventas las obtenemos uniendo el tráfico que conseguimos de las redes sociales a una estrategia de venta.
The problem is: Most marketers focus on traffic and skip the strategy and that equals little to no conversions, no revenue and a big cost.
El problema, sí, es que muchos vendedores y promotores se preocupan por el tráfico (quieren mogollón y medio de visitas) y se saltan la parte de la estrategia. Esto resulta en conversiones muy escasas: nada de ventas y mucho coste en esfuerzo y dinero. Puedes ser portada de un diario nacional, por ejemplo, pero si el público no es el objetivo y no tienes una estrategia clara de captación y venta, esa exposición no te servirá de nada. Puede traerte muchísimas visitas a tu blog, web o lo que sea, pero no tiene por qué ser un público interesado en quedarse y/o comprar. Yo puedo hablar de un libro en Facebook y que eso lleve un puñadito de visitas al blog del autor, pero si en ese blog el autor no se ha currado un buen copywriting, si no tiene el libro visible ni un método sencillo de pago, probablemente no obtenga ninguna venta.
To succeed with Social Media:
– Develop a clear and strong strategy (Who your target audience is? What their main problems are? What they are already buying to try to resolve those problems? In which social media platform exactly they are more engaged? What kind of copy is inspiring them to buy? Etc…)
– Create a Clear Message (based on your research) for Your Campaign and make it part of your marketing funnel.
– Build the Marketing Funnel and Test it by sending some traffic through it. Track your numbers (traffic cost, optin rate, sales conversion, the cost to acquire a customer through your new funnel, the cost to acquire a lead, understand what your earnings per click (EPC) is, etc). KNOW YOUR NUMBERS. By doing so, you will be able to identify which areas in your funnel you may have to tweak or improve.
Para triunfar con redes sociales, Figueroa dice que necesitas estos tres puntos:
- Tienes que desarrollar una estrategia potente (¿quién es tu público objetivo? ¿Cuáles son sus intereses y problemas? ¿Qué ofreces tú para solucionar esos problemas y despertar su interés? ¿Qué están comprando ya que compite contigo? ¿En qué plataformas sociales se mueven más? ¿Qué tipo de promociones y textos los inspiran a comprar? Etc.). No sirve de nada hablar en LinkedIn a autores y editores si lo que quieres es llegar a lectores, por ejemplo.
- Tienes que crear un mensaje claro. Este mensaje tiene que sacarse de la investigación que hagas de tu público y competencia. Es parte fundamental de tu embudo de marketing.
- Construye tu embudo de marketing y pruébalo con algo de tráfico. Mira tus números (coste, cuántos se apuntan a tu lista de correo, conversión a ventas, origen de visitas y ventas, etc.). Tienes que CONOCER LOS NÚMEROS. Podrás identificar qué partes de tu embudo tendrás que mejorar.
A todo esto, muchos estaréis preguntando: ¿qué es eso del embudo?
El marketing funnel es básicamente un tubo metafórico por el que vas metiendo todo el tráfico que llega a tu encuentro. Conforme te van abandonando todos los visitantes que no están interesados, van quedando pocos que se van metiendo por un tubo cada vez más estrecho hasta llegar al objetivo final, que es la venta. Así, si escribes, no sé, dinoporno (¿por qué siempre elijo este ejemplo?), sería un poco tal que así:
Tras más de media hora buscando alguna imagen decente para ilustrar mi ejemplo, sin éxito, decidí hacer un boceto yo misma. Tras otra media gritándole a mi escáner, que por lo visto no se habla con mi ordenador, decidí fotografiar el boceto con el móvil. Lo siento.
Pero creo que más o menos se entiende. Tu embudo es el canal por el que vas captando a tu público objetivo, donde queda fuera la gente que no va a estar interesada en tu producto. Este proceso suele realizarse a través de varias herramientas de comunicación, entre las que el marketing por correo electrónico suele ser el más eficiente.
Y terminamos con Figueroa:
Perhaps, you will find out that your advertising campaign is not resonating with your social media audience. Maybe you find out that you need to improve your squeeze page or sales page. Perhaps, the way your offer is positioned sucks and you need to improve it. By knowing your numbers and the feedback you get from your audience, you will be able to do a better job with social media.
Puede que descubras que tu campaña de publicidad no está calando en tu público de redes sociales. Tal vez descubras que necesitas mejorar tu página promocional o tu página de ventas. Tal vez la manera en la que has posicionado tu oferta apesta y necesitas mejorarlo. Al conocer tus números y la respuesta de tu público, podrás hacer un trabajo mejor con las redes sociales.
De todas las respuestas de todos estos expertos del mercadeo, diría que extraemos las siguientes conclusiones:
- En social media, no buscamos ventas directas, sino una relación de confianza con nuestro público, que luego pueda traducirse en ventas mediante un embudo de captación (mediante listas de correo, peticiones y ofertas directas en web, posicionamiento en puntos de venta, etc.).
- No sirve de nada publicar y promocionar a lo loco. Las redes sociales exigen una estrategia, una estrategia que vamos mejorando con la experiencia y los números que nos proporcionan nuestros propios resultados.
Como ya sabéis, todo esto lleva mucho tiempo, así que pensadlo bien antes de lanzaros al divertido mundo de la autopromoción editorial.
Pero ya está bien de mercadeo. Cierro hoy con una reflexión de Niall Doherty sobre las navidades, ya que nos acercamos a las fechas de regalitos y demás.
Doherty y cómo regalarle a un minimalista
Vale, los escritores no somos minimalistas. Nos encantan nuestros materiales de escritura, hasta el punto de que podemos ser algo fetichistas, ya sea con la última pluma de la que nos hemos enamorado o la última app de productividad para escritores. Pero estoy muy de acuerdo con Doherty respecto a eso de que vamos acumulando con el paso del tiempo toda una serie de regalos que no necesitamos. Llegan incluso a convertirse en una carga: objetos con los que no sabemos qué hacer, pero que no podemos tirar ni regalar por miedo a ofender a la persona que tuvo el detalle de elegir algo que pensó que nos gustaría.
Seamos egoístas durante un momento. ¿Qué querríamos que nos regalasen? Y creo que los regalos que propone Doherty son perfectos para los que juntamos letras:
Tiempo y atención
No hay nada tan valioso para un escritor como su tiempo. Estas navidades, piensa en aquellas tareas obligatorias que te quiten más tiempo y pídele a tus familiares, amigos y pareja unos buenos vales con los que se comprometan a fregar platos, cuidar de niños, pasar la aspiradora o planchar el disfraz de conejo.
Fíjate que ni siquiera te he preguntado por qué tienes un disfraz de conejo. Yo soy así de discreta y tu vida sexual es así de curiosa.
Respecto a la atención, bueno… ¿qué es lo que queremos muchos escritores? Que nos lean. Que nos dejen hablar de nuestro libro. Querido novio: el mejor regalo que podrías hacerme este año sería escuchar durante varias horas de qué va mi siguiente novela, y toda la frustración que ha conllevado la escritura de mi último relato (José Antonio, si estás leyendo esto, ignóralo. Sigo prefiriendo todos esos libros de mi lista de los deseos de Bookdepository. Sí, las 112 páginas de libros. Gracias).
Una donación
Los escritores podemos ser bichos egotistas que no pensamos demasiado en los demás, así que igual este no es un regalo muy adecuado. Pero eso no quita que si tenemos alguna causa cercana a nuestro corazoncito, una donación en nuestro nombre puede ser un presente generoso y muy acertado. Creo que todavía no existen ONG como Escritores Sin Fronteras o Apadrina a un Autor, pero mientras puede servir cualquier causa medianamente noble.
Una experiencia
Los escritores tenemos que vivir mucho para tener algo de lo que hablar, sobre todo si no tenemos una vida interior a lo Kant-Woolf y nos bastamos con lo más bonico de nuestras entrañas para crear obras maestras. Así que un viaje, un curso o cualquier cosa que nos saque de casa puede venir muy bien.
O un spa. Por aquello de quitarnos el estrés de la centésima segunda editorial que no nos ha contestado.
Algo que se pueda consumir
Así es. Algo que no se quede en la estantería de la habitación de invitados, cogiendo polvo. Algo que se pueda comer, beber, gastar. Bombones especiales (nada de cajas rojas de Nestlé, por favor), un buen vino, unas sales de baño de lujo.
Un cumpleaños, una amiga no sabía qué regalarme y apareció con una botella de Disaronno.
No sé por qué recuerdo mejor ese regalo que muchos otros.
Bueno, vale. Algo material
Pero intentemos que sea algo que se vaya a usar. Materiales para un hobby (acepto cualquier cosa con la marca Faber-Castell, sí). Intentemos que sea algo especial, algo que no nos compraríamos por nosotros mismos. Algo decadente (y no pinches ahí si eres menor de edad). O realmente decadente.
Supongo que, al final, todos queremos tiempo y libros. Tiempo para escribir, tiempo para leer.
Es viernes y ya he escrito, así que me voy a hacer una bola enroscada con edredón, con libro y gato. Pero antes de irme, quiero compartir con vosotros algo que dijo David Mitchell (sí, el de El atlas de las nubes) sobre la desesperación. Podría ser mi regalo para vosotros.
Mitchell y la energía de la desesperación
Dijo David Mitchell en una entrevista reciente, cuando le preguntaron qué consejos daría a escritores jóvenes:
Aquí está mi consejo. Envía ese escrito y olvídalo. Ponte con rapidez a trabajar en lo siguiente. No te sientes al lado del teléfono, no mires tu email. No tengas esperanza. Ya has hecho algo grande, has terminado algo. Invierte toda esa energía que gastarías en una posible desesperación. Evita esa posible desesperación. Transfiere esa desesperación al siguiente manuscrito. De inmediato, al día siguiente.
No esperes a que te contesten. Si esperas, desesperas.
Invierte esa energía desesperada, ese enfado y frustración, en algo más productivo.
No esperes,
(en la espera te detienes, te bloqueas, no aprendes, no avanzas)
sigue escribiendo.
Está el embudo de la promoción, del marketing. Pero en la escritura solo hay un túnel, profundo, interminable. Si te quedas esperando a la luz del final, te vas a perder las pinturas rupestres, los grafiti, las luces brillantes de los coches. Ya llegará la luz.
Sigue escribiendo.
¿Te ha servido este artículo?
a) No. Es una mierda –> Vaya, lo siento. Intentaré hacerlo mejor la próxima vez.
b) Sí, me has solucionado la vida. Te amo –> ¡Gracias! Que sepas que hay cinco cosas que tú puedes hacer por mí:
- Compartir este artículo.
- Comprar alguno de mis libros. Si eres escritor, creo que sobre todo te gustará este, que sirve para corregir novelas. Más de 100 escritores dicen en Amazon que es útil, muy útil.
- Adquirir por un precio ridículamente simbólico alguno de mis artículos ampliados.
- Apuntarte a mi lista de correo, donde seguiré dándote la tabarra con artículos que no salen en el blog.
- Conseguir, gracias a los puntos 2-4, mi agradecimiento más sincero y mantenerme bien abastecida de vino, alimentos y manuales exhaustivos de análisis de patrones narrativos en el dinoporno.
Hola Gabriella. Buenísimo y muy completo tu articulo. Un estudio en toda regla. Y ha llegado a mi en el mejor momento: acabo de crear mi primer blog, y todavía no se muy bien por donde me da el aire. Mi motivación no es la de amasar una horda de seguidores, simplemente me gusta escribir y desde hace un tiempo tengo ganas de compartir mis escritos con quien quiera leerlos. Supongo que es una fase más de un proceso personal de apertura. Gracias por el trabajo que te has pegado para hacer esta entrada, lo utilizaré como lectura de cabecera mientras voy descubriendo cual es mi espacio en este cibermundo. Y entre tanto, seguiré tu máxima, con la que coincido plenamente: No esperar. Escribir.
Un abrazo.
Muchas gracias a ti, Andoni, por leer, comentar y compartir. Espero que te sirva en tu nueva aventura 😉
Y yo que utilizaba mi blog para escupir relatos llenos de pus y mala puntuación, tampoco sé por qué hay gente que los sigue visitando. Sobre tus enlaces decadentes, alguna vez conocí una línea de artículos de papelería que vibraban, (plumas y estuches). También había una autora que mordía las plumas, todo salió mal.
«alguna vez conocí una línea de artículos de papelería que vibraban, (plumas y estuches)».
No es mala idea. Muy útil para llevar en el bolso.
Confieso que no tengo un disfraz de conejo. Tengo un disfraz de demonio, otro de negra culona, otro de mora, uno de oso panda, uno de Lokomía (con abanico y todo), y uno de caballero de la mano en el pecho. Es lo que tiene vivir en Tenerife. Pero con el disfraz de conejo has conseguido que suelte la carcajada.
Por favor, dime que tienes fotos del del caballero de la mano en el pecho.
«Fíjate que ni siquiera te he preguntado por qué tienes un disfraz de conejo. Yo soy así de discreta y tu vida sexual es así de curiosa» jajaja me encanta. Y lo del dinoporno, creo que vas a tener que escribir del tema para sacarlo del sistema.
Creo que lo del dinoporno te pegó mal porque es el ejemplo más extremo de marketing para escritores. Es tan bizarro que se vende solo 😛
Tienes razón, no era un buen ejemplo 😉
Está claro que es un nicho potente. Voy a ponerme ya a documentarme sobre hábitos sexuales de tiranosaurios y velocirraptores.
Mi primer blog, con temas de opinión, ya cumplió diez años que fueron muy fructíferos, con buenos parroquianos consecuentes y cien mil visitas mensuales. Aprendí muchísimo de este mundillo, fui webmaster y diseñador web. Fue una etapa, como tantas otras.
Mi blog como escritor tiene unos cuatro años nada más. Me decidí a crearlo después de que comencé a «publicar», no solo a «divulgar». No, un blog como escritor no sirve para vender libros, como bien se ha dicho aquí, pero puede dar algunos frutos. De todos modos, en estas cosas yo prefiero no dar opiniones al respecto, ni para aconsejar su uso ni para desaconsejarlo.
Por curiosidad, J. Alfredo, ¿de qué temática era tu primer blog? Un problema corriente es que tenemos expectativas respecto a los blogs de escritor en relación a otros blogs de éxito, cuando es un nicho que tiene sus limitaciones y formas muy diferentes de funcionar y rendir.
«De todos modos, en estas cosas yo prefiero no dar opiniones al respecto, ni para aconsejar su uso ni para desaconsejarlo».
Buena observación. Cada persona es un mundo; además hay que tener en cuenta que la mayoría de los escritores no son realmente conscientes del esfuerzo y tiempo que deberán invertir para conseguir que un blog arranque.
Es un blog general de opinión. En él yo hablaba sobre literatura, música, cine, temas sociales, tecnología e internet, algo de política; todo eso. Lo creé expresamente para publicar un cuento sobre un gatico que me envenenaron, y mostrar la profunda relación que puede llegar a existir entre una persona y un animalito. Se tituló «Mucho más que un gato». Tuvo miles de descargas. Ahora forma parte de la colección de cuentos que publiqué con el título de «De gatos, trenes y un dragón». Luego de publicarlo seguí con el blog y superó por completo mis expectativas de incipiente bloguero. He tenido tres blogs más, que llevaba a la vez sobre temas distintos. Ahora solo conservo ese, «El guardián del faro» (guardafaro.net) y «Entre perros y gatos te veas». Además de mi blog como escritor, claro.
Justo estoy planenando iniciar un blog (con esta sería la cuarta vez que lo planeo) en donde pienso escribir al menos una vez a la semana. Que me sirva más como rutina que otra cosa (aunque tener lectores ayuda a la motivación.) Así que este recorte me viene de maravillas 😀
Mucho ánimo, entonces, Alexis. Es un camino largo, pero creo que merece la pena si lo disfrutas.
El mundo de las bitácoras es algo que me apasiona y al igual que con la ficción, cada día voy aprendiendo un poco más y disfrutando del camino. Hace unos días leí una entrada del blog The Daily Prosumer de Lorena White y hablaba precisamente de la importancia de analizar las estadísticas de nuestros blogs, ver qué funciona y qué no y de dónde proviene tu tráfico de visitas. Después de esta segunda llamada de atención (esta vez en tu blog) me temo que ya no tengo excusa para seguir aplazándolo.
La parte en la que hablas de regalos para escritores me ha parecido muy divertida en un primer momento, lo peor de todo es que es cierto: muchas veces el tiempo y las nuevas experiencias es lo que más necesitamos. ¡Fuera lo material! (Menos si son artículos de papelería o más libros. O… ¡un teclado steampunk!)
Y sobre la desesperación, como has dicho muchas veces escribir se trata más de sobrevivir en esto, de aguantar todo el camino. No podemos pararnos a pensar en qué será de nuestro bebé (sea un arcángel o la entidad amorfa cuya paternidad no nos gusta reconocer), lo más sano es continuar con nuevos proyectos. No hay nada peor que paralizarse y esperar, al mismo tiempo que deseas empezar con una idea, pero te empeñas en saber qué ha sido del menor de tus hijos. Ya hace años que dejé atrás esa actitud, es estúpida, escribo porque me gusta y lo necesito, lo que sucede una vez emancipados… ya es otro asunto.
¡Feliz fin de semana! 😛
«Hace unos días leí una entrada del blog The Daily Prosumer de Lorena White y hablaba precisamente de la importancia de analizar las estadísticas de nuestros blogs, ver qué funciona y qué no y de dónde proviene tu tráfico de visitas».
Uf, es que da mucha pereza, lo sé. Con todo, no creo que haya que hacer análisis minucioso y profesional, unos vistazos rápidos a estadísticas básicas nos pueden indicar por dónde estamos funcionando y por dónde más.
Un besazo, guapa, y gracias como siempre por leer y comentar 🙂
¡Buenísimo artículo, como siempre! Yo, lo que quiero con el blog que tengo ahora, que es el primero, es acostumbrarme a escribir todas las semanas, y además me sirve también para organizar mis propias ideas, la verdad. Pero quién sabe si llegará a algo más…
¡Muchas gracias Gabriella!
El blog es sin duda una herramienta fantástica para practicar y para desarrollar el hábito de escribir. Hagas lo que hagas con el blog, acuérdate de disfrutarlo 🙂
Como siempre un post muy bueno y muy completo. Da gusto leer así, aunque uno ya tengo un blog. Siempre se aprende algo.
¡Gracias, Carmelo!
Un artículo muy meticuloso, justamente lo que queremos saber cuando nos hacemos la pregunta que tú fórmulas. Y, como siempre, me troncho con tus puntillas. Sencillamente genial.
¡Mil gracias! Me alegro de que te sea de utilidad 🙂
Como siempre que leo un articulo tuyo me entusiasmas, en este no precisamente pensando en tener un blog, ya llegará el tiempo , pero si en otros puntos como el que das para uno adentrarse en las redes sociales y cómo agregarse a los escritores que escriben similar a uno. Hay una pregunta que hago con respecto a lo que menciona David Mitchell ,enfocado a escritores» jóvenes » y es; ¿Jóvenes de edad o jóvenes en escribir? porque yo soy una persona de edad en años , pero joven en escribir. Gracias Gabriella
En el artículo en cuestión del que cito, Mitchell se refiere a escritores jóvenes en edad, pero yo diría que puede aplicarse a cualquiera que esté empezando 😉
Mi blog es más un lugar donde reflexiono sobre mis propios errores a la hora de escribir que otra cosa. Me lo paso bien haciendo las entradas y no pienso en mucho más. También es cierto que un blog bien hecho requiere de tiempo (cosa que no tengo) y dinero. Así que me conformo con mi rincón y ya está.
Me ha encantado el artículo y ya está compartido 😀
«Me lo paso bien haciendo las entradas y no pienso en mucho más».
Pues creo que eso es lo importante, la verdad 🙂
«Tras más de media hora buscando alguna imagen decente para ilustrar mi ejemplo, sin éxito, decidí hacer un boceto yo misma.»
jaja, no hay foto en internet que mejore ese boceto xD.
jaja, y buenísimas las propuestas de regalos para escritores. se lo comentaré a mi hermano, que no le importa ayudarme o escucharme, pero que odia que lo haga en una cafetería o bar, que es donde a mi me gusta ^^
«Creo que todavía no existen ONG como Escritores Sin Fronteras o Apadrina a un Autor, pero mientras puede servir cualquier causa medianamente noble»
xDD
para finalizar, me quedo con lo de: «Sigue escribiendo» 😉
Pobrecito tu hermano, que lo llevas de bares para hablar de libros 😛
jaja, no lo sabes tú bien, porque igual que yo amo pubs de culto y cafeterías varias para estos y otros menesteres, él los odia (#truestory). ya me ha dado varios ultimátums. «en casa o nada». pero siempre acabo encontrando algo con que chantajearle ^^ :p
Pues nada, os tomáis unas cervezas en casa, te pones alguna app de esas de ruido de cafetería de fondo y los dos contentos.
El dibujo del tubo metafórico me ha encantado xD
A mí también, pero no se lo digas a nadie 😛
[…] Cómo saber si deberías tener un blog (Y otros recortes literarios) […]
Interesante, útil y abrumador artículo. Todo el tema de la estrategia me trae de cabeza.
Es complicadísimo, aún teniendo esta información, aplicarla, pero bueno, nadie dijo que esto fuera a ser fácil.
Un saludo y gracias por tu trabajo.
Me ha gustado lo de «abrumador». Toda la información relacionada con mercadeo y promoción literaria es un verdadero mar donde ahogarse, sobre todo teniendo en cuenta la también abrumadora cantidad de información inútil que hay ahí fuera. Para eso estoy yo, para probar cosas y deciros si funcionan 😛
Un beso para y ti y gracias de nuevo por leer y comentar.
¡Vaya! Acabo de descubrir tu página y me he pasado de link en link, está genial e interesante, me parece que tienes información muy útil y me he enterado, o eso creo, a pesar de estar medio dormida. Así que muchas gracias y seguiré investigando ºuº.
¡Gracias, Mónica! Espero que te aproveche el resto del blog 😉
Que tu blog esta muy bien, te felicito, te cuento que soy un escritor nuevo que recién esta por auto publicar su libro como Ebook, pero, como pones en uno de tus artículos, soy uno de los que se pusieron un blog para promocionar su libro, wordpress génesis y todo, lleva un mes y esta muerto, jaja, te juro, no he escrito nada, no es que no pueda escribir un articulo bueno, eso si puedo…pero es que después de tener el blog, no encuentro como promocionar mi libro, pues nadie me conoce, tengo mil ideas para hacerlo un blog medio entretenido y decente, pero no para lo que realmente lo quiero, estoy en modo zombie, espero que ahora leyendo tus concejos el hamster comience a dar vuelta la rueda, por que si no…un abrazo, escribes muy entretenido.
Mucho ánimo, Marcelo, tener un blog que funcione y acapare visitas no es nada fácil. Si no sabes cómo centrarte ni qué tipo de blog puede funcionarte mejor, echa un ojo a este artículo: https://www.gabriellaliteraria.com/blogs-que-si-funcionan/
Estupendo artículo. Muy útil, sobre todo porque al leerlo acabo de descubrir algo importante, muy importante: no quiero ser escritora de vocación externa, de hecho no lo soy, ni podré serlo nunca. A pesar de que pronto saldrá mi primera novela (autopublicada) y tendré que pasar por el aro, supongo. Será algo así como fingir un orgasmo, porque en el fondo me disgusta tener que hacer tareas que me aparten de mi auténtica vocación interna.
Al menos, después de leerte, me queda el consuelo de que no soy un bicho raro.
Te entiendo muy bien.
Lo bueno de querer fingir un orgasmo es que si te metes mucho en el papel e investigas y das con las personas adecuadas, es posible que al final te lo pases muy bien y tengas un orgasmo de verdad. No sé, eso es lo que me ha ido pasando a mí. Pensé que nunca sería capaz de compartir mis cosas, de promocionarme, y cuando empecé a tomármelo como un reto y un juego, todo cambió bastante.
Sea como sea, ánimo con tu primera novela. En la autopublicación nos toca mucho más trabajo de mercadeo, pero también está la recompensa de que cada libro que vendes lo has vendido tú, con tu esfuerzo y perseverancia.
¡Hola Gabriella!
Confieso que he dado con tu blog por un maravilloso acto al azar (entiéndase que llevo todo el día tratando de responder a la pregunta: ¿De verdad necesito un blog para vender mis libros?).
Después de incontables horas de trabajo terminé la primera novela que decido publicar. Como ya sabrás, ahí comenzaron las pesadillas. De pronto descubrí que escribir era la parte fácil. Una vez terminada, vino todo el proceso de revisiones, portada, maquetar y mil cosas en las que nunca antes había pensado. Todo esto para poder pulirla y entregar un producto de calidad, que no se vendará tan rápido como yo erróneamente creía mientras paseaba por mi burbuja de fantasía color rosa.
Me tocó ponerme a investigar. Ahí la pregunta, ¿cómo es que lo hacen los profesionales? Y madre mía, todos coinciden en que hay que tener un cuartel general trabajando a toda máquina para construir una relación con tus futuros lectores (¿Un blog? ¿De verdad? ¿Acaso los lectores no salían de debajo de las piedras como los duendes?) No te comento las palabras que vinieron a mi mente porque Ebo no las aprobaría.
El caso es que gracias a la divina providencia he dado con tu página y me he sentido como “niño en día de reyes”. Llevo más de tres horas leyéndote y no me canso de abrir cada uno de los regalos que has dejado en tus líneas. Eres simplemente genial y me encanta la forma en que abordas cada tema. Tienes asegurado un espacio en mis redes y en mi futura pesadilla de blog para compartir tus contenidos (evidentemente con enlaces a tus propios post y con todo el crédito que mereces por el excelente trabajo que haces).
P. D. Las sutiles sugerencias que dejas para comprar tus libros son más que efectivas. Lograste convencerme de comprar “70 trucos para sacarle brillo a tu novela: corrección básica para escritores”. Estoy seguro que aprenderé mucho de ahí. Y lo más importante, me salvaré de la paleta de Hello Kitty.
¡GRACIAS! ¡GRACIAS! ¡GRACIAS!
Un abrazo desde Costa Rica.
«¿Acaso los lectores no salían de debajo de las piedras como los duendes?»
Me ha encantado esto, Yeison. Es que es una mentalidad que creo que todos tenemos al principio. Qué duro es descubrir la realidad.
Muchas gracias por añadirme a tus lecturas. Y por comprar mi libro, que es lo máximo de lo máximo que puede hacer alguien que visite mi blog 😉
[…] a todas esas preguntas es NO, igual conviene reflexionar acerca de ese famoso embudo de mercadeo del que tantas veces os he hablado. Facebook está en la parte más ancha del embudo, pero necesitas también la parte estrecha para […]
Siempre me estresa pensar en marketing. Soy tan mala en relaciones sociales (tengo asperger) pero me gusta tanto recibir feedback de lo que escribo que no dejo de intentar.
Quería preguntarte por lo de donaciones. Dijiste que no existe algo como «escritores sin fronteras», pero Patreon está ahí. Sí, está sólo en inglés por ahora (todos los escritores hispanohablantes deberían hacerse una cuenta para alentar a que lo traduzcan), pero es una excelente forma de recibir apoyo. Yo sólo tengo dos personas allí, pero recibir trece dólares por escrito es una inmensa ayuda. Cada centavo cuenta en esta profesión de pobres y muertos de hambre.
Gracias por esta entrada y espero que algún día el dinoporno se haga popular para que tengas éxito (deberías ponerle copyright al término, por las dudas).
¡Por desgracia no lo inventé yo! El dinoporno ya existía, estaba ahí a la espera de que lo descubriésemos 😛
He mirado Patreon en alguna ocasión, pero no termino de verlo para mí. Para otros escritores tal vez llegue a ser una salida, pero creo que funciona mejor en EEUU porque hay una mayor conciencia de pagar por valor. En España somos más del «dámelo todo gratis» (ay).
Si, en Argentina tenemos el mismo problema. Además, con toda la página disponible única y exclusivamente en inglés, muchos se acobardan al momento de introducir el número de su tarjeta de crédito.
Excelente artículo!!
Solo una cosa. Invertí el orden de los regalos decadentes por favor!!
El primero me hizo reir y el segundo me dio un bajón muy grande con los precios xD.
Abrazo!