Mi sistema para elegir temas de los que hablar en el blog es tremendamente sofisticado, lleno de gráficas y subtítulos y ecuaciones misteriosas.
Pero como sois personas inteligentes, os lo voy a explicar y seguro que lo entendéis. Escribo sobre dos cosas:
- Lo que me apetece.
- Lo que os apetece a vosotros.
Calibrar lo que me apetece a mí es fácil: me siento y escribo. Calibrar lo que os apetece a vosotros también lo es: algunos temas se repiten en vuestros emails y comentarios en redes sociales. Y hay un tema sobre el que tenía pendiente hablar, más que nada para ahorrarme dar la misma respuesta una y otra vez a la pregunta: ¿Qué es un lector cero? ¿De dónde lo saco? ¿Y cómo funciona?
En el mundillo se usan los términos lector cero y lector beta con relativa facilidad, pero siempre habrá alguien que escuche esos nombres y piense en autómatas, betatesters de juegos o robots avanzadísimos de corrección literaria. Otros imponen un criterio filosófico: si un lector es cero, ¿acaso no existe? ¿Es un no-lector?
Paradojas y ciencia ficción aparte, volvamos a lo básico:
Un lector cero es una persona que lee tu obra y te da su opinión ANTES de que el libro se publique.
Por lo general, el lector cero lee tu obra antes siquiera de que esta se mande a editoriales. Es un probador no oficial de la calidad de tu producto.
Muchas preguntas más rodean a la figura de este misterioso y codiciado personaje. Las más comunes suelen ser:
- ¿Dónde consigo a un lector cero? ¿A cuántos debería conseguir?
- ¿Qué características tiene un buen lector cero?
- ¿Cuánto caso debo hacerle a mi lector cero?
- ¿Qué debería pedirle a mi lector cero?
Así que vamos a intentar responder a estas cuatro preguntas, con menor o mayor acierto. Repito por trigésimoenésimaquinta vez que todas estas respuestas se basan en mi experiencia personal tanto como escritora, como editora y como lectora profesional (y sí, como lectora cero). Puede que la experiencia de otros profesionales sea distinta. Pero garantizo que ninguno de estos consejos os va a venir muy mal ni va a hacer que acabéis enemistados con vuestros lectores de prueba. De hecho, este artículo está pensado para que tengáis la mejor experiencia colaborativa posible.
Empezamos por el principio: ¿dónde y cómo se consiguen lectores cero?
A la caza del lector cero
Si lo que buscas es feedback sobre tu obra antes de autoeditarla o antes de mandarla a editoriales, ten en cuenta que hay dos tipos de lectores cero y hay dos formas de conseguir opiniones de esos lectores:
–Con una lectura completa de tu obra, privada, tras la que el lector te dará su opinión (más adelante hablaremos de qué debes pedirle exactamente). Esta es la figura clásica del lector cero.
–Con una lectura parcial, pública, sobre la marcha. Para esto puedes utilizar lugares como ForoEscritores, Wattpad y similares, que tienen apartados destinados a subir tus escritos y recibir opiniones sobre estos. No olvides que para que otros te comenten debes comentar tú también en textos ajenos, y ten en cuenta que si lo que pretendes es publicar en una editorial tradicional, muchas no aceptarán textos que no sean inéditos (y que estén publicados en internet no cuenta como inédito).
Para simplificar, vamos a concentrarnos en la figura del lector cero clásico y privado. Recuerda que dos lectores cero son mejores que uno. Tres lectores cero son mejores que dos, y así. Cuantas más opiniones, más cercana a la realidad será la media.
Definitivamente, sí.Cuando hablamos de lectores cero,dos mejor que uno.
Para mí, la manada perfecta de lectores cero sería esta:
–Un puñado de lectores ideales, es decir, lectores que sean de tu género, de tu nicho. Necesitas tener en cuenta a tu lector objetivo. ¿Para qué tipo de público estás escribiendo? La opinión de un lector de romántica probablemente no sea representativa de lo que piensen los futuros lectores de tu obra de ciencia ficción. Aun así…
–Un par de lectores que no sean para nada tu público objetivo. Aunque los lectores de tu nicho son a los que más necesitas complacer, a veces de tanto mirar los árboles no sabemos ver el bosque y tiene que venir alguien de fuera a decirnos que está ardiendo.
–Algún que otro escritor: un lector podrá darte sensaciones, reacciones; un escritor sabrá identificar y explicarte dónde has fallado (o acertado) para producir esas sensaciones.
–Un editor o lector profesional: alguien que pueda aportarte no solo una visión objetiva y detallada de las carencias y aciertos de tu obra, sino también ofrecerte un punto de vista comercial.
Ahí tenemos un supergrupo de lectores cero. Pero ¿dónde los encontramos?
En mi caso tengo suerte, pero creo que es el caso de cualquiera que lleve un tiempo moviéndose en el sector editorial, compartiendo su afición por la lectura y escritura con otros lectores y escritores (y editores). Tengo un grupo de personas que ya me han demostrado que tienen un ojo crítico excelente, a las que intento sobornar con libros, amistad, alcohol y amor para que lean y opinen sobre mis cosas. Este es un caso extraordinario y soy muy consciente de la gran fortuna que tengo con estas personas. Pero también soy consciente de que si no tienes ya un grupito majo creado de lectores maravillosos, tu procedimiento inicial tiene que ser el del intercambio.
No hablo del intercambio de parejas, aunque ese podría también ser un modo eficiente de conseguir nuevos lectores cero. Después del sexo la gente siempre parece más receptiva a hacerte un favor (aunque imagino que eso depende de lo bueno que seas en la cama).
Hablo del intercambio de lecturas con otros escritores.
Veréis, el hábitat natural del lector cero medio es, curiosamente, el mismo que el de los escritores. Sí: el mejor sitio para encontrar lectores cero es entre escritores.
Los escritores solemos leer mucho, y por nuestro oficio tenemos buena vista para identificar los problemas técnicos que hacen que una obra sea menos que perfecta. Por eso somos buenos lectores cero. Cualquier foro de escritores, grupo de escritores en Facebook o en Goodreads puede ser un buen sitio donde empezar. ¡Pero no entres poniendo spam de «léete mi libro»! Moléstate en conocer a la gente, busca a personas que creas que puedan ser interesantes, comunícate con ellos, deja que te conozcan un poco antes de proponerles un intercambio de lo más decente. Sí: tú leerás su libro si ellos leen el tuyo. Aunque significará hincharte a leer, procura buscar a unas cuantas personas, porque por pura estadística siempre habrá alguno que te dejará tirado.
También puedes recurrir a amigos y familiares, claro, pero solo si tienes la certeza absoluta de que no estarán condicionados por su amor hacia ti. El «todo es fantástico» de tu querida madre no te va a servir de nada. Buscas a gente que te diga cosas negativas. Buscas a gente que se aburra con tu novela, gente a la que no les gusten tus personajes. Porque a ellos les puedes preguntar por qué. A los de la única estrella en Amazon y Goodreads tras la publicación del libro no puedes preguntarles nada. Bueno, puedes, pero créeme que no debes.
Y, por supuesto, si quieres a un lector cero profesional, a alguien que sabe identificar muy bien los defectos de una obra, vas a tener que pagar por ello. Para esto sirve el famoso informe de lectura. ¿Cómo saber si un lector profesional es bueno en lo que hace? Ahí van algunas pistas:
- Cobra una tarifa respetable (dependerá de la extensión de tu texto, pero un informe de lectura digno generalmente te va a costar más de 70 euros). Habrá excepciones, pero si algo parece demasiado bueno para ser verdad (¡informes excelentes por 30 euros!) probablemente no lo sea.
- Está especializado. Si escribes fantasía, te interesa un lector especializado en fantasía. Esta no es una regla de oro, pero ten en cuenta que si un lector se especializa, conoce mejor los entresijos de un género y puede serte de más ayuda.
- Te llega con recomendación. Habla con otros escritores y pregúntales si han trabajado con lectores profesionales y a quiénes recomiendan. De nuevo, huye de la recomendación tipo «este me lo hizo por cuatro duros» e interésate más por las que son del tipo «supo ver enseguida cuáles eran los fallos más importantes de mi novela».
¿Dónde encontrar a un lector profesional? Una búsqueda en Google siempre es tu amiga, pero LinkedIn tiene una base de datos interesante, donde podrás buscar por oficio a los diferentes lectores que se anuncian (y además ver su currículo). No te quedes con el primero que veas: pide presupuestos y pregunta a cada candidato cómo son sus informes; la respuesta puede decirte mucho sobre el trabajo de cada lector.
Y lo dicho: pregunta a otros escritores por sus experiencias personales con este tipo de profesional.
Ya sean de pago o por la patilla, ¿qué características tienen los lectores que más te interesa conseguir?
Las características del lector cero perfecto
Si un lector cero tiene conocimientos técnicos de escritura puede hacerte la vida mucho más fácil, pero no es una condición indispensable. El buen lector cero, por lo general, debe tener estas propiedades:
- No debe tener miedo de decirte las cosas malas. De ahí que tu madre tal vez no sea buena idea.
- Debe tener cierto bagaje lector. Si tu lector cero solo ha leído un libro en su vida, todo lo que escribas será comparado con ese libro. Cuanto más haya leído tu conejillo de indias, más datos tendrá para valorar la calidad de tu obra.
- Debe tener cierto afán (y capacidad) de comunicación. Algunos lectores estarán encantados de leer tu obra, pero luego no sabrán o no querrán comunicarte sus sensaciones. Necesitas de tu lector algo más que un «me ha gustado».
Recuerda que estas características se corresponden, a su vez, con ciertas características que debes tener tú:
- La capacidad de encajar las críticas. La capacidad de sonreír y decir gracias cuando digan que tu final es una birria, aunque en tu imaginación estén lloviendo cuchillos de punta sobre el dichoso betatester.
- Entender que las alabanzas son muy bonitas, pero que lo que necesitas son críticas. Es en lo negativo donde encontrarás el trabajo que todavía le queda a tu libro. Lo positivo te dejará calentito/a por dentro, pero lo negativo es lo que necesitas ahora mismo.
- Saber qué pedirle exactamente a tu lector. Decirle simplemente «dime qué te parece» no te va a aportar gran cosa, y es frustrante para el lector, que no sabrá ni por dónde empezar. Yo propongo enviarles a tus lectores un cuestionario preciso (un poco más adelante te haré algunas sugerencias).
- Un respeto por el tiempo y trabajo de tu lector. Debes ser muy consciente de que leer un libro y opinar sobre él exige un tiempo y esfuerzo precioso (cuando hago un informe de lectura profesional, por ejemplo, puedo estar dos semanas o más rumiando sobre un libro, dándole vueltas y analizando qué no funciona y cómo solucionarlo). No es necesario que entregues un borrador ya finalizado a tu lector (después de todo, pasarle ocho correcciones para luego tener que ponerte a cambiar cosas no tiene mucho sentido), pero procura, por lo menos, pasar un borrador que no esté plagado de errores y erratas; que se note que es algo más que un primer manuscrito sin revisar.
¿Cuánto caso debo hacerle a mi lector cero?
Antes de sacar Lectores aéreos, fui a mi lista de correo y les pregunté a mis suscriptores si alguien estaría interesado en recibir una copia gratuita a cambio de leerla y darme su opinión. Se prestaron unas veinte personas (me quedé solo con quince, para no volverme loca) y, como os podéis imaginar, las sugerencias fueron de lo más dispares. Una de las cosas más curiosas fue que, entre otros puntos, les pedí que valorasen los relatos por orden de preferencia, y había relatos que eran los preferidos de unos y los menos valorados de otros. Es cierto que alguno de mis cuentos en esa antología es… peculiar (Y diente por diente despierta tanto amor como rechazo), pero ¿qué iba a hacer yo con tantas valoraciones diferentes?
Ricardo siempre hacía caso de todas las sugerencias de sus lectores cero. Acabó abandonando la escritura y dedicándose a posar para anuncios de vodka de marca blanca para supermercados finlandeses.
Me acordé de un consejo de Neil Gaiman, que decía que si alguien te dice algo sobre tu libro no debes hacerle caso, pero que si te lo dicen varias personas va siendo hora de escuchar. Las opiniones de mis lectores eran, cuanto menos, distintas entre sí, pero hubo un par de comentarios que se repitieron, que vinieron de tres o cuatro personas. Ir a morir, por ejemplo, tiene en el libro un final muy distinto que en el borrador original, al igual que ocurre con El extraordinario caso de Emil Von Trope y Jack el Destripador, cuya segunda mitad se reescribió tres veces antes de dar con un resultado que me pareció satisfactorio.
Siempre habrá cosas que te dirán los lectores que provengan de su experiencia y preferencia personal. Un lector me dijo que en la antología había demasiado sexo y que le parecía gratuito. Lo sexual para mí define al libro: es en el erotismo donde me gusta rebuscar en la expresión más oscura y más sublime del ser humano, y me encanta mezclarlo con fantasía. Hacerle caso a ese lector (tuviera razón o no), habría sido modificar mi mensaje básico, la esencia del libro. Si tienes muy claro cuál es tu objetivo, el corazón de tu obra, habrá sugerencias que no podrás aplicar.
La experiencia de pedir ayuda al aire fue muy positiva, pero también entiendo que por miedo a plagios, filtraciones y etc., esto no sea algo con lo que se sientan cómodos todos los escritores. Por suerte, a raíz de esa experiencia di con algunos lectores alucinantes, con una vista prodigiosa, con los que sigo contando para otros proyectos. Todas las opiniones fueron muy útiles, pero enseguida me di cuenta de que algunos lectores están mejor equipados para el género con el que estés trabajando; del mismo modo que hay lectores que ofrecen mucha más información que otros. Por esto, cuanto mayor sea tu círculo de lectores, más información de valor podrás extraer para tu obra.
Y ahora viene la gran pregunta. He dicho que no es buena idea simplemente mandarle a un lector un texto y pedirle que opine, que es mejor guiarle hacia lo que realmente te interesa. ¿Pero cómo conseguir esto?
¿Qué debería pedirle a mi lector cero?
En primer lugar, quiero distinguir una vez más entre el lector de calle, el lector amigo/conocido/seguidor/aficionado/adicto que va a comunicarte sus impresiones y opinión, y el lector profesional que te realiza un informe de lectura. Si combinamos el trabajo de ambos tipos, podríamos dar con un cuestionario estupendo que enviarías a cada uno de tus lectores. Y la buena noticia es que yo ya te he hecho el trabajo. Simplemente con estar en mi lista de correo, te llevas mi propio cuestionario, el que yo uso con mis lectores cero:
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Si sabes qué quieres sacar de tus lectores cero, puedes extraer información de valor incalculable para tu obra.
¡Ojo! No vale sacar dinero ni fluidos corporales. De los conjuros de nigromancia ya se ocupa el departamento de marketing.
Y cerramos con una pregunta:
¿Es necesario contar con un lector cero?
Ya puedes ser Stephen King cruzado con Paul Auster o el tataratataratataranieto bastardo de Cervantes: recibir la opinión de un lector que no seas tú mismo antes del proceso editorial es fundamental. Un buen editor podría realizar esa función, pero hoy en día el papel del editor ha cambiado mucho, y ya pocos tienen que ver con los grandes editores de antaño, que podían y sabían convertir un manuscrito interesante en una gran obra de arte. Cuantas más lecturas recibas de tu obra, una idea más aproximada tendrás de a) cómo hacerla mejor y b) qué tipo de recepción tendrá luego en el mundo real.
No permitas que tu amor por tu obra te impida aceptar las sugerencias de los demás (o por lo menos escucharlas). Todos los lectores cero no tienen razón en todo momento, pero algunos tienen parte de razón en algún que otro momento.
Busca, escucha, selecciona y aplica.
Es un paso más en el complicado baile de creación de un texto, pero es un paso crucial.
Si quieres bailar solo, para ti, adelante: no necesitas a nadie más. Pero si quieres bailar para nosotros, hacer que nos extasiemos y abramos la boca en feliz asombro, vas a necesitar un poco de ayuda.
Un poco de ayuda de tus amigos, de tus editores, de tus correctores.
Y ese codazo meticuloso, ahí, justo donde duele, de tus mejores críticos y betatesters.
Si te ha gustado este artículo, creo que te gustará mi lista de correo (una vez a la semana debato temas escritoriles con mis suscriptores). Y si te gusta el contenido del blog en general y quieres leer más cosas mías (o simplemente echarme una mano), prueba a hojear alguno de mis libros, como este:
70 trucos para sacarle brillo a tu novela: Corrección básica para escritores. ¿Has escrito una novela o un relato y no sabes cómo enfrentarte a la revisión? ¡Yo te ayudo! Disponible en Amazon.
- Puedes ver reseñas del libro en la propia Amazon y en Goodreads.
Puedes ver más libros míos aquí.
Hola! Me encantan tus notas! pero cada vez que las leo me agarra la angustia de la víspera de la (auto)publicación (todos los dias es vispera de autopublicacion para mi jaja).
Anoto todos tus consejos, anoto los consejos de otros blogs que mencionan tus consejos, me vuelvo loca! Que no se si se me escapó algo, que no se si corregí bien (y eso que lo hice con tu librito al lado) y ahora que leo este post, pienso que mi unica beta tester fue una amiga mia, que no se si fue muy objetiva, pero algunos errores me marcó. (Mis otras amigas ni se molestaron en leerlo. menudas amigas) asi que como no puedo con mi ansiedad, me lanzo a la pileta! Y que sea lo de Dios quiera! 🙂
jaja, parece como que necesito contención, pero esta todo bajo control OOOHMMMMMM..
Tranquila, tocaya, que en algún momento hay que publicar. Lánzate y aprende luego del feedback también 😉
Nadie es escritor si no que prueba el rechazo y las criticas acidas. Al contrario aprovecha su critica y resume su trabajo Con furor y perseverancia.
Lector cero sigue sonándome al primer infectado, lo cual no carece de lógica en un entorno de memeización (toma palabro) como es la primera lectura de un texto por parte de un cerebro no protegido.
Creo que lo primero que tiene que ser un lector cero es ser una persona que suela leer más bien poco, que no se interese demasiado por el tema de tu libro y que te quiera lo suficiente (o lo suficiente poco) como para soltarte la dura verdad a la cara. Es decir, gente con una alta probabilidad de localizar eso que has hecho mal, que rompe la trama, que los ha detenido, que no entiende…
A mí me han pedido ya unas cuantas veces que sea un lector cero, incluso ofreciéndome pasta, pero soy uno muy poco eficaz. No valgo porque no tengo paciencia con textos no revisados ortográficamente, ya no digamos de estilo. Y, por algún motivo que no me entra en la cabeza, la gente pasa de leerse el DPD antes de escribir un libro. «Joder, es tu trabajo» pensaría cualquier escritor racional. El problema es que lo uno raramente va acompañado de lo otro.
Del otro lado, del lado de la escritura por mi parte, una de las mayores críticas es el uso «injustificado» también de palabras malsonantes (caca-culo-pedo-pis en adelante) y del amor homosexual. Curiosamente, solo tengo un relato en un libro que trata de esto último, de modo que no hice mucho caso a los muchos comentarios al respecto, y lo achaqué a falta de familiaridad con lo distinto. Lo de los tacos viene de serie.
Me apunto tus 10 preguntas, ya te las haré cuando vuelva a publicar alguna antología 😛
Me ha gustado mucho el artículo 🙂
«Del otro lado, del lado de la escritura por mi parte, una de las mayores críticas es el uso «injustificado» también de palabras malsonantes (caca-culo-pedo-pis en adelante) y del amor homosexual».
Propongo un chupito por cada vez que alguien nos diga que qué pinta esa escena de amor/sexo homosexual.
El mío de vermú italiano caro, plis.
Si mal no recuerdo cuando reseñé lectores aéreos dejé entre líneas que le había faltado sexo (Mis exactas palabras fueron: me dejó con las calderas prendidas).
Cuando comencé a enviar cuentos a revistas y concursos. muchas de las personas que leían decían cosas como: «Esta padre» o «Me gustó mucho» eso obviamente no tenia valor crítico y tiempo despues me di cuenta de que eran malisimos.
En páginas como fiverr puedes contratar lectores cero de todo un catálogo de depravados que cobran por palabra. Incluso especifican que tipo de libros consumen de manera que puedas elegirlos basándote en tu nicho de mercado.
Como último dato, hay que tener cuidado con ciertas compañías que «subcontratan» lectores para análisis de mercado. Generalmente se tratan de barcos cargueros en las costas chilenas con centenares de prisioneros obligados a leer manuscritos a forma de lectura.
Saludos…
«Si mal no recuerdo cuando reseñé lectores aéreos dejé entre líneas que le había faltado sexo (Mis exactas palabras fueron: me dejó con las calderas prendidas)».
Y por eso eres uno de mis lectores favoritos.
«En páginas como fiverr puedes contratar lectores cero de todo un catálogo de depravados que cobran por palabra. Incluso especifican que tipo de libros consumen de manera que puedas elegirlos basándote en tu nicho de mercado».
A mí Fiverr me encanta. Encontré ahí a mi portadista de 70 trucos… y no puedo haber quedado más contenta. También es verdad que está ahí metido lo más extraño de la prostitución humana.
Mis lectores cero son como oro líquido (y entre ellos tengo a mi madre, pero es que tú no conoces lo cabrita que puede llegar a ser mi progenitora…).
Mi madre me leerá el día que escriba como la Taylor Bradford o la Jackie Collins. Vamos apañaos.
Muchas gracias, muy útil, especialmente la parte de las preguntas sobre el libro.
Me alegro de que te sirva 🙂
¿Y la de aquel presunto lector cero que estaba muy motivado en leerte y aportar su granito de arena en el proceso y ya han pasado ocho meses, tu has reescrito el borrador y todo y además te evita para no confesar que no ha pasado de la página veinte? De ese tipo de «lector cero» habría que hacer un artículo aparte.
Mi imperio por un buen lector cero
Reconozco que he sido ese lector cero.
Leer un libro, te guste o no te guste (y en pantalla, con lo que molan los libros de papel bien metidita en la cama, que es cuando leo ficción), tiene un trabajo. Y reflexionar sobre lo leído, analizarlo y comentarlo, más. No seas duro con los lectores que se entusiasman y luego se dan cuenta del trabajo implicado en realidad 🙂
Mis lectores cero de la primera novela que escribí fueron amigos y familiares. Le había puesto tanto empeño que reconozco que cualquier opinión «negativa» me dolía, jaja.
Gracias por el listado y los consejos. Me lo apunto para la próxima.
Por cierto, tengo una pregunta sobre algo que mencionas al principio. Si tengo auto publicada una obra en Amazon, ¿puedo presentarla a un concurso que pida obras inéditas?
Besitos.
Hola Cristina, si no han cambiado las cosas desde la última vez que concursé, cualquier obra publicada en Amazon (o incluso de manera gratuita en una web/blog) ya no se considera inédita, por lo que no se admite para concurso.
Siempre podrás hacer una obra derivada o adaptada, que para eso es tuya 😉
Alerta batallita:
Una vez quedé finalista con un microrelato basado en otro relato corto mío, que consursaba por otro lado (y que no se comió un colín).
Un saludo.
Gracias Pablo, me lo imaginaba 🙁 No problem, a seguir escribiendo.
Curioso lo de la batallita…
«Por cierto, tengo una pregunta sobre algo que mencionas al principio. Si tengo auto publicada una obra en Amazon, ¿puedo presentarla a un concurso que pida obras inéditas?».
No, si te pide obras inéditas, no puedes presentarla. Se considera que ha sido editada, aunque haya sido autoedición 🙂
Lo peor de los lectores cero es que luego te da pena deshacerte de los centenares de hojas de tu novela comentadas. Por mi experiencia, cuando alguien tarda demasiado en responder, o no le ha gustado demasiado, o prefiere las pistolas y el humo del tabaco a las espadas y el fuego de dragón.
Me encanta la idea de adjuntar una lista de deberes. Algunas son las mismas preguntas que me ha tocado colar entre cañas y cenas. Por escrito mucho mejor, que luego todo se vuelve borroso 😉
Yo tengo la suerte de haber encontrado tres lectoras de fantasía y ciencia ficción, que se han convertido en mis tres hadas madrinas (tarden lo que tarden en leerme). Aunque tener de lector cero a tu padre también es curioso, «Este cuento que has escrito, porque esto es un cuento, está muy bien. A la otra futurista le he visto más fallos… ¿Esa no será la que se han leído los niños en el colegio, no? Porque para niños no es».
Un saludo y gracias por el artículo.
Jajaja, con los lectores cero en familia habría para varios artículos, me temo. Mi padre de lo mío se suele leer unas tres páginas, emocionarse mucho, hacerme un montón de preguntas y luego abandonar el libro porque «está en español y es difícil».
Yo estoy probando con lectores cero en Wattpad, y sobre todo lo que obtienes (cuando obtienes algo) son reacciones que te permiten ver qué capítulos emocionan más, pero de corrección y estilo no mucho, salvo que tengas la suerte de que uno de tus lectores sea escritor.
Yo añadiría a las características del lector cero que al menos haya varios con un nivel cultural alto y que provengan de diferentes ámbitos profesionales o culturales, porque pueden detectar fallos sobre datos de la ambientación (sobre todo para novelas basadas en el mundo real) que puede ser que a ti se te escapen.
Me pasó con una cosa tan tonta como el nombre que tienen los hinchas del Betis, que yo pensaba que eran ultrasur, y resulta que no, pero es que yo de fútbol ni j.
«Yo estoy probando con lectores cero en Wattpad, y sobre todo lo que obtienes (cuando obtienes algo) son reacciones que te permiten ver qué capítulos emocionan más, pero de corrección y estilo no mucho, salvo que tengas la suerte de que uno de tus lectores sea escritor».
Buena observación. Por eso imagino que habrá que complementarlos con lectores que también escriban (o que sean muy buenos lectores). Pero es un buen termómetro emocional, por lo que comentas.
Yo participé hace años, en un curso de novela y lo mejor de todo fue el feedback de los compañeros, nos mandábamos lo que habíamos escrito y todos comentábamos lo de todos.
Fue tan enriquecedor, que a pesar de que tengo buenos lectores cero, pensé que estaría bien organizar este tipo de grupos entre autores de un mismo género. Lancé la convocatoria en mi blog, pero de momento no hay demasiados interesados.
Es difícil que una iniciativa así funcione bien ya que todos los implicados deben estarlo al mismo nivel y durante todo el tiempo y con gente que no conoces de nada puede ser difícil establecer confianza. Pero los grupos de escritores funcionan y son motivadores,divertidos y didácticos!
Como dices, es complicado. En ese sentido igual funcionan mejor los talleres, ya que hay un profesor que mantiene a la gente enfocada y analiza los niveles.
Gracias por comentar ^_^
Un artículo muy útil, Gabriela. Me quedo con dos cosas:
1.- Que nadie nos desvíe del corazón de nuestra obra.
2.- Me ha gustado tu enfoque «necesitas saber qué falla y por eso no pasa nada si recibes una crítica negativa» porque sin duda te ayudan a pulir tu relato, microrrelato o novela. Y tan importante como saber encajar una crítica es saber preguntar la opinión. Por eso creo que preguntas como las de tu cuestionario ayudan a detectar qué puede mejorarse en nuestros escritos y evitan situaciones incómodas, tanto al lector como a nosotros.
En mi caso los lectores cero son mi pareja – la pareja sí que merece una antología de agradecimientos jejej -, amigos y conocidos-casiamigos).
Pd – A mí también se me quedaron las calderas prendidas con algunos de tus relatos.
«– la pareja sí que merece una antología de agradecimientos jejej »
¡Y que lo digas! Por lo menos en mi caso puede ser un intercambio. De textos.
«Pd – A mí también se me quedaron las calderas prendidas con algunos de tus relatos».
Y eso es, oficialmente, lo más bonito que me puede decir un lector.
Yo acabo de empezar a pasar mis escritos a amigas y conocidas. Desde el primer momento les dejé claro que me ayudaba mucho oír lo malo, incluido el hecho de que no pudieran pasar de la página diez. De momento no nos hemos sentado a tener la conversación que necesito, pero todas admiten que la novela que les pasé tiene cosas buenas y malas. Temblando estoy. No llevo muy bien las críticas.
Gran idea lo de Fiverr para la portada, no se me había ocurrido. Para críticas de pago, prefiero pagar más y poder fiarme. ¿Tienes alguna recomendación? (Acabo de descubrir tu blog y ando curioseando, lo mismo las encuentro si hurgo un poco más, ¿no?)
Gracias por este blog, la verdad es que es de gran ayuda.
Sí, Ruth, escríbeme a gabriella(arroba)gabriellaliteraria.com, a lo mejor te puedo recomendar algún lector profesional (indícame de qué género es tu obra).
Lo de las críticas siempre es difícil. Con la práctica se hace un poquito más fácil, pero siempre cuesta. También depende de quién y de cómo te digan las cosas, claro. A veces duele, pero es necesario. La buena noticia es que no tienes que hacer caso de todo lo que te digan 😉
Muy buen artículo. Me ha parecido útil y he rescatado ideas interesantes. ¡Gracias por tus publicaciones!
¡Gracias a ti por leerlas! 🙂
¡Hay que ver como pones los pies en la tierra! Mis lectores cero no son de fiar ¡todo es genial! Ahora mismo estoy escribiendo un relato para un concurso y me encantaría un lector cero pero me parece que no voy a recurrir a las fuentes de siempre. Tendré que fiarme de mi instinto y se lo más crítica posible.
Cómo estoy empezando me lo tomaré con calma y estudiaré como buena alumna ¡todo lo que me enseñes! Ahora ya se que necesito lectores cero y cómo encontrarlos y sobre todo qué pedirles.
Gracias por este post tan completo
Pues mucha suerte, Nuria. Un buen lector cero vale su peso en oro, de verdad 🙂
Gracias Gabriella por el artículo. Uno de los más interesantes que encontré y además divertido. Probaré tus ideas para encontrar lectores cero que valoren mi primera novela. Será difícil, ya que no me conoce ni mis vecinos, pero realmente necesito opiniones objetivas. Ya te contaré luego mi experiencia en el proceso. Un abrazo.
¡Mucha suerte, Patricia!
Pues acabo de entregar la novela en el registro, se la he mandado a mi agente, a un amigo escritor y a mi padre (que es un orco de Mordor en lo que a lectura crítica se refiere) y me ha encantado la sugerencia del cuestionario. En la anterior novela empleé lectores cero, pero no les planteé ningún cuestionario y todo se iba por los cerros de Úbeda. Así que esta vez se lo voy a mandar para que me hagan los deberes, creo que me será de ayuda. Si luego hay que reformar mucho la novela, tampoco pasa nada, sólo son 7 euros el registro. Muchas, muchas, muchas gracias. Un abrazo apretado
¡Hola Gabriela!
Acabo de descubrir tu blog, me parece interesantísimo. La de cosas que estoy aprendiendo.
¡Muchas gracias!
¡Muchas gracias! Tengo ya un cuestionario tipo monstruo de frankenstein con todo lo que he ido recogiendo por la web y agregar las preguntas «¿cómo titularías la obra?» y agregar aquello de cómo quieren aparecer en los agradecimientos, así como la nota de que no es obligatorio que respondan a toda la cosa, me han parecido un par de joyas que me llevo al nido.
¡De nuevo, gracias!
Laura
Me acabo de apuntar todas tus recomendaciones. Y con tu permiso también me he apuntado tu email para cuando acabe mis relatos,pedirte que me aconsejes con algún lector profesional.Mientras tanto seguiré leyéndote.
Me encanta tu blog.
Me ha encantado. Me parece muy útil, además, porque estaba barajando usar lectores beta para mi próxima novela.
¡Muchísimas gracias, lo comparto por Tw!
Hola Gabriella, me ha encantado tu articulo (a la par que útil).
Me gustaría que me resolvieras una duda: He escrito un libro que se podría calificar de Técnico-novelado. Es decir, que es muy especializado en un tema concreto pero lo cuento de manera didáctica, con personajes que van explicando cada tema. ¿Que tipo de lector 0 es el ideal para este caso? ¿Crees que un familiar muy lector serviría ?¿ O debo pedírselo a alguien que sepa de esa materia en concreto? (esto ultimo no me agrada por el tema del plagio y tal..)
Hola, Mireia. Disculpa la tardanza en contestar, que se me fue tu mensaje a spam.
Un familiar no sirve, a no ser que sea tu público objetivo. Si la intención es didáctica, te interesan dos tipos de lectores, creo yo: alguien que sepa (para poder señalar cualquier fallo) y alguien que no sepa, pero que tenga interés por el tema, para que puedas ver si los conocimientos se comunican bien.
Si te preocupa el tema del plagio (que te adelanto que es algo muy poco probable), registra tu obra antes de enseñarla y procura enseñarla solo a personas de confianza.
Gracias por leer y comentar.
Hola, acabo de descubrir tu página. Este artículo es muy interesante, tomaré con tu permiso, las preguntas para solicitar opinión sobre mi novela próxima a publicar.
Una pregunta aparte: ¿Si ya publiqué un capítulo o dos de mi novela en una pagina de facebook para sondear las reacciones, cuenta como publicada y no inédita para un concurso?
Claro, Hiram, úsalas con tus lectores, que están para eso 🙂
Sobre lo que preguntas, para mí la novela seguiría siendo inédita y no habría problema, pero en estos casos lo ideal siempre es consultar con la organización del premio.
Gracias por leer y comentar.
Muy buena tu explicación, me ha encantado. Pero mira que es difícil conseguir lectores objetivo cuando no has publicado antes, ahora para los demás tipos de lectores cero si que la probabilidad se hace casi nula.
¡Vaya post! Tus referencias a «tataratataratataranieto de Cervantes» y fotos con geniales epígrafes me matan de la risa. Las bromas literarias son muy buenas, quiero decírselas a mi familia, pero caigo en cuenta de que no entenderán el contexto… *llora en literario*. ¡Igualmente me divierto! Y hago un mea culpa sobre el tema de hoy: he entregado un borrador *muy primer borrador* a lectores beta (espero que no me maten cuando acaben la lectura)…y empecé la reescritura sin haber leído todo el texto. ¿Cómo superar la vergüenza de releer tus palabras y decir «my god, ¿qué estaba pensando acá?»? Pregunta muy seria, eh.
En fin. Me alegra que el blog esté reviviendo (lo conocí hace algunos años y casi no había comentarios) y el canal de Youtube es genial para conocer otros escritores.
¡Saludos!
Postdata: ¿un blog literario sirve para atraer interesados en este mundillos? A veces de verdad necesito a alguien que entienda este tipo de bromas…
¡Muchas gracias por tus palabras, Tamiko! Lo del blog literario sí que puede ayudarte a hacer comunidad, sí, pero es mucho trabajo y… la verdad… los blogs están ahora de capa caída. No sé si lo has visto, pero hay aquí una lista (y vídeo) de dónde encontrar comunidades escritoras, a lo mejor te sirve para encontrar tu gente 😉 https://www.gabriellaliteraria.com/comunidades-de-escritores/