Si has estado trabajando en una situación, dándole vueltas, echándole todo lo que tienes, puede que no sea un problema. Puede que hayas inventado una paradoja, que hayas creado tantos límites que nunca llegarás a ninguna parte.
También dice:
No tiene sentido trabajar en una paradoja. Abandónala y sigue con tu vida. Aún mejor: averigua qué límites debes eliminar y conviértela en un problema.
Estoy trabajando en otro artículo muy largo (con una versión gratuita en el blog y otra versión ampliada a 0,99 €, como hice con este otro artículo). Pero os echo de menos. Echo de menos compartir y hablar con vosotros. Así que hoy solo vengo a preguntaros esto: ¿estáis trabajando en una paradoja o en un problema?
Y si es una paradoja, ¿por qué? ¿Dónde están vuestros límites?
Si puedes derribar tus límites y si sabes que eso te traerá polémica, complicaciones, más trabajo, has creado un problema.
(Los problemas tienen soluciones).
Escribir siempre es un problema. Escribir como expresión artística personal y profunda, quiero decir, no escribir por pasar el rato.
Si tu escritura no te resulta problemática, es posible que no estés ofreciendo algo importante, algo que derribe los límites de la paradoja.
Hola, Gabriella ^^
Me alegra saber que no te olvidas de nosotros (y de que traes algo gordo, jeje)
La verdad es que no creo haber llegado aún a la paradoja, pero a veces escribir es un dolor de cabeza. Sobre todo cuando cuentas la historia de diferentes líneas temporales y tienes que cuadrarlo todo. Nada que no se resuelva con una buena planificación.
Un beso 😉
Ah, pero ahí está. Es difícil, pero tan solo es un problema. Y, como bien dices, puede solucionarse.
Lo gordo espero poder publicarlo martes-miércoles.
Besos y ánimo 😉
Gabriella, aquí la turba iracunda de fans pobres hemos recolectado sangre de unicornio, una lagrima de dragón, 150 gramos mandrágora, un duende y las esferas del dragón… logramos invocarte, te extrañabamos TT_TT
¡Pues ha funcionado! Que aunque no me veáis no dejo de trabajar para vosotros 😛
Si todo va bien, martes-miércoles saldrá un macroartículo. Tal vez publique algún otro microrrecorte mientras tanto, que mi verbofagia tiene que satisfacerse de algún modo.
Qué bonicas son las esferas del dragón, chicos, gracias. Justo andaba buscando algo decorativo para una estantería nueva.
Toda la razón, sobre todo en lo complejo que resulta dejarla atrás.
Un beso ^^
¡Y tanto!
Besos para ti y gracias por leer 🙂
¡Hola!
No sé si si el atículo se aplica a mi situación, pero la resumiré. Resulta que estoy en la disyuntiva de si modificar ligeramente mis escritos para aumentar las posibilidades de que gusten al gran público, o mantenerme en mi línea (algo que supongo les sucederá a muchos escritores). En concreto me refiero al ritmo frenético de mis escritos: las escenas se suceden una a otras muy rápido, porque detesto las descripciones superficiales, todo lo que no sea relevante, la paja. Entonces escribo lo esencial (profundizando en ello) pero no trabajo mucho el contexto ni estiro los sucesos más de lo que considero importante.
El problema es que puede parecer que el hecho de no trabajar esos aspectos se considere como un error, pero yo lo hago deliberadamente, pues explayarme en ello no me llama en absoluto la atención.
Es en ese sentido que no sé si me he metido en una «paradoja» o si puedo convertirlo en un problema para darle solución. ¿Qué me recomendarías, si no es problema?
Muchas gracias, ¡te leo!
Lucas
Hola, Lucas, no sé si te servirá mi respuesta, pero hace unos años estuve en una situación similar, así que igual puedo ayudar un poco.
Yo también quiero ir a contar solo lo que yo quiero, y muchas veces utilizar escenas rápidas e ir al grano puede ser algo muy positivo. No puedo juzgar tu caso, pero también es posible que te ocurra lo que me ocurría a mí: no tenía consideración por el lector. Solo contaba lo que yo quería contar como yo quería contarlo. Eso está bien, pero nuestro mensaje no es autodirigido, tenemos un receptor.
Y los receptores necesitan cierto «relleno», cierta información que nosotros consideramos prescindible porque ya está en nuestra cabeza. Prueba a hacer lo siguiente, a ver si te ayuda. A mí me funciona:
-Escribe tu escena (o capítulo o lo que veas) tal como quieres tú, con la rapidez que quieras.
-Al cabo de unos días, relee la escena y mira cada frase. ¿Qué más información puedes aportar a cada frase o párrafo que sea de utilidad para el lector y para la historia? A veces ayuda usar listas de palabras aleatorias para inspirarnos, para crear frases de buen relleno.
-Unos días más tarde, relee. Elimina aquello que no aporta nada a la narración ni al desarrollo de los personajes y de la historia. Te sorprenderá ver que con frecuencia lo que quitas es parte de tu texto original y que el relleno era más importante de lo que pensabas.
Al final acabas con un texto que, sin meterse en descripciones innecesarias, ofrece un resultado pulido y rápido. Así, puedes tener la rapidez que desees sin que por ello el texto parezca acelerado ni mal construido. Un buen ejemplo es Palahniuk: escribe lo esencial, pero con cuatro frases nos transmite una cantidad de información para la que otros escritores necesitan tres páginas. Se puede escribir de forma concisa sin dar una impresión de pereza ni mala escritura. El truco está en cómo concentramos la información, la semántica. El truco siempre está en los niveles de sentido, no en la extensión 😉
Besos, espero haberte ayudado.
¿Por qué haces esas preguntas? ¿Es que no ves que me haces pensar? ¿Quién te ha dado derecho a remover mi conciencia?
Ahora tengo que buscar una respuesta y pasar de la paradoja al problema.
En fin, en realidad tengo que agradecerla, pero que no se note mucho 😉
Uf, que a uno le hagan pensar puede ser bastante horrible. Cuestionarse las cosas es un fastidio. Pero, oye, si te sirve para derribar algún muro, me doy por satisfecha 😀
Romperte la cabeza para crear un personaje muy inteligente e ingenioso y darte cuenta de que nunca podrá ser más listo que tú mismo. ¿Eso es un problema, una paradoja o una ironía deprimente? 😛
Jaja, es una paradoja que puede convertirse en un problema. Si estudias y aprendes y te esfuerzas por volverte más inteligente (derribas tu límite), tu personaje será más inteligente. Y así cada vez más listos los dos.
Ahora que lo pienso, creo que más que nada es una oportunidad 😛
Hola, gabriella y tertulianos.
uy, que post más corto. casi que me he quedado con ganas de ti :p
apunta que falta otro post que explique cómo distinguir y transformar las paradojas en problemas (con algún ejemplo).