ACTUALIZADO: ¡Ya sabemos quién ha ganado! Ve al final de este artículo para averiguarlo.
Hace mucho que no hago sorteos y ya sabéis lo que me divierten, así que hoy voy a hacer uno y buscaré alguna excusa para ello.
¡Que he alcanzado 9000 seguidores en Twitter! Jum.
¿Casi 6000 en Facebook? No sé, no sé.
¿Mi llegada a Instagram? Tengo mis dudas.
¿Que ya llega San Valentín? Teniendo en cuenta que no voy a poder pasar ese día con la persona a la que quiero, eso lo único que hace es ponerme de mal humor. Grrr.
Y es que, como dice mi gruñón favorito, Isaac Belmar, tener un montón de seguidores en redes sociales tampoco es que sea la panacea ni te asegura nada. Pero eh, me hace sentirme calentita en las noches oscuras de frío del alma y tal. Y me lo repito a mí misma cuando alguien casi me atropella en un paso de peatones o cuando un camarero me ignora para atender antes a alguien más joven y atractivo. Solo le haces más caso a ella porque no sabes que tengo 9000 seguidores en Twitter, c****n.
También me reconforta saber que todos estaréis ahí para indignaros conmigo la próxima vez que me estafe la empresa de telefonía de turno o decida manifestar alguna opinión política. Eso sí que es un lujo y lo demás son tonterías.
Así que creo que celebraré otra cosa. Celebraré que soy muy muy muy fan de Las tres muertes de Fermín Salvochea de Jesús Cañadas y de este marcapáginas de madera de Medusa. Y a mí las cosas que me encantan me gusta compartirlas.
Os recuerdo, queridos, para mi desgracia y pena, que solo puedo mandar esto a gente que tenga alguna residencia en España. Puedo mandar a Europa si vosotros cubrís los costes de envío, pero a los que estáis fuera de Europa os aseguro que los costes son tan altos que no os va a compensar: creo que os sale más barato compraros el libro y el marcapáginas directamente.
Este es el premio:
- Un ejemplar lujosísimo en tapa dura y muy preciosa de Las tres muertes de Fermín Salvochea, un libro de Jesús Cañadas que probablemente fue lo más divertido que leí en 2017. El estilo de Jesús es impecable, su documentación es preciosista y su peculiar sentido del humor y la tragedia se combinan en esta obra a la perfección. Mil trillones de gracias a Jesús y a Roca Editorial por proporcionarme este ejemplar para vosotros.
- Un marcapáginas de madera, tallado con láser (sí, es tan chulo como suena), creado por la muy espléndida Medusa Dollmaker, que en su tremenda generosidad me proporcionó esta obrita de arte para vosotros. Si no os toca, compradlo vosotros. Es una pasada.
- La combo habitual de chucherías y bolígrafos bonicos.
- Editando: Se me está yendo mucho la mano y ahora he incluido también una libreta de notas.
Jugoso es poco, ¿no os parece? Yo estoy salivando.
¿Cómo participar?
- Apúntate (si no estás ya) a mi lista de correo. Esta parte es muy importante, porque le pediré a quien gane la dirección de email con la que se apuntó a esta lista. No te asustes: mando pocos correos a la lista y suelen ser artículos, del estilo de los que pongo en el blog, pero más cortos y exclusivos para los suscriptores.
- Déjame un comentario por aquí diciendo dónde (o cómo) tienes pensado leerte este libro y qué planeas hacer con el marcapáginas.
- Tienes hasta este lunes 19 a medianoche (hora peninsular española) para participar. Si todo va bien, haré el sorteo el día 20.
Y lo más importante: Lechuguita aprueba y recomienda este sorteo.
Para todos los que estáis, como yo, renegando de un día enamorado solitario o de un día muy satisfecho de no enamorado, ¡este es el regalo que os traigo!
¡Y SORTEAMOS!
Esta es la lista (numerada) de gente que participó dejando comentarios hablando de qué haría con este premio tan fabuloso, por orden de llegada:
- Blanca R. Bandarrita (@bandarrita)
- Istel
- MissNRomanoff
- torpeyvago
- Leydhen
- María Arenas
- Cris Carou
- Salva Jiménez Luzzy
- Audrey
- Núria P
- Gonzalo Vaquero
- juanlumvu
- Elena
- Yolanda Fuertes
- Wolfdux
- Karen Walker
- Beatriz Vélez
- María Isabel Pérez
- Judith Gracia
- Chelo
- Carolina Corpas-Neale
- Isabel Colón
- José Cascales
- David Monedero
- Franxu
- Aiko
- Pedja
- Salana
- maureen1978
- daniel lopez
- damaenblanco
- María Ángeles García García
- Tabaré S.
- María R. Coco
- Alejandro Moreno
- Cris García
- Mario Carballeira
- mayatakameru
- Mink Aldhissla
- Gerardo Rodríguez
- F.Parrondo
- Gabriela Nebro
- jeanivesthibauth
- Elvira
- LUCIANO RODRIGUEZ TORIBIO
- Lourdes Garcia Guindo
- Trescatorce
- Hugo Meza
- Patricia García Tarín
- Noa Velasco
- Elisa
- Encarna
- Celia Arias
- María
- M. Mateo
- Sonia Alba Almendros
- adrimacfer
- María Martínez
- Pablo GarMa
- Juanfran
- Marina López
- Santiago GC
- Victoria Durán
- Yolanda
- María Dolores Garrido Goñi
- Q. de la Torre
- Eduardo Norte
- Sergi
- Naomi Alba
- Couto
- Nuria Mahillo
- Laura F.
- Marta González Peláez
- Marian Ferreiro Alvarez
- Alicia
- Olivia
- Silvia Barbeito
- Paqui Ortiz Jódar
- begoruizorbezua
- Ana
- Cristina Aguas
- Marta
- Manoli
- Manuel Jesús Aragón Sánchez
- Rubén Berrueco
- Graciela
- Mjose
- Celia Añó
- Gloria T Dauden
- Pilar
- Matilde
- Lupin
- IVÁN GRANDE LÓPEZ
- Adrià
- Isa
- Manuel Morales
- Noelia
- Adela Castañón
- Blanca
Metemos los números en random.org y sale…
¡Enhorabuena, Tabaré! En breve me pondré en contacto contigo por email para que me des tu dirección postal. ¡Felicidades, celebración y albricias!
A los que no habéis ganado: ¡tranquilidad! Si todo va bien, el mes que viene habrá otro sorteo tan chachi como este.
Pues espero que me toque, porque tengo muchas ganas de leer el libro del señor Cañadas, pero como soy pobre, si no me toca tendré que esperar a serlo un poco menos. Y como llevo un tiempo triste es justo y necesario que yo lea un libro estupendo y con sentido del humor. Si fuera verano me lo leería en la playa, pero como es invierno, me lo leeré en el sofá arropada con una mantita supercuqui que tejí yo misma.
Al marcapáginas le reservaría plaza permanente en mi mesilla de noche, para marcar el libro que esté leyendo, por supuesto.
El libro tengo pensado leérmelo como hago siempre. Primero lo cogeré, oleré y (sacrilegio) leeré la última frase del libro. Luego le haré caricias y promesas para que sepa que voy en serio, que va a ser una buena relación. Usaré de separalibros una etiqueta de ropa/ticket de museo/ tarjeta de alguien/factura. Lo meteré en el bolso, luego saldrá en casa, en la consulta del dietista y en la cafetería mientras miro esos bollos que no me podré comer. Le llevaré al parque, al trabajo, al cin… ¡no, ahí no! Pero me lo llevaré de fiesta para que me acompañe en el búho. No pondré café sobre él, ni té, ni siquiera vino. Aunque tal vez me tome una copa leyéndomelo. Al final le daré las gracias por el buen rato y prometeré llamarlo, pero al final solo se lo recomendaré a amigos (si me gusta).
El separalibros lo usaré en mis libros de cocina para que la madera adquiera carácter y buenos olores.
¡Qué sorteo tan maravilloso! Pues si me tocase el libro creo que según llegase del correo me sentaría a leerlo y no lo soltaría porque tiene un aspecto increíble y parece muy interesante. Y en cuanto al marcapáginas pues ya se convertiría, SIN DUDA ALGUNA en mi marcapáginas principal, porque es precioso.
Pues pensaba que estaba en tu lista de correo y que recibía tus boletines. Pero no, no estaba. O tal vez sí y mi natural gilimusidad me oculta datos.
En fin, que yo me lo leeré en el tren, salvo que vaya dormido con lo que me lo tendré que leer otro día. Toda vía no sé leer dormido. Aunque debo aprender porque la vida me va dejando cada vez menos momentos para leer. O yo voy encontrando cada vez más excusas para ver la tele, ¡vayausteasaber!
La verdad es que me llama la atención la efusividad y contundencia de tu comentario al autor. Reconozco que no soy de leer literatura actual —aun así lo hago, especial pero no únicamente, con autores no reconocidos: algún día encontraré un nuevo genio antes que los críticos—, que me gusta dejar que los libros tengan un cierto poso antes de comérmelos, como el jamón; normalmente unos cientos de años o, al menos, unas décadas. Pero ante ese entusiasmo… caeré en la tentación. No conozco el libro, ni el autor, ni el marcapáginas: esto representa una oportunidad.
Pues pienso leer el libro como leo últimamente: en esos ratos robados a las horas en las que debería estar preparando la oposición y sintiéndome un poco culpable por ello. Pero es que leer me da la vida, que de otra forma…
El marcapáginas está para enmarcar y colocarlo en un lugar de honor bien visible porque es una obra de arte. ¡Ea!
Suelo leer en el metro, en el bus, en el médico… Pero este se lo voy a leer a Salem en casa, mi lechugote particular. El marcapáginas se va a quedar dentro del libro. Todos mis libros tienen algo dentro, para descubrirlo al releerlo al cabo de los años. Me encanta.
Pues con el libro… me lo llevaré a la cama noche tras noche hasta que lo devore (guiño, guiño). Siendo uno de los títulos más alabados de 2017 hacen que no me falten las ganas. Y el marcapáginas vivirá en mi sobrecito de marcapáginas con muchos amigos hasta que le toque trabajar (suelo cambiarlos cada vez que cambio de libro). Y prometo darle muchos mimos y alimentarlo bien.
Si me tocan, claro. Gran sorteo, Gabriella, como siempre. 😉
¡Un saludo!
Vaya, vaya… menudo regalazo de San Valentín. El libro lo leeré en mi sofá, con un buen té y algo de chocolate que no pringue las páginas. Un poco de incienso y, si él quiere, mi gato a mi lado. El ritual perfecto. El marcapáginas lo usaré para lo que está hecho: para embellecer los libros durante el proceso de lectura. ¡Feliz San Valentín!
Si te soy sincera, no conozco el libro ni el autor. Pero si lo recomiendas, será bueno por narices. Así que me encantaría que me tocase para poder comprobarlo por mí misma.
Seguramente lo leería en casa, envuelta en la batamanta y con mi gatita acostada en mi regazo.
En cuanto al marcapáginas, te voy a decir lo que NO haría con él: perderlo. Siempre termino perdiendo los marcapáginas. Pero perder semejante obra de arte (como todo lo que hace Medusa, dicho sea de paso) sería una herejía, así que lo usaría con todo el cuidado del mundo y sin quitarle los ojos de encima más tiempo del necesario, no vaya a ser que le salgan patitas y salga corriendo.
Leería el libro en la cama, justo antes de dormir y después de acabar la jornada. Son estas pequeñas cosas que me encantan. Muchas gracias por el sorteo.
Y aprovecharía el marcapáginas con el libro para acordarme que estos dos regalos van juntos.
Yo lo leeré frente al fuego de la chimenea, en mi sofá orejudo, con la luz justa para iluminar las páginas. Y con el marcapáginas… bueno hay partes de mi cuerpo complicados de rascar sólo con las manos :p
Pues si gano el sorteo tendré que hacer una escapadita a Cádiz para leerlo allí, que creo que es donde está ambientada la historia. El marcapáginas marcará las páginas, que es su vocación, cada vez que haga una pausa para dar un sorbo a la cerveza o catar el pescadito frito.
Si Lechuguita aprueba, tenemos que participar 😋. Tengo muchas ganas de leer este libro y, aunque tendría que esperar como todos su turno en la pila de pendientes, seguro que terminaría leyéndolo en mi sillón favorito con una buena taza de té. Al marcapáginas ya le tengo sitio, con el resto de la colección. ♥
El libro lo leeré a escondidas en un rincón del sofá, bajo la manta de terciopelo mientras fuera llueve y truena. El marca páginas lo reservaré para un libro especial, que ocupa sitio fijo en mi mesita de noche.
Para serte sincero, tanto el libro como el marcapáginas (irá dentro del libro) los pondré en mi mesita de noche, debajo del libro que estoy leyéndome: La mano izquierda de la oscuridad. Pero en cuanto termine con Ursula, me pondré con el de Jesús. Lo prometo. ;·)
Me compré el libro para el Kindle, pero me dijo un amigo que era tan bueno que merecía la pena leerlo en papel. Así que leeré mi ejemplar de celulosa en el metro y en el parque que hay frente a mi curro.
Del marcapáginas tendré que hacer una vigilancia suprema porque mi amado esposo siempre intenta quedarse con los más chulos.
¡Hola Gabriella! El libro lo pondría junto al sofá, el sitio en el que suelo leer. Y ese marcapáginas tan maravilloso, lo dedicaría para esos libros especiales que todos tenemos y que releemos de vez en cuando.
Un saludo.
¡Me encanta el sorteo (como todos los que haces <3)! Pues veamos, resulta que soy muy maniática para leer así que esperaría a que todos en mi casa se hayan ido a dormir, ya que odio leer si hay cualquier ruido cerca. Por suerte, todos aquí duermen muy temprano, así que tengo dos o tres horitas para mis libros todas las noches 😛
Y hablando de San Valentín, aquí tienes a otra alma solitaria que no puede estar con su amor dicho día (siempre se cruzan los astros para que esto ocurra los 14 de Febrero, que curioso…). Pero bueno: libro, manta, té calentito y la silenciosa noche. Planazo.
¡Un saludo! =)
Lo leeré acurrucada en el sofá, bajo mi manta favorita, con mi chico al lado sintiéndose ignorado, porque me meto en un libro y no salgo a no ser que caiga una bomba… Aunque le pueden dar mucho por saco. 😂
Muchas gracias por el sorteo.
Desde luego que lo leería sentada al fuego de mi estufa de leña… Pero creo que antes debería deshacerme de la familia para un mayor disfrute lector ¿Alguien tiene cinta americana y una pala para usar con unos hijos adolescentes? ¿Esa pregunta anterior se considera una falta de respeto? ¿Hay vida lectora más allá de las peticiones de «qué hay para cenar» de un esposo? Jaja.
Ahora en serio ¿Qué qué voy a hacer con el libro, las chuches y ese precioso marcapáginas? Además de leerlo y usar todo como es debido, también haría una foto supercuqui para ponerla en mi cuenta de Instagram… Siempre que mi familia me deje en paz jajaj.
Illa, lo leeré en el coche mientras espero a que salga la niña del colegio que es donde más leo últimamente. El marca página lo usaria, believe it or not, para marcar las páginas lol.
Lo empezaré a leer cuando esté sola en casa, o por la noche cuando todos estén dormidos, los principios de los libros son para mí mágicos. Y lo mismo cuando queden pocas páginas. El marcapáginas lo utilizaré en el libro del sorteo, y luego no dejaré de usarlo en la novela que tenga entre manos.
El anterior libro de Jesús, «Pronto será de noche», lo leí antes de un viaje de 700 kilómetros y me acordé de él durante todo el viaje. Este lo leería en un viaje largo en tren… creo que lo disfrutaría mucho.
En cuanto al marcapáginas… iría directo a la vitrina de los regalos «nosetocancojones». Un beso grande, Ah! Algo importante, mucho, mañana 14 de febrero es mi cumple, y no digo nada.
Nunca tengo un marcapáginas concreto, soy de esos atentados andantes contra el buen gusto que siempre usan papelucos, o lo primero que pillan. La preciosa pieza de madera de Medusa iría ahora mismo a #Warcross, que es lo que estoy leyendo, y luego, con Fermín.
Los libros se leen en la cama, por supuesto, es lo mejor para desconectar antes de dormir 🙂
¡Hola Gabriella!
Pues soy de gustos sencillos… Me pondría a leer el libro con mi humeante taza de té chai (el de Merca***) con dibujos navideños como si de un típico jersey de esa época se tratara y una mantita azul, siempre azul, por encima mientras por la ventana se observa la llegada de los jinetes del apocalipsis en un anaranjado atardecer y la gente corre de un lado a otro gritando desesperada.
– ¿Queréis callarsus, leñe? -digo asomándome a la ventana mientras agito enfurecido un precioso marcapáginas de madera con un bello dibujo tallado a láser-. Así no hay quien lea tranquilo… Fin del mundo, fin del mundo… Pues no hace ruido ni ná.
me encanta este sorteo, un libro más un supermarcapaginas megagenial, ¿qué más se puede pedir? :3
El libro lo leeré mientras voy en el metro porque últimamente tengo 0 de tiempo libre y los libros es lo unico que me salvan del aburriiento en los viajes.
En cuanto al marcapáginas, ¡me encanta demasiado! Tengo una malsana afición a coleccionar marcapáginas, cuanto más bonitos mejor, así que este se iría para mi colección de cabeza porque no tengo ninguno de madera :3
Ya me he leído el libro, pero lo repasaré de nuevo por si mi tocayo ha escondido alguna referencia oculta al Cádiz Club de Fútbol. Viva Caí!
Jesus Cañadas, genial. Me gusta este escritor. He leído algun libro de él pero este todavia no lo he leído. Si me toca despues de dejar de dar saltos de alegria lo leeroa tirada en el sofa a ser posible sin nadie en casa que me interrumpiera. Colecciono marcapaginas asi que el marcapaginas iria para mi coleccion.😁
Le tengo muchas ganas a ese libro y aún no he tenido la ocasión de comprármelo (bueno, y que mi lista de libros pendientes es tan larga que me da casi vergüenza comprar más). Me lo leería en casita, en los ratos sueltos que me deja mi hija 🙂
pues me gustaría releer el libro este verano cerca de Cadiz y si puede ser en Cadiz, mejor que mejor. y luego se lo voy a regalar a alguien que sé que lo va a disfrutar como yo lo he hecho.
el marcapáginas tiene dueño para desvirgar. se llama Crónicas del fin….no te digo más.
Yo si Lechuguita aprueba el sorteo…pero bueno, vamos al asunto:
¿Dónde leería el maravilloso libro que sorteas? Pues tengo el antojo de leerlo tumbada a la bartola mientras veo corretear a mi amado perro (Niki) por una playa sin gente jugando a nada ni tostándose al sol. Tal vez no sea muy original, pero relaja en el mismo momento en el que se piensa (ommmmmm…).
Y nunca está de más agradecer tu generosidad, ¿verdad? 🙂
Yo lo voy a leer tranquilamente en el sofá y el marcapaginas sumará el número no me acuerdo (más de 2000) de mi colección de marcapaginas
No me avergüenza reconocer que, como muchos otros, tengo un determinado ritual a la hora de leer un libro nuevo. A parte del tradicional olfateo (me encanta el olor tanto de los nuevos como de los trofeos de caza de mis escarceos a librerías de segunda mano y anticuarios), me encanta acompañar la lectura con una bebida caliente —generalmente té o café, o chocolate en invierno—. También me gusta hacerlo en una cafetería, tumbado sobre la cama o sentado en un sillón.
Lo sé, todo esto suena a rollazo clásico, pero es mí rollazo clásico y le he cogido cariño a lo largo de los extraños eones.
Aprovecho para resaltar que el marcapáginas me parece precioso y que el título del libro promete mucho :).
Respecto al marcapáginas, puesto que he estudiado bellas artes y funciono por imágenes, probablemente termine inspirándome algún dibujo o relato según voy usándolo y observándolo.
Tengo muchas ganas de pillar por banda a Cañadas. Me da en la nariz que se va a sumar a esa larga lista de autores a los que envidio profundamente y a los que tendré que torturar para que me cuenten cómo y dónde fueron tocados por los dioses. ¿Dónde lo leeré? A saber. Tumbada en el salón con una manta y con la cabeza de uno de mis chicos apoyada en el regazo, con las voces de algún gameplayer de Youtube de fondo; en la cocina, acompañando a mi costillo mientras prepara la comida de mañana con los informativos de la radio de fondo; en el coche, cinco minutos antes de empezar las clases de inglés; en el baño, como todo el mundo; en la cama, prometiéndome (y sabiendo que me miento) que esa es la última página por hoy.
Pues yo espero leerlo en el avión de vuelta a Alemania, porque habré tenido que coger un avión y bajar a España para recoger el libro (o el marcapáginas o lo que me toque). Tengo ganas de ver la cara de los demás pasajeros cuando me oigan reírme a plena carcajada mientras voy pasando las páginas, como uno de esos locos que aparecen en las historias que leemos…
De todos modos me apuntaré el libro en la pila de próximos, porque me ha picado el gusanillo.
Si me tocara lo leería un domingo de esos que me gusta ser una ameba y no moverme del sofá. Si los dioses del tiempo fueran benévolos harían que lloviera y esa seria la banda sonora perfecta de mi lectura. Seguro que un café con leche sería mi Sancho en el camino y mi manta mi capa de invisibilidad para que nadie me molestara mientras disfruto del libro.
El libro, según llegue a casa, irá directo a la estantería. Desde ahí, dejaré que me mire mal mientras me leo Harry Potter, porque he hecho un pacto con mi novia por el que yo me leo la saga del mago y ella se ve todo Dr. Who. Me han dado muchas ganas de leer a Jesús, pero le he dado mi palabra a mi novia y mi palabra es mi palabra 😉
El marcapáginas, si llega a tiempo, se lo regalaré a esa misma novia que decía antes por su cumple, que le encantan las cosas bonitas. Si no, me lo quedaré yo para leer el libro del concurso hasta que me lo robe. Así compensará que no le haya dado nada por San Valentín.
O tal vez no haga nada de eso. Ya veré. Me gusta improvisar.
Yo suelo leer sobre todo en el metro, pero este libro invita a tardes (o tarde, en singular, quién sabe) de lectura con mantita en el sofá, la verdad. Sobre el marcapáginas, me parece precioso y me vendrá genial para sustituir los papeles y tarjetas aleatorios que utilizo habitualmente como punto de lectura.
Si fuera la afortunada que recibiera este libro lo leería en la cama antes de dormir, porque no desistiré nunca mi experimento de conseguir soñar algún día con lo que leo
El libro Gabriella, lo leeré al calor de la chimenea aprovechando estos días de nieve y frío, junto a mi chica que al igual que yo disfrutamos siempre de una buena historia. Y el marca páginas lo usaremos mientras nos dure el libro y luego pasará a otro y luego a otro, hasta que el noble material con el que fue creado, aguante.
Pues el libro lo leería bajo una mantita y abrigado que aquí en el norte hace un frío que pela y el marcapáginas confieso que lo usaria para lo qeu se creo. Soy de la creencia que las cosas deben usarse. ¿De que nos vale atesorar la belleza cual Gollum con su anillo? Además tiene ese aspecto de que cuanto más lo ves, más detalles le descubres. ¡Ah y gracias!
Me encanta el sorteo! ojalá lo pueda leer bajo el aire acondicionado o al lado de la piscina! Hermosos post! Muchas gracias!
Pues no se si lo publicaré dos veces porque el Internet me va fatal pero me vuelvo a repetir como el pepino en el gazpacho. Pues el libro no lo leeré. Lo regalaré a un gran amigo ya que mi ejemplar lo lei en la bahía y es mio pa’siempre. Pero el marca páginas ira derechito a la siguiente publicación de Jesús
No sabes las ganas que le tengo. Y un marcapaginas de madera sería la primera vez que viera uno…
¡Ya estoy cruzando los dedos!
Hola. El libro lo empezaré a leer tomándome un café frente a la playa de Gijón y dónde lo acabaré, no lo sé. El marcapáginas lo usaré para este libro; luego ocupará un lugar especial en mi colección de marcapáginas y seguro que lo volveré a usar.
Gracias por el concurso y un abrazo.
Me gustaria tenerlo y añadirlo a mi coleccion de libros divertidos y recomendables a mas personas, lo leeria en casa con mi mujer que es lectora como yo, en el sofa, mantita, cafetito y libro divertido, que mas se puede pedir, a si, el increible marcapaginas que me ayudaria a saber donde lo dejo y donde vuelvo a comenzar al dia siguiente que mas dar las graciasssssss
A mi me encanta leer, y si soy de marcapáginas, no me gusta doblar los libros, me gustan demasiado para doblarlos y marcar la página por la cual me quedé
Aprovecharia el tiempo que está mi hija en el Mini Club de lectura para leerme este libro, y al marca páginas le reservaría un usar especial en mi colección de marca páginas. Aunque quizá primero lo dejaría de exposición.
Gracias por sorteo!
Besotes!
Yo leería el libro en el metro, porque rodeado de desconocidos es cuando más aislado estoy para concentrarme en cualquier tipo de lectura. El punto de libro no lo utilizaría para tal. Debe ser pecado que viva siempre escondido algo con tanto arte.
Solo he ganado un sorteo en mi vida y, aunque fue para mi sobrina (era un juguete de madera), me hizo muchísima ilusión. Sin embargo, este me hará el doble, el triple, el cuádruple de ilusión porque… El regalo será para mí! Y nada menos q un libro, un marcapáginas y chuches de papelería! Muero de amor…
Yo lo leería en el iglú que me monto en la cama, bien tapadito, mientras el marcapáginas de Medusa lo planto en una maceta por si crece y me da reproducciones de su ilustración ‘The gamer’, que es la cosa más rebonica que hay.
Me lo leería en la playa, al solecito, en una tumbona, con una coctel en la mano y dos mozos abanicándome con hojas de palmera. Pero como solo tenemos nieve hasta las rodillas últimamente, creo que caerán un chocolate caliente, un par de gatos a modo de manta y el ruido que hacen las obras de las farolas de la calle de enfrente.
Pero se leerá.
El marcapáginas lo usaré para taparme los ojos o golpearme con él en la cara cada vez que lea una escena en la que los personajes hagan algo bochornoso o muy vergonzoso, o demasiado romántico: porque lo vivo.
Hola Gabriella, paso solo a saludar, ya que vivo del otro lado del Atlántico y ni modo, genial tu concurso, acá no celebramos San Valentín, pero igual te envío un abrazo, un beso y una 🌻.
El libro lo leeré bien cómoda en mi santo y sagrado sofá. Y el marcapáginas? Bueno, primero lo pasearía por la oficina, para presumir y dar envidia. Luego, claro, lo usaría como marcapáginas en el libro que leo durante mi trayecto en metro. Eso sí, de manera disimulada lo exhibiría casi todo el rato, como quien no quiere la cosa… hay que enseñarlo!
Hola, Gabriella
anda, si S. Valentín lo puedes celebrar cuando quieras, sobre todo si te viene muy mal que caiga entre semana, ¿no lo sabías? jajaja.
El libro me ha llamado mucho la atención. Yo lo leería muy tranquila y si puede ser en un sitio calentito con un té chai, mejor. Aunque con la lista de pendientes que tengo, me parece que me lo acabaría leyendo junto a la piscina 😛
El marcapáginas es chulísimo. Ese lo reservo para cuando me toque el libro o para cuando salga el de 70 trucos en papel, que hay ganas.
Gracias por el sorteo. Besitos
Ummm que interesante. Antes que nada, vengo del correo que has mandado. Reconozco que estaba un poco agobiada porque llevaba tiempo sin recibir ninguno tuyo y pensaba que me habías borrado. Y estaba en plan, si los he leído todos,… En fin mis agobios raros.
Por otro lado, suerte en Instagram, yo lo abrí y ahí se quedó, tengo que ponerme las pilas con eso también.
Y ahora a lo que vamos, al concurso. Me encanta participar en tus concursos, y este me llama la atención. Seguramente me leeré el libro en los minutitos que consiga arañar en el coche mientras que espero a que se abra la puerta del cole de las enanas.
Y el marcapáginas con lo bonito que es, lo guardaré en mi lugar secreto donde le hará compañía a otros, porque por suerte o por desgracia tengo dos niñas fanáticas de los marcapáginas, y me los quitan todos. Así que allí lo guardaré para sacarlo de vez en cuando y admirarlo o quizás cuando sean más gandes y menos destrozonas, usarlo en mis libros.
Un abrazo.
Ains, Gabriella mía, que casi se me escapa este sorteo.
Pues pienso leer el libro en la cama, después de que el enano se duerma, porque es mi momento «Relax, don’t do it» (haciendo referencia a limpiar mi casa como una loca a las diez de la noche).
Con el marcapáginas, además de lo obvio, pienso azotar a mi orco cuando no saque la basura.
Así que ya sabes, haz tongo, que nunca me toca nada. Ni los mosquitos.
Besicos, guapa.
últimamente tengo muy poquito tiempo libre, pero, el poco que tengo lo uso para leer. Probablemente, lo acabase leyendo en casa, tumbada en el sofá con una taza de té rojo (tengo un pequeño problema con el té) frente al fuego. Obviamente, utilizaría el marca-páginas con este libro (y con todos los siguientes) y, probablemente, atacase una bolsita de chuches al acabar de leer (no soporto que queden migas entre las páginas). Sé que eso de leer frente al fuego con una taza de té es un cliché, pero es mi cliché y es muy bonito, son esos pequeños placeres los que a día de hoy me mantienen cuerda (o algo así)
No suelo comentar (soy un lector pasivo, de esos que más abundan), pero el criterio de autoridad de Lechuguita me ha rendido. Así que si al final caen el libro y el marcapáginas todo se lo debo a su oratoria y persuasión, o bien e mi falta de voluntad. ¡Un saludo!
Si soy una suertuda entonces podré leer el libro de camino a la Universidad, tanto en el bus como andando, que es cuando tengo tiempo ahora para ello; si no me matan antes, claro.
Y el marcapáginas, por supuesto, lo guardaré y lo conservaré cual tesoro. No quiero que los dientes de mi chinchilla acaben con él.
Leeré la novela cómodamente acostado en la boca del dragón que custodia mi colección de marcapáginas de madera.
Gracias por el sorteo, Gabriella. Si me toca el libro, lo leeré sentado en el váter. Sé que suena horrible, pero es la verdad. El marcapáginas… me lo acercaré habitualmente a la nariz para olerlo (lo haré cuando salga del cuarto de baño), porque con tanto libro electrónico echo de menos el olor de los marcapáginas. 🙂
Pues, yo escojo un clásico; Olaya, atardecer y sonido de olas del mar… el marcapaginas será muy útil en mi chuchiagenda de eventos divertidos, para no perder tiempo en buscar el día y los eventos que tengo programado (pero solo después de marcar la lectura del libro )
¡Muy buenas, Gabriella! En unos días empiezo a ir al psicólogo así que si me toca, ¡el libro me acompañará en las idas y venidas en el metro! Y las gominolas vendrán bien antes y después de las citas xD
Como nota personal, tengo que decir que tienes otras cosas que puedes celebrar: que os adoramos a ti y tus personajes y sus historias >w< ¡Y hemos conocido personitas geniales y hecho amistades chachis por tus libros! Un abrazo y a disfrutar del finde ♥
La verdad es que cualquier novedad literaria es digna de leerse en la cama, con los pies bien arropaítos bajo la manta y la luz de la mesilla apuntando, todo esto con un té bien caliente y el pichurri al lado escuchando música de la suya. ¿El marcapáginas? Le daría uso tanto con el libro como con mis apuntes, que no son pocos y siempre que quiero localizar algo importante no lo encuentro como desastre que soy jajaja. ¡Me encanta el sorteo, muchas gracias! 🙂
Pues como últimamente solo leo en digital será una experiencia oler y acariciar sus páginas. Lo leeré desconectada del mundo, en la cama antes de dormir y a la luz de mis velas.
El marcapáginas me acompañará en este viaje y después esperará el próximo destino en compañía de un lobo siberiano, el marcapáginas especial de mi hija
Gracias, Gabriela, por todos tus consejos y el tiempo que dedicas a los que nos gustan las letras.
Si tengo suerte y me toca el libro, me lo leeré en plena naturaleza, en mis paseos junto al mar y en aquel rincón aislado del Parque de Cabecera.
El marcapáginas me recordará, en todo momento, la página en la que me quedé; así no perderé tiempo buscando y me sumergiré sin pérdida de tiempo en la historia. 😍
Yo ando robando minutos al día para leer, así que se me puede cazar leyéndolo en cualquier sitio. En el tren, en una sala de espera, en la cama o camuflado entre mi temario de estudios. Nada me debe robar mi ratito de leer.
El marcapáginas, con todas esas filigranas igual lo uso en una partida de rol como mensaje de una raza olvidada cuyos trazos contienen el secreto para resolver el misterio final del que depende el mundo.
Yo me lo leería en bici, yendo a la universidad. A ver si me da tiempo a terminarlo antes de que me atropellen.
Besos!
Gracias por tu iniciativa. Leeré el libro en el Cercanías. Y dado los retrasos que se dan últimamente seguro que no tardo mucho en leerlo. En cuánto al marcapáginas, dado que la climatización falla más que una escopeta de feria, seguramente será un buen abánico para el tren durante el verano…aunque para entonces ya me habré acabado el libro seguro!
Pues dado que ahora mismo estoy preparando oposiciones y tengo poco tiempo, este libro lo reservaría para el poco rato que tengo libre. Así, sería mi lectura nocturna en el sofá delante de la chimenea o la que leería metida en la cama justo antes de dormir. Por otro lado, el marcapáginas tendría un sitio preferente en mi mesita de noche para ser usado tanto con este libro como con cualquier otro que viniera tras él.
De tocarme (que no será así, pero es igual, yo digo la mía y ya), leería el libro de Cañadas en la chaise longue que por fin he podido comprarme, y que marca el comienzo de mi decrepitud burguesa. Las tres muertes de Fermín Salvochea me serviría para recuperar fuerzas después de los 10 días que he pasado en el hospital. Al marcapáginas lo tocaría mucho.
Si me toca, comenzaré a leerlo cuando el primer coche de caballos pase cascoteando los adoquines de la calle bajo mi ventana en el Puerto de Santa María. Después me subiré con él al ferry que va a Cádiz y lo leeré mientras navegamos, bajo el sol, la sal y las gaviotas, y al llegar a la ciudad más bonita del mundo seguiré leyendo de plaza en plaza, de bar en bar, cambiando cada dieciocho páginas con mi libro en la mano y mi dedo índice de señal. Los del barrio pensarán que soy una guiri con mi guía de viajes. Y, en cierto modo, acertarán. El marcapáginas es tan, tan bonito que hay que lucirlo, así que me lo pondré en el moño a modo de peineta.
Uooo Gabriella!
Te he descubierto hace poco y en la primera newsletter que me llega de ti hay una herramienta y un sorteo para un libro.
Libro gratis, marcapáginas tallado a láser, chucherías, una lechuza de peluche de nombre vegetal…ya tienes una fan más 😀
¿Sabes esa sensación de despertarse temprano un domingo, sin sueño, sin nada que hacer y con un libro nuevo en la mesilla de noche? ¿Hay algo mejor que levantarse sin hacer ruido, hacerse un té y comenzar a leer entre almohadas, cojines y mantas calentitas hasta que te duela el culo de estar tumbada?
Pues así es como pienso devorar al tal Fermín Salvochea.
Un abrazote 🙂
¡Me encantan los sorteos! Voy a leerme este libro en cuanto acabe los exámenes de la universidad. Va a ser i premio al esfuerzo (me merezco tomarme un descanso para poder leer en paz, yo creo que sí). Así que espero que me toque.
El marcapáginas me parece una obra de arte, así que después de la sesión de fotos correspondiente para presumir irá directito a la lectura que esté realizando en ese momento (para eso vale un marcapáginas, ¿no?).
Muchas gracias a Gabriella por organizar el concurso y a Jesús Cañadas y a Medusa Dollmaker por sus obras.
¿Lechuguita sigue sin entrar en el sorteo? Porque… Bueno ahora al asunto, ¿cómo y dónde pienso leer el libro? Creo que va a ser algo muy bueno para desconectar del estudio opositor, que se está haciendo duro, los lugares, los mismos de siempre, mi habitación, santuario para relajarme con la lectura y otro de mis momentos favoritos para leer, en mi vinatería de siempre con un vino blanco y relajadita.
El marcapáginas acompañará a la lectura y luego se irá a acompañar mi colección de marcapáginas, por supuesto junto al que me tocó en otro de tus sorteos, si mi amiguito el gato quiere volver a sacar la papeleta ganadora yo se lo agradeceré eternamente.
Muchas gracias por el concurso.
Pienso llevarlo conmigo a donde esté o me vaya, ya sea en la cama, en la calle, en el fisio, de viaje,…. y el marca me seguirá entre sus páginas para no perderme.
Lo llevaré en mi bolso e intentaré leerlo en mis ratos libres durante el día; pensando en que si Lechuguita lo recomienda debe ser muy bueno.
Pues como nunca me toca nada ni en los premios que dan un regalito por participar, leeré el libro en cuanto lo compre, tumbada en el sofá y con una mantita. Y el marcapáginas irá a la cajita de mi colección, porque ¿quién usa un marcapáginas para marcar las páginas? Para eso están las servilletas, los tickets de la compra y del bus, los sobrecitos vacíos de azúcar…
Lo leeré sentada comodamente en mi sofá durante la hora de la siesta, para mi es la mejor por la tranquilidad.
En cuanto al marcapáginas, lo usaré para cada libro que empiece.
Muchas gracias por este sorteo y un saludo.
Voy a leerlo tumbada desnuda en el sofá al rico sol de invierno con vistas a los montes que rodean el Botxo. Te tendré muy presente, querida comadre. 😉
Ah, y el marcapáginas lo mantendré lejos de mis queridos tigretones.
Le tengo echado el ojo al libro desde hace tiempo y ya era fan de los unicornios mucho antes de que estuviesen de moda, así que cómo no me voy a apuntar. Me lo guardaría para leerlo en verano en la paz del campo gallego
Yo me lo leeré en el autobús que me lleva y me trae del trabajo alimenticio, porque espero darles envidia a los demás viajeros cuando mezcle risa y llanto. El marcapáginas de madera si es muy grueso creo que no me va a gustar, las cosas como son, pero es tan bonito que me va a venir bien para pirograbarlo con el nombre de mi hija menor por eso de que a ver si se anima a la lectura. Espero ser tocada por los dedos de la diosa fortuna y endulzar algún momento pensando en lo afortunada que he sido, pues lo que realmente me haría ilusión son las chuches, aunque si me toca, mándame el lote completo, por favor. Alea iacta est.
El marcapáginas va a ir directito a mi colección de marcapáginas especiales, (tengo más de doscientos y todos son verdaderas obras de arte) y el libro lo leeré sentadita en mi sofá despues de comer que es cuando más tiempo tengo
Pues lo leería de vacaciones, para relajarse cuerpo y mente eeeeeee, que falta me hace. Di no me toca de igual forma, un besote desde lanzarote.
El marcapáginas pasaría a decorar mi habitación, y el libro lo leería este verano en la playa cuando vuelva a Cádiz.
Imagino que aunque ya fui beneficiado en un sorteo previo (Gracias a una anécdota jugosa más que por mi capacidad de oratoria), puedo participar…
Mi intención es utilizar este libro (como todos) para demostrar al mundo que aunque estes hasta arriba de trabajo, la casa, los nenes, las amistades, el gimnasio, siempre se pueden sacar 10 minutos para conseguir leer un buen libro en menos de un mes. Por lo tanto, lo devoraré en el bus que me lleva al trabajo, en el metro que me lleva a casa y por la noche antes de dormir. Son mis momentos favoritos del día.
Noche perfecta…acostar a la peque….sofá toooodo para mi, una copita de vino y antes o después, ositos de Haribo (nunca me faltan jajaja). Lo malo q suelo empezar a hacer eso a las 23h….así q, como el libro me enganche me tiro leyendo hasta las 2am.
Por cierto lechugita es una monada…mi niña se la ha pedido jejeje
Hola, bonica! Pues se me ocurre que podría leer el libro en los descansos (necesarios) del segundo de la saga de los Medici, de Matteo Strukul, en italiano. Si no meto algo en castellano, se me lían los idiomas jajaja! Haces un trabajo genial con tus artículos, sin amenos y útiles, así que gracias!
Ese pasapáginas (lo siento, llevo llamándolos así toda la vida) sería incapaz de usarlo. Es demasiado bonito y de llevar las cosas de un sitio a otro acabaría destrozado, así que a la colección con el resto de pasapáginas preciosos. Y el libro me lo leería en el metro, que es donde puedo leer ahora, y si me engancha, pues mientras espero a que comiencen las clases. Y si me engancha mucho, mucho, pues en las horas muertas entre clase y clase, el rato de descanso y todo lo que me permita el día.
Hola Gabriella. Soy nueva en este «mundillo». Te he conocido a través de Sinjania («70 trucos para sacarle brillo a tu novela»). Siempre me recuerdo con un libro en las manos, pero he decidido también escribir. Empecé enviando relatos a concursos (una satisfacción), porque suponen un reto. Y ya estoy con mi segunda novela (aún me falta revisar la primera y para eso están vuestros libros).
Veo que esto es más complicado de lo que creía, pero aquí estoy, aprendiendo y avanzando paso a paso. Un besiño: Rosa
Lo quiero 🙂 El libro lo leería muy feliz en la cama a ratitos antes de dormir (mi sitio favorito para libros físicos :D) y el marcapáginas seguramente lo colgaría como decoración porque es precioso el trabajo de esa artista 🙂 🙂
Pues un libro así lo leería en la playita, aquí el tiempo acompaña desde casi que ya, y me encanta sentarme a la orilla del Mediterráneo sin ese calor abrasador de verano y disfrutar de una buena historia. Y el maracapaginas se vendría conmigo, por supuesto. Y luego ocuparía su lugar en la mesita de noche para no tener que usar el primer ticket que encuentro.
Ainsss, si me toca…. 😉
El libro lo tendría a mano, esperando, hasta las vacaciones de Semana Santa. Me encanta la emoción que me produce saber que tengo un buen libro esperándome porque cuando siento que no tengo nada para leer cuando termine lo que estoy leyendo, entro en pánico.
El marcapáginas se lo regalaría a mi padre. Tiene casi 80, graves problemas en la vista, y a pesar de eso pasa el día en la biblioteca leyendo. Se lo regalaría a él para quitarle la fea costumbre de hacer pequeñísimas marcas en las páginas al doblarlas. Ojala me toque.
Besos para ti y para todos los seguidores de tu blog.
Pues yo digo, Lup, digo que yo, Lup, debo llevarme este libro sí o sí porque yo, Lup, tenía bastantes ganas de hincarle el diente a este libro. Y si encima lo recomiendas tú, ¡aún tengo mejor! 😀
Sobre el marcapáginas… lo colgaré en el corcho que tengo en la pared. Es demasiado bonico. Como la libretita. :3
¡Participo!
Leeré el libro de camino a clase, esperando que una de esas tres muertes no sea la mía, provocada por los exámanes…
El marcapáginas es precioso, seguramente se quede en la pared para poder verlo.
Gracias por hacer sorteos tan guays en un blog tan guay.
No creo que me de tiempo a elegir donde me lo leeré si el libro es tan bueno como dicen.
¡Ay! Pero que cosas más bonitas. Ojalá me toque que me estoy terminando una bilogía y tengo que tener lectura próximamente en el trabajo, sino mis descansos van a ser demasiado largos. Con lo que me ayudan los libros en los descansos a despejarme la mente (mi trabajo es prácticamente cálculo y atención constante).
Y el marcapáginas lo tendría que usar con el maravilloso libro que espero que me toque y que gracias a un amigo de twitter me recomendó y aún no he tenido tiempo de leer, pero si toca no tengas duda alguna de que va a ser el siguiente que me toque leer.
Un besote para tí y suerte a todos los compañeros que participan.
El libro para calzar la mesa, los marcapaginas se los daré al sobrino, aquí venimos a por las !!!!!Chuches!!!!!!
PD: El libro me parece bastante interesante, aunque no gane le echaré un ojo 😉
Pues… Me encantaría leerlo. Simplemente. Me parece un libro hermoso.
¿Que dónde lo leería? Debajo del amasijo de mantas de mi cama, desvelada hasta las 5AM y con examen al día siguiente… Y héchale otra horita más adorando el marcapáginas de madera, porque me encanta tocar la madera.🌚
Jeje… yo leo hasta en el cuarto de baño, así que seguro que no tardo en devorar el libro. Y, aunque peque de original, el marcapáginas me servirá para señalar el que me esté leyendo en papel (suelo simultanear lectura digital y de «ladepapeldetodalavida».
Y además me encantaría lo de que me toque algo en un sorteo. Pero solo participar ya me ha sacado una sonrisa, así que lo doy por bien empleado.
Gracias y saluditos 🙂
¡Hola Gabriella!
He leído la sinopsis del libro y me llama mucho la atención. Si me tocara en el sorteo tendría que esperar para poder leerlo, pues estoy trabajando en el extranjero y todavía me quedan dos meses para poder volver a casa (¡por fin!). No obstante, ya lo tengo todo pensado, y casi puedo verme leyéndolo de noche, tumbada en mi cama en medio de esa calma en la que se sume el mundo cuando llega la madrugada. Casi puedo verme amaneciendo con ese libro. Casi.
En cuanto al marcapáginas, estoy dudando. Tengo un corcho en mi habitación lleno de «chucherías» como yo las llamo, que por un motivo u otro se ganaron un lugar ahí. Así que no se si reservarle un huequecito entre cartas, fotos y entradas de conciertos y películas; o darle uso. Lo tendré que decidir en su momento.
Muchas gracias por el sorteo. Un saludo.