Hoy traigo una buena y una mala noticia. |
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La mala (quitémonosla lo antes posible), es que este viernes en que tocaba vídeo no hay vídeo, ya que estoy preparando algo un poco distinto y me está llevando más tiempo prepararlo, grabarlo, editarlo, etc.
Siempre que las divinidades del azar y el gafe lo permitan, estará listo para el viernes que viene. Creo (espero) que el resultado os resultará muy resultón (dijo ella con resolución resuelta). |
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La buena es que traigo un recurso de escritura y productividad. Sí, hoy solo uno, pero es potente.
Seguro que ya lo conocéis, pero a lo mejor os pasa como a mí y se os olvida que existe. Cuando estoy más agobiada con cosas que hacer, me gusta que me recuerden que puedo usarlo cuando quiera.
Hace poco vi que lo usaba también el autor de una de mis newsletters favoritas, Sahil Bloom, así que si leéis en inglés y queréis ir a ver su versión: ahí la tenéis (bajad hasta donde dice The 3x5 Notecard Strategy).
Para los demás, mirad qué sencillo. Solo tienes que coger tu laaarga lista de tareas pendientes (o hacerla, si no la tienes ya) y escoger solo tres tareas de la lista. ¡Solo tres! Bueno, cuatro si te ves muy apurado/a. Pero nunca más de cinco.
Y esas tres más importantes las escribes en una ficha, un pósit(1)... donde quieras. Algo que sea pequeño y que puedas llevar a cualquier parte.
(Recuerda que importante no es lo mismo que urgente. Es URGENTE contestar a ese email pendiente, a ver si van a pensar que eres mala persona, pero es IMPORTANTE seguir trabajando en tu novela).
Si esto lo haces al final del día, pensando en el día de mañana, o a primera hora del día antes de ponerte a trabajar, mejor que mejor.
Venga, vamos con ejemplo personal, por qué no. Aquí estamos, internet, para que me juzgues.
Estas son mis tres tareas importantes de hoy: hacer el primer borrador del guion del próximo vídeo, escribir y mandar este boletín que estás leyendo, y grabar algo de material que necesito para el ya mencionado vídeo (lo que los pros llaman B-roll y que en español creo que es metraje de relleno, de transición o de archivo, o algo por el estilo... contádmelo los expertos si respondéis a este email). |
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Antes de que te agobies, no te preocupes, que no nos olvidamos del resto de las tareas. Las puedes poner en la parte trasera de la ficha, ¡en el envés de tu hoja! Estas son todas esas cosas que quieres hacer, pero que si no llegas a hacerlas hoy, NO SE ACABA EL MUNDO.
Y recuerda: a veces parece que se va a acabar el mundo por no hacer algo (lo siento, tres personas que lleváis una semana esperando que os responda a un email), pero no se acaba. ¿Es más importante que esas tres personas se puedan molestar (de nuevo, os pido mil disculpas) que enviaros este correo o trabajar en mi próximo vídeo? Probablemente no. Ahí van mis tareas secundarias de hoy: |
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Aparte hago otras cosas. Semanalmente planifico mi calendario para tener muy claro qué me toca hacer en cada momento (incluyendo actividades sociales, labores domésticas, etc). Y tengo mi libretita de camarero para ir apuntando qué voy haciendo cada día (aseguro que es mucho más satisfactorio ver qué has conseguido que tener largas listas de cosas pendientes). |
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Tengas el sistema que tengas para organizarte, esto de priorizar siempre va a ser básico. Creo que lo de obligarnos a reducir las tareas diarias a las tres más importantes es fantástico.
No digo que solo vayas a hacer esas tres cosas. Pero el hecho de saber que, una vez las has hecho, ya está lo más importante del día hecho, es liberador. Y ya puedes dedicarte a contestar emails o a sacrificar adeptos en el Cult of the Lamb (el señor Cotrina está enganchado) o cualquier cosa que necesites hacer ahora que te has quitado lo gordo de encima.
Porque si no contesto emails ni actualizo en Twitter (o X o lo que sea) no se acaba el mundo.
Pero si dejo de escribirte, si dejo de hacer vídeos, tal vez sí.
Quién sabe, a lo mejor cada vez que abro mi Google Drive o mi WordPress os estoy protegiendo a todos del apocalipsis.
Ya me lo agradecerás luego.
Para empezar, me podrías traer unas fichas de esas rayadas, porfa, que se me están acabando. |
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Por si no viste mi vídeo más reciente... |
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1. Aquí está. Comienzos de novela que aburren, confunden o que dejan a tus lectores indiferentes (tan indiferentes que olvidan que estaban leyendo tu libro y lo dejan abandonado en una esquina polvorienta, habitado por los fantasmas del éxito escritor que siempre quisiste tener): |
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Recuerda que puedes responder a estos emails cuando quieras, sobre todo si quieres recomendar otros recursos y herramientas para gente que escribe que tú hayas probado y que te funcionen bien.
¡Nos vemos el viernes que viene! |
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(1) Te juro que se escribe así, según la RAE, y no me acostumbraré en la vida.
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