El debate de la traducción siempre será poderoso.

¿Qué perdemos al leer traducciones? ¿Y qué ganamos? ¿Deberíamos esforzarnos, en lo posible, por leer textos originales? ¿O debemos abrirnos al nuevo mundo de posibilidades que nos ofrece el paso de un idioma a otro?

Estas no son cuestiones que venga a debatir hoy. Primero, porque otros mucho más sabios que yo han hablado largo y tendido de ello. Segundo, porque vosotros, lectores míos, sois en vuestra mayoría escritores. Y por eso quiero plantear cómo nos afectan las traducciones a los que escribimos.

Si queréis saber cómo nos afecta, por ejemplo, leer malas traducciones, podéis ir a ver qué tiene que decir Víctor Selles al respecto. Y no hablemos ya del susto de ver nuestros propios textos traducidos. Hace poco realicé una entrevista para una radio universitaria inglesa (podéis escuchar el podcast aquí) donde leí una versión traducida de mi relato Musa. La traducción se ofreció a hacerla la muy estupenda Inés Gregori Labarta, y luego yo la adapté a mi gusto. Fue una experiencia curiosa. Por muy bilingüe que yo me crea, ese no era mi texto. No estaba concebido para escucharse ni leerse en inglés. La traducción va mucho más allá, siempre, sobre todo si tiene intención literaria, estética.

Pero no vamos a hablar (más) de esa alienación de la lengua. Vamos a hablar de cuestiones más prácticas:

traducir tu libro

¿Puede una traducción ayudarnos a publicar más allá de nuestras fronteras?

Hace un tiempo un lector me preguntó si podía hablar en el blog de las traducciones como medio comercial. Si podía explicar si merecía la pena para un autor traducir su obra para llevarla a otros países, por ejemplo. Como en el fondo soy buena gente y me gusta agradar, he estado rumiando sobre el tema desde entonces, preguntándome cómo enfocarlo.

Aunque he realizado labores de traducción, estas han sido sobre todo en el ámbito técnico. No tengo mucha idea de cómo afecta todo este tema al escritor de a pie.

¿Y qué hago yo cuando no tengo mucha idea sobre algo? Leer y preguntar a los que saben sobre ello.

Así que hoy os traigo a tres personas que saben mucho de todo esto, para intentar responder a algunas de las cuestiones que nos afectan, sobre todo a aquellos de nosotros que nos hemos preguntado alguna vez cómo es y para qué sirve la traducción de nuestras obras.

He querido hablar con personas con enfoques y experiencias diferentes. Así que para empezar he charlado con una empresa de traductores, luego he preguntado a un escritor que vende libros en otros países, y para terminar me ha echado una mano un traductor que es, además, escritor.

Y aquí tenéis el resultado. Mis preguntas van en negrita.

Okodia – Empresa de traducción

okodia

¿Trabajáis o habéis trabajado con clientes escritores, que busquen dar a conocer su obra en otros países (o en otras zonas del territorio español)?

No hemos trabajado directamente con clientes escritores, aunque sí hemos trabajado con alguna editorial en literatura infantil donde se hacía especial hincapié en la ilustración y cuyas traducciones, además de llegar a un mayor público, sirvieron, de alguna manera, para la propia educación de los niños.

Estamos en estos momentos en contacto con otra editorial para traducir una obra de Coelho, que se daría a conocer en varios países africanos y donde los idiomas ayudarían a que gente local tuviese acceso a este gran autor en sus idiomas locales.

¿Es mejor para un escritor trabajar con agencias de traducción o directamente con traductores freelance? ¿Cuál es la mejor manera de encontrar un buen traductor?

Depende de las necesidades del escritor. En el caso de escritores «pequeños» es normal que no dispongan de presupuesto para trabajar con una agencia de traducción, mientras que en el caso de escritores más «grandes» ya trabajen con una editorial que a su vez se encarga de gestionar su propio equipo de traductores. En el proceso de traducción no solamente existe la figura del traductor, sino que también existe la del editor y la del corrector, lo que al final encarece el producto (si bien es cierto que la traducción literaria está muy mal pagada).

¿Sobre qué tarifas suele rondar la traducción literaria? Para hacernos una idea, ¿qué rango de precios tendría que considerar un escritor para pagarse una traducción al inglés (por ejemplo) de una novela de unas 80000 palabras?

Es muy difícil generalizar, ya que depende de los idiomas involucrados, del tipo de novela, del país en cuestión, etc. En el caso de España, para la traducción de una novela de unas 80.000 palabras estaríamos hablando de unos 1.500-2.000 EUR para el traductor, pero insisto, hay que contar también con el corrector, el editor, la editorial…

¿Recomendarías a un escritor que tradujera su obra? ¿Qué idiomas crees que son más interesantes para estos casos?

Sin duda alguna. Antiguamente se traducía la Biblia a idiomas locales para facilitar su comprensión y evangelizar a todas aquellas personas a las que se quería llegar, ya que eran mucho más permeables en su propio idioma que en un idioma extranjero. En el caso de escritores, sucede similar, y es mucho más fácil llegar a otros mercados si se escribe (o se traduce) al idioma de esos mercados que en un idioma extranjero. A pesar de que el inglés pueda ser el «idioma universal», no todo el mundo tiene el conocimiento suficiente como para leer en otros idiomas. Y no hablemos si se trata de leer o interpretar a autores como Kafka. En cualquier caso, el idioma al que se traduzca depende, en última instancia de la finalidad de dicha traducción y del mercado al que se quiera llegar.

(Podéis visitar la página web de esta empresa de traducción aquí).

Quise también conocer la perspectiva de algún autor que hubiera experimentado los beneficios de tener su obra traducida. Y me acordé de una entrevista que hice hace tiempo a José Carlos Somoza para Lecturalia, donde mencionó la importancia que había tenido para él haber visto su obra traducida. Fui corriendo (sí, podéis imaginarme dando saltitos virtuales) a preguntarle y esto fue lo que me contó:

José Carlos Somoza, autor publicado en un buen montón de idiomas

somoza

¿Qué tipo de impacto ha tenido para ti ver tus obras traducidas a otros idiomas (y publicadas en otros países)?

Fue muy grande. Todos somos escritores desconocidos en algún momento, y ver cómo de repente tus libros son publicados y leídos en otros idiomas es algo muy impactante. En mi caso, debo agradecerle 100% a Carmen Balcells y su fenomenal agencia esta apertura al exterior. Comenzó con mi novela La caverna de las ideas, que ahora está traducida a 30 idiomas y publicada en otros tantos países, la mayoría de los cuales he visitado gracias a este libro. Como anécdota te contaré que una vez, en un festival literario en Hong Kong, conocí a una lectora hindú que me dijo que yo era el escritor favorito de su padre, que vivía en Bombay… Te da la impresión de que el mundo no es un pañuelo sino una hoja de papel.

¿Cómo es el proceso para un escritor para llegar a ver sus obras traducidas? ¿Queda en manos de la editorial, del agente o hay también trabajo por parte del autor para ello?

Como digo, en mi caso fue labor meritoria de la agencia Balcells. El fallecimiento de Dña Carmen ha sido un duro golpe para todos nosotros, los escritores a los que apoyó, pero queda su extraordinario legado en defensa de nuestros derechos y en pro de la apertura al mundo de los novelistas en lengua hispana. Sin duda existen otros medios para llegar a editoriales extranjeras, pero creo que una ayuda por parte de una buena agencia es algo fundamental en estos casos, ya que cuentan con scouts que saben llevar tus obras a las editoriales apropiadas.

En caso de autoedición, ¿crees que a un escritor le compensa traducir de su bolsillo una obra para intentar moverla en otros mercados? Y luego, ¿qué podría hacer con esa traducción para intentar conseguir publicaciones en el extranjero?

No tengo ninguna experiencia al respecto. Es obvio, sin embargo, que hay muchos abusos hacia los escritores que comienzan incluso en las editoriales de sus países de origen, así que… ¿qué no ocurrirá en editoriales extranjeras? Yo recomiendo a todos mis colegas que sean representados por buenos y serios agentes. Hoy en España no andamos escasos de tales agencias.

(Somoza acaba de sacar novela nueva, Croatoan, y además la editorial, Stella Maris, tiene planeado volver a sacar alguno de sus clásicos como Clara y la penumbra o La dama número trece, lo cual me parece una gran noticia).

Y vamos ahora con alguien que nos ofrece una perspectiva algo diferente. Un traductor que además es escritor:

Lawrence Schimel, traductor y escritor

Schimel

Como traductor, ¿has trabajado con algún escritor directamente, que busque dar a conocer su obra más allá de las fronteras de su país? ¿O trabajas más bien con intermediarios (editor, agente, etc.)?

He trabajado tanto con editoriales y agentes literarias como con autores directamente, cada caso es distinto y hay muchos factores que intervienen: desde la relación personal con el editor/autor al volumen de trabajo del traductor en el momento del encargo.

He traducido extractos de libros para editoriales y/o agentes literarias, que nunca han conseguido encontrar colocarlos con editoriales, y al contrario, he traducido cosas por encargo del autor directamente que han movido sus contactos para que se publiquen en revistas o antologías u otros usos.

Pero para los autores pensando autopublicarse en inglés: hay una diferencia entre simplemente imprimir (aunque sea en digital) un libro y publicarlo, con todo lo que implica (desde la corrección de estilo y edición del texto hasta la promoción del libro terminado), y el mero hecho de subirlo a una plataforma de autopublicación no basta.

También, es caro traducir un libro, especialmente sin la seguridad de poder vender los derechos, o recuperar la inversión si uno decide autopublicarlo (en condiciones). Por eso, recomiendo que los autores intentan traducir un extracto (normalmente los primeros 3 capítulos y un sinopsis) para utilizar para mostrar a editoriales/agentes literarias extranjeras. Así la inversión es menor y tampoco ocupan el tiempo de un traductor para un proyecto que quizás nunca va a ver la luz.

¿Es mejor para un escritor trabajar con agencias de traducción o directamente con traductores freelance? ¿Cuál es la mejor manera de encontrar un buen traductor?

Es sin duda más fácil encontrar una agencia de traducción que un traductor literario autónomo, pero en cualquier caso hay traductores que trabajan para las agencias, con más o menos experiencia literaria según los casos específicos.

Lo importante es que el traductor que a final va trabajar en el texto tenga sensibilidad y afinidad con el texto. Hay maneras de traducir algo que produce un texto que es literalmente correcto, pero donde falta alma o duende, donde el tono o registro no es adecuado. Por ejemplo: «Hombre, ¿que tal?» y «¿Qué pasa, tronko?» son dos posibilidades válidas (entre muchos otras) para traducir «What’s up, man?» pero cada una tiene un registro muy distinto… Un buen traductor, y uno familiar con el género del libro, sabrá cual elegir según quienes son los personajes, etc.

Desde tu perspectiva especial de traductor y escritor, ¿crees que es posible mover una traducción en otros países, buscando una publicación, sin el respaldo de una editorial y/o agente?

Con la traducción de extractos para editoriales y agentes, tampoco hay ninguna seguridad de que la editorial extranjera desee que sigas como traductor del proyecto, muchos veces ya tienen gente con quien suelen trabajar, etc. Pero muchas veces sí puedes seguir con un proyecto si le dan luz verde.

Con el volumen de trabajo que tengo ahora, no puedo aceptar muchos encargos de traducir extractos (ni para agentes ni autores directamente) porque doy prioridad a los proyectos que sí van a publicarse dentro de un plazo corto.

Es cierto que los traductores somos también lectores, y si nos enamoramos de un libro, podemos recomendarlo a los editores con quienes trabajamos, etc. con la espera (pero sin garantías) de que lo podamos traducir.

Conozco traductores que han recomendado libros a editores, pero el proyecto ya tenía otro traductor que había buscado el agente, o el autor ya tenía otros libros ya traducidos y decidieron mantener el mismo traductor para tener una voz uniforme en ese idioma, etc.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, ¿recomendarías a un escritor que tradujera su obra? ¿Qué idiomas crees que son más interesantes para estos casos (mejores mercados para posibles publicaciones)?

Cada mercado es distinto.

Es cierto que ser publicado en las lenguas más mayoritarías (inglés, español, francés, alemán, etc.) ayuda a que otros puedan leer y posiblemente publicar en traducción a sus idiomas un libro.

Por ejemplo, como editor, pude leer la obra de la poeta eslovena Jana Putrle Srdic en español (tenía publicado en Argentina un poemario en la Editorial Gog y Magog) para decidir que la quería publicar en inglés en la editorial de poesía que coordino, A Midsummer Night’s Press. Y ahora una editorial en españa va a publicar su último poemario en castellano, después de encontrar y leer a nuestra edición en inglés de su obra…

¡Cada caso es distinto!

(Podéis seguir a Lawrence en Twitter aquí [en español] y aquí [en inglés]).

Y un par de conclusiones

¿Qué resultados prácticos podemos sacar, entonces, de esta pequeña investigación? Creo que podemos decir lo siguiente:

  • Si editas mediante las vías tradicionales, la traducción puede representar una forma importante de ampliar tus publicaciones (e ingresos, claro). No obstante, para ello necesitarás de una editorial con buenos contactos, que se mueva bien por ferias internacionales, y/o un agente muy espabilado. En tu caso, la traducción correrá a cargo de la editorial, si decide invertir en ella.
  • Si eres autoeditado, la cosa se complica. Teniendo en cuenta que muchos mercados no están precisamente abiertos a la recepción de traducciones (por ejemplo, se estima que en el Reino Unido solo un 4% de libros publicados son traducciones, si bien en otros países como Alemania o Francia este porcentaje sube en gran medida), la decisión de invertir uno mismo en traducción es bastante arriesgada. Para el autor autoeditado, tal vez esta labor sea casi imposible, a no ser que consiga dar con un buen agente o tenga buenos contactos en editoriales a nivel internacional. Si te mueves en la autoedición, tu obra traducida es una más en un mercado global, y tendrás que realizar todos los pasos del mismo proceso de promoción y venta, con el riesgo de que tu traducción, además, pueda no estar a la altura.

Sin embargo, podría haber una excepción a este último punto. Algunos autoeditados han descubierto el filón de las publicaciones de nicho (generalmente de no ficción), creando eBooks especializados en varios idiomas. La propia demanda del tema representa una serie de ingresos interesantes, siempre que la traducción sea aceptable y la edición sea digna. En este sentido, sectores como el informático (o cualquier nicho con mucha demanda y oferta todavía insuficiente) pueden significar un complemento más que interesante para el autor traducido, que puede compensar su inversión, a la vez, en traducción.

Tened en cuenta que, como apunta Lawrence, de entrada no hay que invertir en una traducción completa. Si lo que buscas es moverte a nivel internacional y llegar a editoriales más allá de tus fronteras, puedes obtener una buena traducción de una carta de presentación, un extracto y una sinopsis, y ver hasta dónde llegas.

Y recordad, por favor, que la labor de una traducción de una novela es larga y exige mucho tiempo y esfuerzo. Sí, es posible que más de un traductor se sienta ofendido si le solicitáis traducir vuestro libro a cambio de «50 eurillos, por las molestias», «exposición», «currículo» o incluso «un porcentaje de las ventas millonarias que haré en EEUU».

Quedáis advertidos.

Y ahora me gustaría conocer vuestras experiencias. ¿Alguno de vosotros ha sido traducido o tiene pensado traducirse para entrar en otros mercados? Contádmelo en los comentarios.


Nota: A raíz de este artículo, he visto en redes sociales comentarios de traductores freelance que me indican que las tarifas con las que ellos trabajan (y que están acostumbrados a ver) suelen ser bastante más altas que las que se citan en este artículo. En este sentido, sobre todo en el caso de una traducción al inglés, no esperéis que la hipotética novela de 80000 palabras que hemos puesto como ejemplo baje de los 3000 euros.

Para más información sobre la traducción literaria (y la traducción en general), podéis visitar también la página de la asociación ACE Traductores.


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