Facebook es un tira y afloja de amor y odio.
No solo es un agujero negro devoraproductividad. Es un punto de encuentro de debates estériles, del malentendido, del «no tienes ni idea, pero yo sí». Y no hablemos ya de los problemas de privacidad, del dichoso edgerank, de la publicidad de pago mal enfocada, etc., etc., etc.
Facebook: devorando materia (sobre todo gris) desde 2007 d. C.
Sí, tiene cosas buenas, pero ha habido un par de ocasiones en las que he considerado dejar Facebook. Sé que no soy la única.
Luego me di cuenta de que lo estaba usando mal.
Mucha gente ve Facebook como un escaparate donde vomitar sus pensamientos más o menos profundos, sus preocupaciones, quejas y, sí, ese «compra mi libro» que tanto toca la moral. Desde fuera, solo vemos ese líquido pardo lleno de tropezones que se ha quedado pegado al cristal. Solo eso.
Pero Facebook podría ser tu mayor fuente de visitas y, a la larga (¡si lo haces bien!), de conversión a ventas. Yo no tengo una página inmensa (me acerco a los 2000 seguidores, que en comparación con otras páginas «profesionales», no es demasiado), pero es la mayor fuente de tráfico y seguimiento para mi blog. Me quita mucho menos tiempo que otros recursos, como Twitter o esta web (sobre todo cuando escribo artículos interminables como este). Junto a mi lista de correo, es mi mayor punto de partida para entender lo que preocupa a mis lectores. Su rentabilidad, en este sentido, me parece óptima.
Porque en Facebook no se trata de cuántas personas te siguen, sino de quién te sigue y por qué. Coleccionar seguidores porque sí no sirve de nada. He visto páginas de más de 10000 seguidores sin seguimiento activo, sin sentido ni porqué.
Mucha gente ve Facebook como un escaparate para proyectar su voz. Creo que esto es un error. Cuando entendí esto, mi manera de relacionarme con Facebook cambió de forma determinante.
Tenemos que dejar de pensar en Facebook como un sitio donde lanzar cualquier cosa y empezar a pensar en Facebook como un sitio donde conversar y, sobre todo, escuchar. Bien usado, Facebook puede ser la mayor herramienta de marketing que has tenido y tendrás (sospecho que todavía andará por aquí dentro de unos años). Para ello, para sacarle el máximo rendimiento como escritor/a (y aprender y divertirte en el proceso) me gustaría hacer las siguientes sugerencias.
¡Atención! Este artículo no es longform, es kilometricform. Sí, lo de "guía rápida" era mentira. Vamos, que es largo de narices (¡y aun así no hago más que arañar la superficie de este monstruo!). Haceos un café, un té, cogeos la botella de tequila y poneos otro cojín bajo el culo.
¿Listos? Lo primero y más importante:
1. Deja de usar Facebook como tu patio personal
Estoy segura de que tienes muchas cosas interesantes que contar, pero también las tienen los demás millones de usuarios que utilizan la red social. Del mismo modo, ¿realmente quieres compartir detalles íntimos de tu vida con gente que apenas te conoce (porque, seamos sinceros, nuestros «amigos» de Facebook no son nuestros amigos fuera de las redes)? Desde que intento usar Facebook desde una perspectiva más profesional que personal, encuentro que no solo me va mucho mejor, también lo disfruto más.
Creo que somos más sensibles a Facebook de lo que queremos creer. No sé si recordaréis ese experimento que se hizo con grupos de usuarios, donde se comprobó que un exceso de mensajes negativos en su feed modificaba su ánimo. El estudio fue polémico, porque los usuarios desconocían que estaban siendo sujetos de esta manipulación, pero a mí personalmente me dio mucho que pensar. Noté que las mañanas en las que entraba en mi página de inicio de Facebook a primera hora tenía peor humor, estaba incluso enfadada, peleada con el mundo. Luego salía a la calle y el sol brillaba y la gente me sonreía, y me preguntaba de qué burbuja de tormenta negra había salido.
Y es que Facebook muestra lo peor de nosotros mismos: lo menos considerado, lo más rápido, lo más efímero. Solo en Facebook puedes encontrarte a personas que de cara a cara son realmente interesantes y majas diciendo barbaridades que no esperarías de tu peor enemigo (creo que en Twitter de eso hay menos, porque caben menos barbaridades en 140 caracteres). Sí, creo que saca lo peor de nosotros, porque lo usamos como un lugar donde vomitar, sin tener en cuenta cómo afecta a los demás lo que vomitamos. Y cómo nos afecta a nosotros.
En Facebook todo el mundo puede oír tus gritos... pero solo contestan si cuelgas selfies en condiciones.
Claro que a veces comparto cosas personales (tanto en mi perfil personal como en el de Gabriella Literaria). Pero si quiero desahogarme, si quiero vomitar, quedo con mis amigos o hablo con mi familia o le susurro encabronada a mi gato. Funciona mucho mejor (aunque a mi gato no parece hacerle mucha gracia) y me deja tiempo y ganas para compartir aquello que sí considero que merece la pena: contenido cuidadosamente seleccionado para aquellos que siguen mi página. Desde que actúo de esta manera, noto que Facebook me quita mucho menos tiempo y que además mi interacción con otros usuarios es mucho más eficiente.
En resumen: si quieres usar Facebook para promocionarte como escritor, deja de usarlo como un patio de vecinos y empieza a usarlo como una herramienta.
2. Empieza a tratar a la gente como si la tuvieras delante
¿Te acercarías a alguien por la calle, a alguien a quien no conocieras de nada, y le gritarías COMPRA MI LIBRO? No, ¿verdad? (¿VERDAD?). Con frecuencia olvidamos que las redes sociales no son una especie de realidad virtual inexistente de videojuego, sino que hay personas auténticas al otro lado de la pantalla. Así que tus habilidades como buen orador, tu habilidad para captar la atención de alguien, funcionan igual que en la vida real. Vas a tener que tener una voz y un discurso persuasivo y agradable si quieres que te escuchen. Porque Facebook a menudo es el gran concurso de ver quién grita más alto y repetido, y al final siempre gana quien habla de manera más sexy y seductora.
O quien se parece más a George Takei, el auténtico rey de Facebook.
Repito: no uses Facebook para gritar, úsalo para interaccionar con tus lectores de manera educada y respetuosa. Crea un entorno donde se sientan cómodos y a gusto. Empieza a pensar en qué les interesa a ellos, en qué puedes ofrecerles para que acudan a ti.
A no ser que ya tengas un gran seguimiento, recomiendo que, al crear una página desde la que pretendas acaparar visitas para tu plataforma o para tus libros, no le pongas simplemente tu nombre. Piensa en cuál es el público al que quieres llegar y qué puede interesarle. Yo tengo mi perfil personal, de toda la vida, con mi nombre, pero mi página de literatura, que uso como autora, es Gabriella Literaria, no solo porque es reconocible por este blog, sino porque ese Literaria deja muy claro qué va a encontrarse la gente.
Tampoco recomiendo crear páginas solo para libros concretos. Por lo menos en mi experiencia (y en lo que he visto en otros autores) no es una buena idea. Hay un límite de cosas que pueden decirse de un solo libro y hablas solo para gente que ya ha comprado tu obra (si no, ¿para qué seguirían la página de un libro?): hablas a un público que ya te conoce, no estás captando nuevos seguidores (¡y nuevas ventas!). Es mejor utilizar plataformas más generales en Facebook (ya sean páginas personales o profesionales) para ir compartiendo las novedades conforme ocurran, y aprovechar así el tirón de tu seguimiento general.
3. El debate es positivo, pero sé consciente del tiempo que quita
¿Os acordáis de todo eso del efecto Zeigarnik? Facebook aplica este efecto de manera muy perniciosa. ¿Cuántas veces has contestado de manera conflictiva a algo en Facebook, y has estado pegado/a a la pantalla luego durante una hora, solo para ver qué te respondían? ¿Cuántas veces se te han ido minutos incontables intentando convencer a alguien (que nunca será convencido) de que está equivocado/a?
Un buen debate es importante, y personalmente creo que deberíamos tener siempre a personas con ideales diferentes a los nuestros a nuestro alcance, para abrir nuestras miras y evitar caer en sesgos de confirmación. Pero cuidado con el peligro de entrar a debate con personas que a) no muestran respeto y personalizan todas las conversaciones; b) aman tanto el debate que harán de abogado del diablo solo por tenerte discutiendo media hora más y c) tienen conflictos emocionales y problemas personales que pagan con el pobre al que le toque en ese momento en la red social más cercana.
Como ya he dicho antes, creo que si buscas utilizar Facebook de manera profesional, tienes que aprender a alejarte de muchos debates. No porque se traten temas complejos y conflictivos, sino porque probablemente no dispongas del tiempo y la energía mental necesaria como para entrar en esas conversaciones. Resérvate ese tiempo y energía para conversaciones en persona, donde puedes ofrecer toda tu atención a tu interlocutor, además de permitir que entre en juego el lenguaje gestual y lo que eso implica para una comunicación clara y correcta.
Desde que Kayla dejó Facebook, ha optimizado sus habilidades de comunicación proxémica e interespecial, y su negocio de estilismo de perros goza de un crecimiento imparable.
Pocas cosas quedan tan mal como ver a un profesional, ya sea él mismo o su community manager, perdiendo las formas en alguna cuestión peliaguda. Recuerda que cuando te metes en el barro con un cerdo, tú sales manchado y el cerdo, muy contento.
A no ser que tu marca personal se base en la discusión y el conflicto, no confundas este tipo de debate, que normalmente solo te aporta atención rápida a corto plazo, con lo que realmente necesitas, que es interacción consistente a largo plazo. Sobre todo en las páginas profesionales, que por los algoritmos de Facebook tienen menos visibilidad en el feed ajeno, te interesa que todas tus publicaciones tengan muchos comentarios y que se compartan. Por esto, te interesa contenido que apetezca compartir (buen diseño, lectura clara, aplicaciones prácticas), y que despierte un tipo de conversación sana, donde los que vean el contenido puedan dar su opinión en un entorno seguro (acuérdate de eliminar participaciones groseras o que falten al respeto a otros participantes) y fértil.
Un ejemplo. Imagínate que quieres hablar de libros donde el tema central sea la religión. Quieres enlazar a un artículo sobre el tema, o simplemente quieres que tus contactos/seguidores participen. Podrías abrir dicha conversación de dos modos:
Contenido A: «La religión no sirve de nada y es un lastre para la sociedad». O también: «Todo el mundo sabe que los ateos se alimentan de niños».
Contenido B: ¿Qué títulos de libros conoces que analicen la influencia de la religión en la sociedad? ¿Cuáles recomiendas y por qué?
El contenido A parte de un supuesto que puede despertar el debate, pero que te va a tener bastante tiempo moderando y contestando a respuestas indignadas. El contenido B dirige el debate hacia el tema de tu página (al ser escritor, doy por sentado que este estará relacionado con la literatura) y anima a los lectores a aportar un punto de vista, sin por ello expresar un supuesto definitivo de partida.
4. Aprende a aumentar tu alcance
Si eres escritor, tienes varias opciones para darte a conocer a través de Facebook. En primer lugar, tienes tu perfil personal, aquel que usas con amigos y conocidos. Luego, tienes tu página «profesional», de escritor, donde puedes recibir «me gustas» de posibles seguidores. Y para terminar, puedes también aprovechar tu presencia en grupos y comunidades.
Cada una de estas opciones requiere un comportamiento algo distinto. En tu página personal, es normal y aceptable que solo compartas contenidos sobre ti y lo que te interesa; en una página profesional es aceptable, pero no recomendable (¡me aburroooo!); en un grupo es inaceptable.
Y aquí está lo sorprendente: tu alcance crece si aprendes a usar las tres cosas, y aprendes a usarlas bien. Lo explica muy bien SumoMe en este gráfico:
¿Cómo conseguir mayor alcance y seguimiento a través de Facebook?
- Aumentas tu presencia general en Facebook. Esto se consigue…
- creando (y buscando) contenido de gran atractivo para compartir y…
- compartiendo ese contenido en tus páginas profesionales y los grupos en los que participas, de ahí que consigas…
- que lluevan las visitas a tu web/blog/página de ventas, etc.
¿Cómo encontrar contenido muy atractivo para compartir?
Puedes crearlo tú, claro. Pero recuerda que, como mínimo, la mitad de lo que compartes debería ser de otras personas. Esto fulmina la impresión de que estás todo el dichoso día hablando de tu libro. Pero no vale compartir cualquier cosa ajena. Debes compartir aquello que crees que gustará a tu público objetivo. Así, ellos tendrán un interés general en tu página (o páginas), y acabarán pinchando también en tu propio contenido. De poco sirve compartir un artículo sobre la moda rococó en el París dieciochesco en una página de fútbol (aunque podría hacer que los uniformes fueran un poco más interesantes); de poco sirve compartir noticias sobre comportamiento animal en una página de política.
Aunque igual me equivoco en esa última afirmación.
¿Con qué frecuencia (y cuándo) publicar?
He visto estudios incontables (¡incontables! ¡Por lo menos más de cuatro!) sobre este tema y todos daban respuestas distintas. Hay quien dice que conviene publicar en los momentos de mayor uso de esta red; hay quien afirma que es mejor publicar en los momentos de menor uso, para que haya menos competición con otras páginas y más posibilidades de aparecer en los feeds de tus seguidores. Personalmente encuentro que para mi página lo mejor es publicar dos o tres veces al día, y obtengo los mejores resultados en los artículos que comparto sobre las seis de la tarde en días laborables. Para ti tal vez será diferente, te animo a experimentar y comprobar qué entradas tienen mejor nivel de interacción, cuándo y por qué.
En lo que sí están de acuerdo los expertos es en la frecuencia de publicación: a diferencia de Twitter, donde conviene publicar mucho por su carácter efímero, con Facebook no tiene mucho sentido publicar más de dos o tres veces al día, por aquello de que las publicaciones se muestran a los usuarios poco a poco, y una saturación de posts hace que estos pierdan alcance.
¿Cuánto contenido propio puedo publicar?
En Twitter, por ejemplo, puedes llegar a tener una relación de contenido de 3/1 (2 o 3 enlaces ajenos por cada uno tuyo), pero en Facebook es aceptable llegar incluso a hacer un 2/1, siempre que no compartas con demasiada frecuencia y siempre que tus contenidos tengan interés propio y valor real para tus destinatarios. Con esto quiero decir que puedes compartir a menudo publicaciones de tu propio blog, por ejemplo, pero si todos los días hablas de tu libro, sin duda acabarás cansando al personal. Y es que hay que tener en cuenta algo importante:
5. Compartir no es solo compartir
Hemos dicho que compensa compartir contenido atractivo, sea de quien sea. Pero no acaba ahí la cosa. Tienes que «vender» lo que compartes. No vale simplemente hacer un share desde la web original. Tienes que fomentar los comentarios, la participación, y además tienes que dar algunas pistas para que tus seguidores se den cuenta de que no estás simplemente compartiendo sin mirar, y para que tengan la suficiente información como para decidir si les interesa o no dedicar sus preciados segundos de atención a aquello que les estás mostrando.
En cuanto a tu contenido original, deberás optimizar aquello que compartes para tener más posibilidades de que salte a la vista y de que se cuele por los algoritmos de Facebook, para que lo vean (¡y pinchen!) la mayor cantidad posible de personas. Un mensaje comentando el artículo compartido ayuda, sí, pero si compartes contenidos propios, ten en cuenta algunos puntos:
-Procura utilizar en tu artículo una imagen lo bastante grande como para que Facebook la coloque como imagen grande sobre el título compartido. Si es horizontal (apaisada), Facebook le otorgará casi siempre estatus de «imagen grande», así que ten sobre todo cuidado con las que son verticales. Haz la prueba antes de publicar. Acuérdate también de editar la descripción antes de compartir, para que junto al título del artículo aparezca información de interés. Y, hablando de imágenes:
-Sé gráfico.
No, así no. Guárdate tu sucia pornografía para ti.
Incluye imágenes, infográficos, vídeos… cualquier cosa que haga que tu publicación destaque por encima de las demás. No te pases con los #hashtags, ni etiquetes a todos tus contactos si no están directamente involucrados en la publicación. Hay otra forma de incluirlos:
–Involucra a tus contactos, crea contenido interactivo. Debes entender que aunque alguien le dé a me gusta en tu página, con frecuencia no verá lo que publicas. Esto se debe a que Facebook selecciona solo lo que le parece más relevante para el usuario, usando una compleja mezcla de algoritmos secretos, magia negra y gilipollez, por lo que vas a tener que hacer que una publicación se mueva (se comente, se comparta), si quieres llegar a tus seguidores.
Para esto vienen fenomenal los sorteos, giveaways y similares. Cualquier cosa que, a cambio de participar, pidas que se comparta, comente o siga. O simplemente hazles una pregunta a tus seguidores que sea divertida de contestar. Por ejemplo: estoy preparando un sorteo para cuando lleguemos a los 2000 seguidores de la página de Facebook de Gabriella Literaria. Como soy fan de Medusa Dollmaker, quiero comprar una de sus libretas para incluir en el lote que sortearé. Pido ayuda a mis seguidores para elegir qué libreta, porque son geniales y, con toda sinceridad, no sé con cuál quedarme:
Estas cosas funcionan muy bien para recordarles a tus usuarios que tu página existe, pero además, personalmente me encantan y me resultan muy entretenidas. Este post en concreto ya tenía 57 comentarios en el momento en que hice captura de pantalla. Su alcance en estos momentos supera las 1700 2000 personas. El tipo de entrada de «ayúdame a elegir» es también un clásico para hacer que tus lectores se involucren con tu libro, si les pides que colaboren eligiendo entre más de una propuesta de portada (esto lo hace con mucha eficiencia, por ejemplo, Plataforma Neo).
6. ¿Página personal, página profesional o grupos?
Ya hemos visto que pueden usarse los tres tipos de página en Facebook para movernos como autores. Cuando promuevas contenido original (o cuando promociones un libro), puedes publicarlos tanto en tu página personal como en tu página profesional/de autor (solo las cosas nuevas o importantes; procura no publicar todo por duplicado en ambas páginas o la gente te abandonará por pesado/a).
No considero que haya que decidir entre página personal y profesional. Puedes usar ambas y graduar la privacidad de tu página personal según publiques. O puedes usar solo una de las dos. Creo que Javier Pellicer, por ejemplo, mantiene un equilibrio interesante entre lo personal y profesional en su perfil normal de Facebook (aunque hace poco ha inaugurado una página profesional, para su web). Si realmente necesitas un sitio donde desahogarte, payasear o contar cosas muy privadas, siempre puedes hacerte un perfil falso [como el que yo tengo, que nunca encontraréis, donde cuento mis orgías intergalácticas, lo que cené el sábado pasado y cuelgo fotos de mis pies(1)]. Ten en cuenta que darse a conocer tiene sus desventajas: una de ellas es que pierdes algo de intimidad. Conforme crezca tu nombre como autor, habrá más y más gente pendiente de tu perfil personal. Así que, ¿por qué no aprovechar eso para compartir lo que te interesa que conozcan?
Ante todo, y repito again, si quieres que Facebook trabaje para ti (y no al revés), tienes que verlo como una herramienta y decidir cuánto quieres compartir con tus seguidores y cómo utilizar los recursos disponibles en esta red social.
Pero ¿cómo usar los grupos?
Personalmente los uso poco, ya que me quitan un tiempo del que no dispongo, pero para muchos autores pueden ser tan útiles como cualquier otro foro o comunidad no-Facebook. Para ello solo hay que usar un poco de sentido común y seguir las mismas reglas que usarías en cualquiera de esos foros o comunidades.
Respecto a los grupos, tienes dos posibilidades: participar en grupos existentes o crear el tuyo propio. Crear el tuyo tiene mucho más trabajo, pero te da control absoluto sobre todo aquello que ven los miembros de tu maravilloso nuevo centro sectario de escritor. Los grupos son el no va más de la interacción (y son muy visibles para sus miembros debido a las notificaciones), ya que permiten comunicación constante entre los usuarios. Tendrás que moderar lo que publiquen otros miembros (¡cuidado con el spam!), pero tendrás todos los ojitos puestos en lo que tú compartas.
Si vas a crear tu propio grupo, dejo aquí los consejos de un impresionante artículo megafantástico de SumoMe al respecto. Abajo pongo mi traducción con aclaraciones:
- Monta un grupo en Facebook, porque mola.
- Posiciona tu grupo respecto a tu industria, tu marca o incluso un evento. Es tu elección (puedes crear un grupo de literatura, de recomendaciones de libros, del género en el que escribes, de tu blog, etc.).
- Crea tu grupo de Facebook. Un consejo: haz que sea un grupo cerrado (que haya que solicitar entrada), pero no secreto (para que los demás puedan encontrarlo).
- Haz que la imagen de cabecera de tu grupo sea llamativa y mete una llamada a la acción (esto dependerá de lo que pretendes conseguir con tu grupo: puede ser una petición de que se suscriban a tu lista de correo, que compren tu libro, que visiten tu blog…). No escribas una descripción aburrida y coloca las etiquetas adecuadas. Deja como principal/predeterminada una publicación chula.
- Haz crecer tu grupo a través de tu página web, tus emails, otras redes sociales y afiliaciones.
- No hagas spam con tu contenido. Pero dirige tráfico desde el grupo hasta tu web respondiendo a preguntas y realizando ingeniería inversa (analizando qué buscan los miembros de tu grupo, examinando otros artículos que les gustan) para crear contenido que definitivamente será popular.
Y si lo que quieres es limitarte a participar en otros grupos, SumoMe dice lo siguiente:
- Busca grupos que lleguen al público al que tú quieres llegar.
- No seas spammer. Da más de lo que tomas (comparte más contenidos ajenos que tuyos) y sé estratégico respecto a cuándo y cómo publicas.
- Lleva tráfico a tu objetivo a través de grupos bien establecidos haciendo lo siguiente:
- Mencionando tu web en tu primera publicación (donde te presentas al resto del grupo)
- Respondiendo preguntas y poniendo enlaces relevantes.
- Haciendo algo chulo y enseñando a los demás cómo hacerlo (por ejemplo: si has realizado una promoción con éxito en Amazon, puedes explicarle a otros escritores cómo lo conseguiste).
- Moderando el grupo a base de bien (en el artículo de SumoMe se recomienda que te ofrezcas a convertirte en moderador, esto te dará una mayor participación y prestigio dentro del grupo; pero sé consciente de que esa moderación tendrás que ganártela a tu vez con una participación activa en el grupo y una demostración de que eres de fiar).
- Publicando tu propio contenido solo cuando ya has aportado mucho valor al resto del grupo.
- Publicando contenidos de otros de tus grupos o páginas (indicando de dónde provienen, para obtener nuevos seguidores en estos).
- Siendo un invitado ejemplar y compartiendo cuando se te pide (en muchos grupos hay hilos especiales para compartir contenidos o enlaces de los propios miembros).
Como veis, son directrices similares a las recomendadas para promocionarse en foros de escritores.
7. Pero ¿para qué quieres Facebook?
Recuerda siempre, ya sea en el caso de una página personal, de autor o un grupo, cuál es tu objetivo final. No vas a vender libros directamente desde Facebook: debes recordar adónde quieres mandar a tus seguidores (web, plataforma, blog, página de Goodreads, Amazon…). En Content.Os explican muy bien la importancia del enfoque de marketing con el que deberás usar Facebook. Es muy importante saber dónde mandas a tus seguidores y qué pretendes hacer cuando lleguen. Como dice Julieta Lionetti:
Si tu respuesta a todas esas preguntas es NO, igual conviene reflexionar acerca de ese famoso embudo de mercadeo del que tantas veces os he hablado. Facebook está en la parte más ancha del embudo, pero necesitas también la parte estrecha para llevar a tus seguidores hasta la compra. Dejo de nuevo el ejemplo del dinoporno, porque para qué dibujar otro ejemplo horrible si ya tienes uno hecho:
No promociones en Facebook a lo tonto. Facebook debe llevar a la parte estrecha del embudo, para que tus lectores potenciales ya no puedan escapar y no tengan más remedio que adquirir (¡con dinero! ¡O sexo! ¡O drogas! ¡O títulos universitarios inexistentes!) tu fantástico libro.
Es como cuando venís aquí porque habéis pinchado de forma distraída en algo que ha compartido un amigo pesado y de repente os veis comprando un libro que os va a salvar la vida(2).
Y nos queda la gran pregunta:
8. ¿Cómo consigo más seguidores en Facebook?
Ya sean «amigos» de tu página personal, seguidores de tu página de autor/profesional o miembros de tu grupo, el procedimiento es similar. Ahí van algunas ideas que suelen funcionar bastante bien (ideas que o bien me han funcionado a mí o que he visto utilizar a facebookianos de éxito):
- Comparte tu enlace. No en plan spam, sino en sitios donde tu perfil sea visible. En tu página web (veréis que tengo un pequeño banner en el menú de la derecha que os lleva a mi Facebook), en la firma de tu email, en tu lista de correo, en tu perfil de otras redes sociales… donde puedas. Insisto en que Facebook es la red social que, a mi juicio, es más rentable para escritores a nivel de esfuerzo/recompensa, así que recomiendo probar a darle prioridad en vuestros perfiles.
- Intercambia publicidad con otras páginas. Busca a otras páginas con público, temática y alcance similares al tuyo y diles que pondrás una publicación publicitando su página si ellos hacen lo mismo contigo.
- Facebook Ads: Sí, hay a quien le funciona, aunque personalmente soy pobre y no me puedo permitir andar gastando en algo que poco a poco puedo ir consiguiendo con esfuerzo gratuito. Para algunos es una inversión que merece la pena, sobre todo a gran escala; por ahora yo seguiré currándomelo (casi) gratis, ya que prefiero pagar por otras cosas. Por ejemplo, en mi sorteo de 1000 seguidores en Facebook conseguí 100 seguidores nuevos. Eso es un 10% más. Por los 35 euros que gasté entre premios y envío al ganador, dudo que hubiera conseguido mucho más poniendo anuncios (y fue mucho más divertido).
- Menciona a otras páginas. De nuevo, busca a otras páginas con público similar al tuyo y comparte contenidos suyos que merezcan la pena. Acuérdate de mencionarlos (etiquetarlos) al compartir y comentar su contenido, para que vean que les has hecho el favor. También puedes mencionar a personas concretas si les afecta directamente (si crees que les interesará mucho, o si han creado ellos el contenido); siempre cabe la posibilidad de que tu mención salga en su página personal y obtenga visibilidad entre sus contactos.
- Invita a tus amigos. No olvides mirar los perfiles de tus amigos en tu Facebook personal e invitar a aquellos que sean tu público objetivo a tu página de autor. Esto te vendrá bien sobre todo al principio: necesitarás un buen puñadito de personas que sigan tu página para tener cierta credibilidad social (la gente no suele darle likes a páginas con 15 seguidores).
- Como ya hemos dicho, sorteos y regalos variados. Si la regla básica de un concurso es que los participantes tienen que seguirte y compartir tu publicación, considero que esta es la forma más eficiente y chula de conseguir seguidores nuevos. Procura que el premio sea algo directamente relacionado con lo que tratas en tu página, para asegurarte de que tus nuevos seguidores formen parte de tu público objetivo (por ejemplo: a mí me gusta regalar libretas, marcapáginas, materiales de escritura y libros).
Para terminar, no hay que olvidar una última cosa fundamental:
9. ¿Cómo aprovecho al máximo mi tiempo en Facebook?
Los chicos de CoSchedule han creado una tabla que proponen para uso profesional, que distribuye en 4,5 horas semanales el tiempo dedicado a redes sociales. Teniendo en cuenta el peso que pueden tener las redes sociales para tu visibilidad como escritor, yo diría que esas 4,5 horas son una ganga temporal. He probado algunas de las técnicas descritas y no solo te ahorran tiempo en general, sino que te evitan caer en el temible agujero de distracción que son las redes.
Tened en cuenta que esta tabla se refiere no solo a Facebook, sino a todas las redes. Personalmente uso Twitter y Facebook, y, como ya he dicho, aplico mucho de lo especificado aquí. Sobre programación en redes sociales también podéis leer a Ana González Duque. Pero ahí va la tabla y abajo mi traducción comentada:
Y es que estas 4,5 horas se dividen en lo siguiente:
- Dedica 30 minutos a analizar dónde se está yendo tu tiempo, para reelaborar cada semana un plan de actuación y optimizar tu rendimiento.
- Dedica una hora solo a programar todo lo que vas a compartir (lo bueno de Facebook es que te permite programar los contenidos directamente. Para otras redes tendrás que usar programas como Buffer o Hootsuite).
- Durante 30 minutos, concéntrate en interaccionar solo en un par de redes sociales, no te vuelvas loco/a probándolas todas.
- Dedica otra media hora a buscar contenido interesante y a crear algún tipo de archivo o carpeta donde guardar todo lo que te llame la atención, o para leer en otro momento (para esto hay programas como Instapaper, Pocket o mi favorito: Evernote).
- Dedica 15 minutos a revisar tu credibilidad. Repasa bien tu gramática y ortografía. Sobre todo si eres escritor, ¡esto es muy importante! Asegúrate de no repetir demasiadas veces los mismos contenidos. No te metas en broncas, sé respetuoso.
- Dedica una hora a averiguar cuándo están tus seguidores en línea. Averigua qué les gusta, qué tipos de contenidos funcionan mejor.
- Dedica media hora a seleccionar contenidos como un profesional. Busca activamente contenidos que crees que gustarán a tus lectores. Puedes buscar tendencias, imágenes inspiradoras o tirar de lo que has ido guardando en tu contenido almacenado. Otra gran fuente de novedades interesantes son las listas de correo. Suscríbete a listas que creas que te aportarán información útil. Algunas, como la de Mariana Eguaras, hasta te lo dan masticadito: enlaces interesantes a lo mejor de cada semana en las redes, en relación al mundo editorial.
Hay muchas herramientas de análisis que te servirán para hacerte todo esto más fácil, desde Google Analytics hasta la propia CoSchedule. Os recomiendo echar un vistazo al artículo completo, aunque esté en inglés, por si hay alguna que os atraiga en general. No os agobiéis: es muchísima información. Tomaos esto poco a poco; siempre lo digo, pero es que es importante recordarlo: esto no es un sprint, sino una maratón. Y para más cosas importantes sobre redes sociales en general, ya sabéis que tengo un artículo al respecto. Como ya he dicho, esta muy breve guía de más de 5000 palabras no es más que el principio, un acercamiento muy superficial a todo lo que puede significar Facebook para los que trabajamos con contenidos y promoción. Si quieres saber más (¡y hay mucho más!), siempre puedes venir al curso que daré en Madrid el 23 de abril.
¡Ah, y también quiero mencionar un truco concreto de CoSchedule, que es también uno mío particular!
Aunque a veces puede parecer que no, la gente responde mejor a lo positivo que a lo negativo. Como he dicho al principio, a la larga tus seguidores te apreciarán más por tus contenidos útiles y optimistas que por tus quejas acerca de la terrible industria del libro, que nos lleva a todos al Apocalipsis.
Porque esa es una tontería.
¿Cómo va a llegar el Apocalipsis, si tu libro nos va a salvar a todos?
(1)Solo una de estas afirmaciones es cierta.
(2) Tal vez lo de salvar la vida sea exagerado. Pero corregir a veces es como la muerte: un terrible parásito transdimensional que te chupa la existencia y las mismísimas ganas de vivir. O no. Sí, lo de salvar la vida ha sido muy exagerado. Pero el libro está muy bien, os lo prometo. Y en cualquier caso salva mi vida, por aquello de darme de comer.
NOTA ÚTIL: Para crear imágenes de portada chulas vosotros mismos para vuestra cabecera de Facebook, podéis usar esta plantilla de Photoshop que me ha pasado Alex Sebastian (¡gracias, Alex!). Canva también dispone de plantillas editables para realizar apaños rápidos y dignos.
Si este artículo te ha sido útil, tal vez te interese el curso que tengo de Facebook para escritores, bastante más detallado y extenso que este texto. La tarifa plana de Marketing Online para Escritores solo cuesta 14,95 € e incluye varios cursos geniales para autores, entre ellos el mío de Facebook.
Un artículo muy útil y ameno. Me lo llevo de cabecera para empollarlo bien, hay muchas cosas para leer con detenimiento. Yo estaba desanimada con Facebook por el cierre de mi página de autora, pero seguro que con estos consejos, y filtrando bien mis contenidos, lograré sacarle partido. ¡Gracias por el curro!
¡Gracias a ti por leer y comentar! Imagino que te la cerraron por imágenes de desnudos, ¿no? Lo de la erótica es más arriesgado de lo que parece 🙁
Pues me parece muy curioso porque se ve que el Twitter lo tienes cuidado, yo de hecho pensaba que sería tu red principal.
Me gustaría saber cómo funcionan esas cosas, es decir o le metes mucha caña a Fb (porque si lo cuidas más que Tw no debe ser poca cosa) o no sé si será por el público o los algoritmos chungos o qué.
Me dan ganas de hacerme Facebook otra vez…
Una pregunta, ¿es muy superior el rendimiento de Facebook comparado al de Twitter (en clicks sobre todo)? ¿Se nota mucho la diferencia o es similar?
Excelente artículo y muy útil.
Saludos.
Para mí, sí. Tengo más del doble de seguidores en Twitter que en mi página de Facebook, pero consigo más del doble de visitas desde Facebook. Así resulta de rentable la cosa a nivel de tráfico (pero depende, claro, de cómo trates y cuides tu página de Facebook).
Gracias Gabriela, este es el tipo de post que sacan de grandes dudas y aportan enormemente.
Gracias a ti por leer y comentar 😉
¡Hola! Me han parecido especialmente interesantes los consejos para rentabilizar, porque todos sabemos que Facebook (y Twitter y Pinterest, Instagram, etc) terminan por engullirte la vida y por hacerte sentir culpable cuando no dejas que esto pase 😨, lo cual es terrible pero por lo menos te comen el tiempo mientras estás entretenido xD
¡Un gran artículo! Pondré en práctica tus recomendaciones 😉
¡Gracias, Dorothy! Por eso intento ceñirme a dos redes sociales (aunque me pase de vez en cuando por G+), porque si no, me volvería loca 🙂
Un día de estos me echan del trabajo por la cantidad de folios que gasto imprimiéndome tus artículos, jajajaja, pero me encantan, no lo puedo evitar. Gracias por tu sabiduría.
¡Dioses! Voy a tener que empezar a hacer versiones especiales imprimibles 😉
La verdad es que, con las redes sociales se te pone la cabeza loca, porque las posibilidades son infinitas y manejarlas del todo bien, no es tarea fácil.
Toda ayuda siempre es poca. Genial como siempre. 😉
Y tanto. El artículo ha sido de 5000+ palabras, pero bien podría haber sido de 10000.
Me viene muy bien tu post de hoy. Porque la verdad es que llevo un tiempo dándole vueltas a mi Facebook y no consigo encontrar el punto exacto.
Yo tenía Facebook mucho antes de tener mi Blog, con lo que todas las cosas que publicaba y publico son personales. Al hacerme una Fan page con mi Blog de Escritora Mamá, la gente me busca con mi nombre, con lo cual me agregan como amigos.
Hay mucha gente que no conozco, y no me termina de convencer eso de agregarlos. Pero claro pierdo gente que me lea. ASí que no encuentro la forma de hacerlo.
Con tu post me has abierto un poco la mente. Pero aun así, sigo sin decidirme.
¡Qué complicado es esto de las redes sociales!
Si tienes alguna idea para este ejemplo concreto, te lo agradezco.
Un abrazo.
Sí, yo también dudo a la hora de responder a solicitudes a mi página personal. Generalmente lo que hago es solo aceptarlos si veo que tenemos unos cuantos amigos en común (y desconfío si la solicitud la manda un hombre y solo tenemos amigAs en común, ya me entiendes).
Ten en cuenta que a quien añades a tu página personal no lo/a estás quitando de tu página profesional. Es más gente a la que atraer cuando compartas algunas de tus publicaciones o hablas de tu página profesional desde la personal. Usar las dos páginas juntas es lo idea, creo yo 🙂
He leído el artículo y se me han puesto los vellos como escarpias. ¿De verdad es tan rentable Facebook? Yo desde que me enteré de lo del Edgerank le cogí manía, y solo comparto los artículos del blog, y porque este lo hace automáticamente, o fotos de eventos y cosas así, cuando surgen.
He comprobado que las cosas que más se comparten son las que son susceptibles de cotilleo.
El marujeo en Facebook lo peta.
Facebook= Perezón.
Pero quizás deba replantearme esto.
Gracias por los consejos
Yo también le cogí asco con la primera modificación grande del edgerank. Tenía una página de bisutería que tenía un alcance digno y que me servía para sacarme algún dinero (poco) en una época en la que me hacía muchísima falta (yo la llamo «la época de las salchichas», algún día hablaré de ella. O no). Cambiaron el dichoso algoritmo y a tomar por saco. Claro que por aquel entonces cometía un error básico: solo compartía contenido propio y el contenido no salía de la red muy limitada que yo tenía. Con el tiempo mi relación con Facebook ha cambiado mucho y puedo decir que si Facebook cerrase ahora mismo, mi tráfico se vería reducido a más de la mitad. Sé que es más trabajo, pero creo que merece la pena mirarlo.
Holaaaaaa, mil gracias por la mención y por estos «peaso» artículos que te marcas a las tantas de la noche. Ayer lo vi cuando ya iba a meter la nariz en una novela y me temo que la novela se quedó abandonadita. Ya sabes, soy fan.
Solo hay un punto (quisquillosa que es una) que no estoy del todo de acuerdo. Y es en lo de la página personal versus página profesional. Creo que un escritor profesional debe usar siempre la página profesional y no el perfil personal de facebook. Por tres motivos: porque el perfil personal tiene un límite de 5000 «amigos», porque no tiene estadísticas ni te permite hacer publicidad (alguna vez viene bien para promocionar eventos, aunque una sea pobre)y, sobre todo, porque haciéndolo nos saltamos la política de Facebook (esa que todos firmamos y nadie lee) y ya van dos compañeros a los que se les cierra la página personal por hacerlo. Yo creo que conviene curarse en salud.
Buena observación. Por eso yo abogo por usar las dos: la profesional para… bueno, lo profesional, y la personal para redirigir atención a cosas no mercantiles como artículos de blog y demás, y darle más visitas a la profesional y a la plataforma que usemos (sea blog, web, lista, etc). Por las razones que comentas, considero que lo ideal es usar las dos o solo la profesional, pero no la personal a secas como plataforma única. Dicho esto, el uso de una personal a secas es una opción que sí podría usarse como «práctica», a corto plazo, para crear seguimiento entre los contactos de uno y luego abrir una profesional (como ha hecho Pellicer) cuando ese seguimiento ya está formado. Crear una profesional a secas desde cero, si no te conoce nadie, puede ser una tarea dura (se hace mucho más caso a las solicitudes de amistad que a las de darle me gusta a una página).
Y podría especificar todo esto (y las razones que tan bien apuntas) en el artículo, pero hay que parar en algún momento. El tema da muchíisimo de sí.
Como en todo, creo que es cuestión de usar el sentido común. Puede que me equivoque, pero creo que el problema con la política de Facebook es usar tu página personal para ventas directas (publicidad directa de un producto o servicio). Y esa no es una buena idea en ninguna red social que no sea directamente de servicios o ecommerce.
No, el caso al que me refería es el de Esteban Navarro. Facebook le cerró su página por poner que sacaba libro nuevo y un enlace de Amazon. Basta que alguien malintencionado te denuncie como para que lo haga, aunque luego la recuperes.
Madre mía, ya hay que tener mala leche O_o
¡Gracias por el aviso!
Comencé hace poco a involucrarme más con las redes sociales de modo profesional, buscando justamente hacer publicidad a mis escritos y crecer como escritora. Todo lo que publicas me ayuda enormemente (y me hace descostillarme de la risa). Gracias por todo y sigamos avanzando!
¡Gracias a ti por leer y comentar!
Me gusta este artículo; lo he leído hoy, junto a otro que me preguntaba a bocajarro: ¿Y tú que eres?
Lo he leído casi sin respirar. Es ese tipo textos que se lee más de una vez, para empaparse bien del contenido. Cuando hablas, querida Gabriella, sobre lo que se nos pasa por la cabeza a los escritores parece que me estés leyendo la mente.
¿Y yo quién soy?, me pregunto ahora. Bien, creo que alguna pista me has dado al respecto.
Muy agradecida por ello.
Me parece muy, pero que muy, interesante el curso que propones.
Un abrazo.
Me alegro mucho de que haya surgido alguna pista, M. Carmen. A veces es todo lo que hace falta.
El curso salió bastante bien, o por lo menos yo me he quedado muy contenta y con buenas sensaciones. Espero poder repetirlo más adelante (o por lo menos ofrecer alguno en línea).
Besos, y gracias por leer y comentar.
Muy completo tu post. En lo personal no le apuesto a los anuncios de Facebook por el tema de los «likes falsos» y también porque termina perjudicando el Edge Rank.
También estoy de acuerdo con el tema de la autopromoción, incluso en el fanpage. Uno no puede estar vendiendo el libro todo el tiempo, hay que equilibrarlo. Ya tomé nota de este consejo.
Saludos!
¡Hola! ¿En qué sentido perjudica al EdgeRank? Tengo mucha información contradictoria sobre Facebook Ads: en EEUU conozco varios casos de autores que los han usado con éxito, pero por estos lares todo el mundo parece decirme que es una pérdida de tiempo justo por lo que comentas.
Gracias por leer y comentar 🙂
[…] Guía rápida de Facebook para escritores […]
Hola, Gabriella,
Hace un par de años abrí una página de autor (?), pero la eliminé. Conservo mi muro de persona que uso más para difundir rollos creativos que para asuntos privados Cuando escribo en el blog también lo comparto por esa vía. Mi tema de WordPress.com no me permite banner para dirigir a los lectores, por no ser página.
Si volviera a caer en la tentación de crear una, ¿cuál elegir, artista, entretenimiento, causa?
A ver qué me aconsejas, que tú sabes mucho. Gracias.
¡Hola, Laura!
Yo elegiría artista, si te interesa promocionar tu trabajo creativo, pero en el fondo da un poco igual. Tengo que comprobarlo, pero me parece que las herramientas son más o menos las mismas, y la gente no se suele fijar en el tipo de página: se guía por el título y la descripción.
¿A qué te refieres con «Mi tema de WordPress.com no me permite banner para dirigir a los lectores, por no ser página»? ¿Para dirigirlos hacia dónde?
Hola, Gabriella,
Me refiero a que no permite poner banner de entrada a FB si esta no es página sino muro personal, o sea para dirigir a los 4 sufridos hacia mi FB, ¿me explico? Gracias.
No sé si será solo a mí, pero la cabecera de la entrada me golpeó la vista y me cegó durante un minuto al intentar leerla.
Dicho eso y tras recuperar la visión, el artículo completo y desgranado me ha resultado de mucho interés, y tu forma de expresarte, con bromas intercaladas me están haciendo fan. Me dan ganas de mirar si las mantienes en tus libros, pronto caeré en la tentación de lectores aéreos.
Por mi parte poco puedo aportar al debate, cumpliendo el tópico de escritores introvertidos, siempre he mantenido las distancias con las redes sociales, no me gusta que mis conocidos cotilleen mis intimidades, pero está claro que si quiero que alguien lea mis historias me va a tocar aprender a domar al libro de rostros y el gorrión de los gorjeos.
¡Hola, Eduardo! Una duda: ¿el artículo lo has leído en PC o en móvil? De entrada en el ordenador no lo veo molesto, pero cuando se carga en el móvil ocupa toda la pantalla, así que ese puede ser el problema… igual intento rebajarle un poco de intensidad 😉
Lectores aéreos no contiene chascarrillos de este tipo, aunque los que lo leen siempre dicen que se nota perfectamente mi sentido del humor negro en los relatos. Ellos lo sabrán mejor que yo, así que dale una oportunidad y a ver qué opinas. El libro de corrección para escritores sí contiene chistes y chorradas varias, garantizado: http://mybook.to/70trucos
Tengo pendiente escribir sobre autores introvertidos. Yo lo soy y me cuesta mucho salir del cascarón, igual mis experiencias pueden servir de ayuda a gente que se ha visto en las mismas.
Besos y gracias por pasarte por aquí.
El artículo lo he leido en mi PC, usando firefox de navegador, y la pantalla inicial es una imagen completa azulona intensa en la que es muy dificil leer lo que pone.
Luego abajo hay otra versión de la cabecera que sería mas agradable, con un circulito blanco que permite leer mejor el título y la autora.
Te mando una captura por Facebook y así práctico.
Pues igual que yo, entonces, igual es que tenemos calibrado de modo diferente el brillo. Le meteré mano cuando pueda, no es plan de dejar ciegos a mis lectores 😉
Me gusto mucho lo que escribes te he seguido pero mi pregunta de millón es ¿que programa o como hacen cuando hacen frases con imágenes Pues hasta abajo al medio sale una f deFacebook y pues no se como lo ponen? Si algun día quiere checat mi página soy…. Señor x estoy novato pero gracias por la guía me sirve mucho.
No entiendo muy bien a qué te refieres, Reyes. Si quieres decir las típicas imágenes con cabeceras o citas, puedes usar un programa de edición gratuito como Pixlr o Canva.
Me refiero pues en las páginas de escritores en Facebook ejemplo: sarcasmo,qmusic,señor café,el poeta y su musa ,señor realista,Escritos entre otros.
La duda es que al publicar sus frases o indirectas cosas de escritores lo que no se como sacan como una gota de agua o algo así para no rabarle sus ideas.
Ejemplo: el poeta al acabar su frase al centro abajo ponen
«f el poeta»
Que la f representa Facebook como marados pero no se como hacen eso.
Yo cree mi página se llama: señor x pero no se si voy bien. No soy tan famoso. Y gracias por responderme , m gusto su guía excelente detalles.
Lo siento, pero no termino de entender. ¿Te refieres a citar textos de otras páginas? Para eso basta con poner el texto entre comillas y mencionar la fuente.
Ok
Me gusto tu publicación pero yo busco si es poder reponderme.
Los escritores facebook como: sarcasmo, el señor café, el poeta,qmusic,señor realista, etc, lo que busco es como ellos al publicar sus frases o cosas como ponen la “f” de facebook y despues su nombre de su pagina del escritor. ¿que programa usan o como lo hacen?
ejemplo:
“la vida es dificil como una la vive, pero lo facil es vivirla”
f Reyes
pero la f es de facebook pero esta rodead de una circuferencia. estodo y gracias por responderme.
Nada como volver a repasar los temas para refrescar la memoria.
Aunque hay algo que me preocupa:
«¿Cómo va a llegar el Apocalipsis, si tu libro nos va a salvar a todos?»
El problema es que me sé de alguien que está preparando el fin del mundo. Va a ser imposible salvarnos de eso solo con mi libro.
[…] para escritores sobre cómo conseguir visibilidad y seguimiento en Facebook. Tambíén tengo una pequeña guía gratuita en este mismo blog. Lo curioso es que mucha gente quiere tener más seguidores (y lectores potenciales) en Facebook, […]
Me rompí un pie hace… Dios, hace mucho! Y aún estoy en rehabilitación. T he descubierto hace relativamente poco y… Te amo! A ver, metafóricamente, bueno, no tan metafóricamente, es q tengo marido… En qué jardín me estoy metiendo… =S Aisss, nada, q me encanta tu blog, tus artículos (me habré leído unos 1000 entre aparato y aparato de rehabilitación, bueno, mil no, va, pero muchos, muchos) y tu manera de contar, explicar, añadir enlaces interesantes… En fin, q de verdad t amo y me estás siendo de mucha utilidad… Qué lástima q estés físicamente tan lejos… Hala, t dejo, tengo q ir a por las notas de mi niño mayor. Lo bueno, la espera se hará más corta mientras t leo. =) Muas!
Una amiga escritora me acaba de redireccionar a este post. He flipado con lo poco que he leído (por falta de tiempo me he visto obligada a «escanear») y ¡cuánta razón tienes, Gabriela!
Te sigo desde ya para no perderme nada. Justo he iniciado un curso de márketing de contenidos para dar a conocer mis cuentos ilustrados y hasta que no has puesto por escrito esas 4’5h dedicadas a promocionar tu marca… no he sido plenamente consciente de lo que estaba haciendo. Madre mía… ¡cuanto nos falta por aprender aún!
Mil gracias por este post tan pedagógico, ameno, instructivo y divertido. Me encanta ese sentido del humor, entre gamberro y canalla que destilas 😉
Hola, Gabriella. Gracias por la guía, está completísima. Me va a tomar unos días repasar y practicar la selección que hice, pero creo que serán unas horas bien invertidas.
Por cierto, jamás he usado Facebook, así que te puedes imaginar lo apabullante que es todo esto. 🙂
Saludos.
Hola Gabriella!! es la primera vez para mí en muchas cosas, acabo de terminar mi primer libro, a falta de unos detalles, y me estoy volviendo loca mirando en todos los foros, consejos, registro, edición y demás. La verdad es que antes de leer tu post no confiaba nada en las redes sociales tipo Facebook, y ahora al menos lo voy a intentar. De hecho es la primera vez que respondo en un blog. Muchas gracias, lo creas o no me has dado un buen impulsito!!
[…] actitudes pueden cambiar. Ya os hablé de cómo odiaba Facebook antes de empezar a usarlo como herramienta profesional en vez de vomitona personal. Pero si cada […]
Gracias Gabriela,la información que públicas me ha ayudado a entender mejor a Facebook.Exitos!!!!Un abrazo Mabel desd Uruguay
Tenía este artículo guardado para tenerlo como guía cuando abriese mi fanpage y, ¡cruel destino! Facebook ha cambiado su algoritmo justo la misma semana en que empiezo mi página.
No obstante, gran texto.
!Bravo, bravísimo, Gabriela, eres una monstrua¡ Bien contado, ameno, divertido y eficaz. Tomo nota de todas y cada una de tus palabras y ya te contare… 😉 Abrazo fuerte.
¡Muchas gracias, Mariano! Ya me dirás cómo te ha ido. Ahora mismo Facebook está cambiando muchas cosas, pero creo que lo que comento por aquí sigue teniendo validez como estrategia 🙂
Hola, llegué hasta aquí solo para comentarte que me pareció fantástica esa frase que utilizaste sobre «Lo usamos como un lugar donde vomitar, sin tener en cuenta cómo afecta a los demás lo que vomitamos. Y cómo nos afecta a nosotros.»
Fantástico y lo más apegado a la realidad posible.
¡Muchas gracias, Jorge!
¡Hola!
¡He sobrevivido a este enorme artículo y me alegra de haber llegado hasta el final! Compartes muy buenos consejos (algunos que conocía y otros no) que levaré a cabo sin duda en mi recién abierta página de autor de Facebook, de hecho, en cuanto termine el comentario, este articulito va directo allí.
Muy interesante y muy bien elaborado. Muchas gracias.
Un saludo.
Ricardo Zamorano
Qué bien que te haya servido, Ricardo. Gracias por leer y comentar 🙂
Hola Gabriella,
Es probable que ya te lo hayan dicho:
confirmation bias = sesgo de confirmación
Desde que publicaste el artículo, ya te lo habrán dicho.
Este tema del uso de las redes sociales me interesó mucho y hablé de él en mi reseña del libro «Fahrenheit 451» : https://www.lolamerida.com/fahrenheit-451/
A ver si me aplico lo de las 4,5 horas. Gracias por todos los consejos.
Pues no me lo habían dicho, fíjate, y desde que publiqué el artículo descubrí la traducción, pero me olvidé completamente de ponerlo por aquí, ¡así que gracias por el recordatorio! 😉
Una maravilla de post. Y con humor, que lo hace valer doble. Gracias
¡Gracias, Ruben! Ten en cuenta, eso sí, que este artículo tiene unos años ya y Facebook ha cambiado mucho, así que puede haber información que ya no tenga relevancia.