Desde que empecé a hablar de escritura en este blog, recibo preguntas todas las semanas. Son de otros escritores, de personas que han escrito un poema, un relato; que han escrito un libro. Algunos son aficionados, que escriben por el gusto de escribir; otros, más profesionales, buscan publicar y darse a conocer. Todos están llenos de dudas.
Siempre intento contestar, aunque sea para decir: «No tengo ni p*******a idea». Y ahí es cuando me dicen que vaya mala lengua tengo, que qué poca vergüenza. (Con razón). O no me contestan siquiera y yo me enfado, porque los primeros siete años de mi vida los pasé en Inglaterra y la importancia suprema de los modales y de la educación me roe las entrañas como bichitos maniáticos y completamente inútiles.
Creo que con este blog he abierto la caja de Pandora. O de los truenos. O una caja a lo Hellraiser, que la abres y se desencadena el infierno de la hora diaria solo para contestar emails.
Hola, soy tu bandeja de correo.
Yo no soy quién para darle una respuesta válida a estas personas. Mi escritura no es fantástica y perfecta, ni vendo millones de libros (algo que deberíais intentar solventar, digo yo. Comprad mis libros. Por ejemplo, este, que es muy útil). Siempre he pensado que para hablar de algo hay que saber de ello, por haberlo experimentado en tus carnes o, por lo menos, haberlo leído del teclado de alguien que sí sabe. Me fascinan los blogs de personas que acaban de empezar a escribir y ya están publicando decálogos y montando cursos y asesorías (aunque, reconozcámoslo, publicar listas de diez es divertido; decirle a los demás qué deben hacer es más divertido aún).
Considero que, en el mejor de los casos, puedo ofrecer un poco de apoyo a los que se sienten confundidos con todo esto tan complicado de escribir y publicar, aunque sea explicando aquello que parte de mi propia experiencia. Tal vez puedo ayudar a que otros aprendan de mis errores (los aciertos tienden a ser menos, y menos fiables). Y también puedo hablar de lo que he observado en otros que han acertado (y fallado) mucho más que yo.
Dedico mucho tiempo a contestar a estas dudas. Algunas son técnicas, sencillas; otras tienen un fuerte (y sorprendente) componente psicológico (cada vez estoy más convencida de que la labor artística y la depresión van de la mano). Así que pensé que ese tiempo tendría mayor rentabilidad si compartía mis respuestas con todos vosotros. Tal vez a otros también les sirvan.
Así que ahora existe esta categoría, que llamaremos consultorio. Vamos con la primera consulta.
No sé por dónde empezar
Una de las preguntas más frecuentes que recibo por email es una variante de esto, que recibí hace una semana o así en mi bandeja de entrada:
te agradezco solamente me recomiendes algún artículo en particular sobre cómo publicar cuando se tiene obra terminada, por dónde empiezo.
Esto de escribir es tan complejo que tendemos a meternos en miles de detalles avanzados. Olvidamos que hay muchas personas que se enfrentan a la gran pregunta del principiante: ¿por dónde empiezo?
No hay ningún artículo que resuelva completamente esta cuestión, ya que cada caso es único y requiere una asesoría distinta. ¿Por dónde se empieza? Depende de la situación en la que uno se encuentre:
- a) Acabo de empezar, apenas tengo unos cuantos relatos/poemas/textos.
- b) He escrito mi primera novela y no sé cuál es el siguiente paso.
- c) Tengo varias obras terminadas pero sin publicar y no sé qué hacer con ellas.
En el caso a), creo que hay muchas opciones interesantes. Los concursos literarios, por ejemplo, son una buena forma de animarse a practicar e ir cogiendo soltura. Siempre está, además, la opción de ganar alguno y entrar en contacto más directo con el mundo editorial. También son recomendables los grupos y talleres de escritura, para ir aprendiendo del feedback de aficionados y de profesionales y para encontrar un punto de apoyo y networking en el mundillo complicado este de la escritura.
Cuidado con eso de confundirte y acabar en una secta en vez de un grupo online de escritores. No serías el primero al que le pasa.
Al comienzo, un buen grupo de personas que estén en circunstancias similares a la nuestra es muy muy útil. También podemos recurrir a redes de interacción directa con lectores y escritores, como Wattpad, que es otro modo de ir buscando (y encontrando) nuestra voz como autores. Un blog de ficción, donde publiquemos textos de manera periódica, puede ser eficiente también, ya que nos obliga a crear una planificación y rutina de trabajo.
Lo importante en a) es terminar y compartir. Necesitamos compartir para entender la respuesta de nuestros lectores. Y es muy dolorosa esta parte, porque son las críticas constructivas las que más debemos escuchar. No hagáis caso de los que os digan que sois la leche. Si lleváis poco escribiendo, si todavía no tenéis nada terminado, es poco probable que seáis la leche. Seguramente quedará un proceso largo de aprendizaje por delante.
Una vez llegamos a b), hay muchas posibilidades. Una sola primera novela, un primer poemario, un primer libro de relatos… no serán, seguramente, lo mejor que hagáis nunca. Por supuesto, movedlo por concursos y enviadlo a editoriales si queréis. Podéis incluso autopublicarlo. Pero yo recomiendo ver esta obra como una obra intermedia, un paso necesario en el proceso para llegar a algo mejor. Buscad a un lector profesional que sea alucinantemente bueno/a, alguien que vaya más que recomendado/a. Y pagadle para que os diga todo lo que falla en vuestra obra.
(Os recuerdo que los mejores lectores profesionales no son los más baratos).
Tras el informe, decidid si merece la pena arreglarla o empezar otra.
Todos los escritores realmente buenos que conozco (e incluso los que no son tan buenos a mis ojos subjetivos, pero disfrutan del éxito comercial) han escrito un buen puñado de novelas antes de conseguir publicar (o antes de conseguir publicar en algún sitio que merezca la pena).
Ten prisa por compartir, pero no por publicar a lo grande. Dicen que el tiempo de aprendizaje hasta conseguir un mínimo de maestría en algo son unos siete años. Puedes crear algo hermoso a los tres, claro. Pero no corras a autoeditar tu primera novela, no corras a enviarla a una editorial grande. Estudia, aprende, lee muchísimo. Júntate con otros escritores. Ve a eventos y conoce a editores, a correctores, a diseñadores. Habla con ellos. Haz tu pequeña red.
Ten paciencia. Piensa a largo plazo.
En el caso c), claro, todo se complica. Este es el momento de enviar tu mejor trabajo a editoriales o de considerar una autopublicación de calidad. Aun así, sigo recomendando ese informe de lectura (o varios, para tener distintas perspectivas). Podemos repetir los mismos errores una y otra vez, sin darnos cuenta.
Para todo lo demás está este blog. Está lleno de apuntes, notas sobre el resto del camino. Otros blogs y otros escritores estarán a otras alturas del camino y hablarán de sus experiencias. Busca a los que están por encima de ti, los que han avanzado más que tú, examina su proceso. Aprende de ellos. Huye de los que te prometen realizar tus sueños (¿qué sabrán ellos de tus sueños?).
Pero sin agobios, ¿eh? Hay tanta información ahí fuera que no debemos olvidar que lo más importante sigue siendo lo de siempre: escribir.
Y leer. Y todo lo demás que hace falta para cumplir nuestra condena de autores malditos y felices.
Esta sección promete. Yo me siento demasiado tímido para echarle el morro de preguntarte mil y una cosas por correo, así, sin que hayas dicho que es buen momento para hacerlo ni nada. Así que agradecí mucho el tema del video animando a sacar a relucir nuestras dudas. Ahora, con una sección así, igual me evitas tener que seguir planteandome si la necesidad de mi ignorancia está por encima del respeto a tu tiempo.
Bueno, a todo no podré contestar (hoy he estado una hora sentada delante del email, uf). Pero se hará lo posible.
Entiendo perfectamente a la persona que te ha lanzado esa pregunta. Son tantas cosas las que leemos que hay que hacer o que se deberían hacer, que es difícil saber por dónde empezar a abarcarlas. Ánimo con la nueva sección 😉
¡Gracias, Sara!
¡Y otra sección, oiga! ¡Vamos que lo estamos dando, que lo estamos regalando! Madre mía, te vamos a acribillar a preguntas. Das mucha información, y muy buena (incluso considerando que eres una persona a la que no le gusta el café…) Así que esta sección, como han dicho arriba en otro comentario, promete. Hace un par de días me contestaste a un comentario, y me encantaría volver a preguntarte… y como yo, seguro que muchos. Haces un esfuerzo titánico llevando el blog (y encima escribes relatos estupendos), así que toda ayuda que ofrezcas es más que bienvenida. ¡Gracias!
Obviamente no podré contestarlo todo, pero por lo menos las cuestiones que considere que afectan a más gente se podrán ir viendo. Ahora estará la cosa más tranquilita hasta que vuelva de viaje el 10 de agosto, a ver si aprovecho para descansar un poco 😉
Muchas gracias!!!!
¡De nada!
Menuda caja de Lemarchand (aka configuración de lamento) te has apañado.
Como si la pregunta fuera fácil de responder.
Deberías exigir que este tipo de correos te los enviaran con un encabezado estilo «Querida doctora Gabriella…».
Bueno, muchas gracias como siempre por compartir tus reflexiones.
¡Saludos!
Je, puse lo de «esa cajita de Hellraiser» para ver cuántas personas comentarían indicándome cómo se llama. Por ahora vais dos 😛
«Deberías exigir que este tipo de correos te los enviaran con un encabezado estilo “Querida doctora Gabriella…”.
Ná, mis consultas favoritas son las que empiezan con «me he comprado todos tus libros y…».
Pero la opción «querida doctora…» es más flichornosa 😉
Buen método para detectar pedantes, por cierto. 😀
Jajaja, no te imaginas qué risas el día que puse una falta de ortografía a propósito (y eso que puse una nota al final del artículo al respecto) ;P
Buena sección. La verdad es que nunca sabes si has aprendido lo suficiente o eres suficientemente buena. Lo ideal como dices es formarte, y escribir y leer mucho. Para entrar en el mundo editorial, es verdad que uno se pierde en esos mundos.
Por eso esta nueva sección va a ser muy leída.
Un besillo.
Gracias, María, espero que sea así 🙂
Hola, Gabriela:
No sabes cuánto agradezco este artículo, me encuentro en esta situaciíon. Después de haber escrito seis novelas, me he decidido a publicar. En ocasiones anteriores había mandado algunos ejemplares a editooriales como Caligrama y Editorial Círculo Rojo, entre otras, y siempre me las han aceptado, pero no me decidía porque me faltaba la faceta del Márketing. Ahora que ya tengo mi página web y participo en redes sociales, me he decidido. Sé que pagaré el pato, pero alguna vez había que hacerlo.
Un saludo y gracias por el relato.
Suerte con eso!